Se decidió encargar la Imagen al imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque. En el contrato firmado en octubre de 1983, se impusieron dos únicas condiciones: una, que tuviese los ojos azules, y otra, que representase a una joven de quince o dieciséis años, con una dulcísima y serena expresión de dolor. Está tallada en madera de cedro y es de candelero. Se bendijo el 1 de abril de 1984 en el Convento del Buen Pastor. Celebró y bendijo Fray Ricardo de Córdoba.