Al Señor de la Sagrada Cena

Composición de Pedro M. Pacheco (2009), dedicada a Señor de la Sagrada Cena de Sevilla para la B. de Cornetas y Tambores Ntra. Sra. de la Victoria "Las Cigarreras".

Carlos Moya

@charlycofrade

Señor de la Sagrada Cena

Elaborada en 1955 por Sebastián Santos Rojas, se trata de una imagen tallada en madera policromada, encontrándose de pié y con los brazos abiertos an actitud de bendecir, con una composición que recuerda a algunas imágenes del Niño Jesús de la tradición barroca sevillana.

Su rostro es puro misticismo y elegancia, con la mirada en lo alto y caracterizándose todo el conjunto por un modelado exquisito.

Procesiona junto con el apostolado de Luis Ortega Bru en la tarde del Domingo de Ramos y sus cultos se celebran el fin de semana previo a la Festividad del Corpus Christi.

Recordatorio Cambios de rumbo

Recordatorio La más bonita de las esperas

Humilde Rey de Capuchinos

Marcha compuesta por Emilio Muñoz Serna, director musical de la A.M. N.P.J. de la Redención de Sevilla en 2010, dedicada N.P.J. de la Humildad y Paciencia de Capuchinos, para la A.M. Santo Tomás de Villanueva.

Carlos Moya

@charlycofrade

María Stma. de la Concepción

La imagen de María Santísima de la Concepción es obra de Juan Ventura y fue encargada en el año 1.986 por Manuel Jiménez García, quien posteriormente la donó a la hermandad en el año 1.987. Es una imagen de vestir, que tiene tallados busto y tronco hasta las caderas, y el resto de cuerpo de candelero. La cabeza y el tronco están realizados en madera de cedro y las manos en caoba. Su rostro expresa el sentimiento del dolor vivo, reforzado por el entrecejo plegado, una leve incurvación al inicio de las cejas, los grandes y llorosos ojos y los labios temblorosos. El óvalo, de formas delicadas, con grácil hoyuelo en el mentón, dulcifica la expresión. Las manos largas y bien trabajadas, contribuyen a acentuar la expresión de dolor de la imagen.

Pura e Intacta

Reina de las marismas

Navegando entre el gentío
he sentido escalofríos
cuando pude ver que me mirabas
y que tus ojos me hablaban;
sentí tu Gloria en mi primer Rocío.

Pentecostés