Los nazarenos no son importantes. Esa es la nueva filosofía oficial que nos han impuesto en esta bendita ciudad. Que una cofradía pretende incorporarse a la nómina oficial con poco más de cincuenta "nazarenos"... no importa. Lo que cuenta es que haya otra hermandad que llevarnos a la boca al hojear el librito de Semana Santa.
Desde luego, siendo abogado de pobres, resulta incongruente exigirle un número mínimo, al menos para que el segundo paso no vaya a menos de treinta metros del primero, cuando no hacemos lo mismo con las cofradías que ya hacen carrera oficial, algunas desde hace muchos años, décadas. Pero como los nazarenos no son importantes...
Lo que importa es el costalero, la flor, el bordado, la música y la Catedral, la sempiterna Catedral, que digo yo que todos aquellos que tanta importancia le dan a que se haga Estación de Penitencia en la Catedral, porque por lo visto no se puede hacer adoración al Santísimo en ningún otro sitio del universo -porque para eso se va a la Catedral y no para la foto ¿verdad?-, deberían preocuparse de que haya quien adore al Santísimo. Ahora saldrán los de siempre diciendo que lo importante no es la cantidad sino la calidad y gaitas similares. Por esa misma regla de tres, no se qué necesidad tenemos de ir añadiendo cofradías a cada día de nuestra Semana Santa cuando visto lo visto no hay mercado para tanto. Ni en nazarenos ni en costaleros. Es verdad que el mundo del costal está viviendo un momento de boom en los últimos años, pero también lo es que los que llevamos unos añitos en esto, sabemos que estas cosas son cíclicas, y lo que hoy son cuadrillas completas o casi, mañana se convierten en "vente a echar a una mano que desde la calle xxxx vamos fritos" o en "hoy mi cuadrilla (mi minicuadrilla, en número, no se me enfaden-) ayuda a la tuya y pasado mañana la tuya a la mía, y así parece que los dos tenemos una cuadrilla completa".