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miércoles, 16 de abril de 2014

Ntra. Sra. de la Paz y Esperanza y Ntro. P. J. de la Humildad y Paciencia vestidos para el Miércoles Santo

Todo preparado, los Titulares, los pasos, las insignias. Hoy es día grande junto al Bailío y ningún condicionante externo impedirá que el pueblo de Córdoba rinda pleitesía al Humilde Rey de Capuchinos y a su Bendita Madre. Ni siquiera una túnica que no es la que corresponde a un Miércoles Santo, ni el absurdo de hacer salir al cortejo desde la Iglesia después de haber erradicado esta arcaica costumbre que se logró dejar atrás a principios de los noventa.

Ni los intentos de hacernos retroceder en el tiempo treinta años ni el secretismo alrededor de un palio que todo el pueblo de Córdoba sabía desde hace semanas que estaría en perfecto estado de revista para lo que de verdad importa, hacer Estación de Penitencia por primera vez en la historia en San Miguel; Hoy sólo importan Ellos, y todo lo demás pasa a un segundo plano. Todo y todos. Porque las personas pasan y Ellos permanecen, gracias al Cielo. Tomen buena nota.

Guillermo Rodríguez


El Cronista: Martes Santo


Cuando pienso en el Martes Santo mi imaginación me traslada a una época, ya lejana, en la que los días discurrían con la lentitud y la prisa propias de la infancia. Mañanas de vacaciones escolares con olor a calas recién cortadas, listas para encañar en las jarras del palio de Nuestra Señora de la Piedad. Mañanas de juego en las que mi amigo Manolo Martínez Cerrillo y yo, muy temprano, nos dirigíamos a los Salesianos para “ayudar” en los últimos toques del montaje de los pasos de la cofradía a la que pertenecía mi padre desde su fundación. Todo eran prisas en medio de un caos controlado por la sapiencia de los más antiguos, mientras que nosotros, absortos en nuestros juegos entremezclados con el ir y venir, con el llevar y traer de candelabros, manojos de flores, cirios y demás elementos del guión procesional, siempre acabábamos subidos a lomos del corcel impregnado de brillantina que, a la postre, se había convertido en el santo y seña de la corporación: la hermandad del caballo.

Muy distinta es la jornada del Martes Santo en los tiempos que corren. Ya no son dos hermandades las que realizan estación de penitencia en la tarde noche que, durante años, significó la hermana pobre de la Semana Santa cordobesa. Cuatro hermandades se han incorporado a la nómina del día desde aquellos lejanos años de principios de la década de los sesenta del pasado siglo.

Sin ir más lejos, este año ha tenido lugar su más reciente incorporación y que viene a incorporar un punto de silencio a una jornada marcada por el sonido de las cornetas y los tambores: la hermandad Universitaria, severa, austera, silenciosa, presidida por ese Cristo Sindónico de dramático realismo barroco, acompañado por su Santa Madre de la Presentación. Aires medievales de inconfundible sabor castellano entremezclados con el barroquismo propio de la Semana Santa andaluza.

Miércoles Santo: Testigos de nuestra fe



Señalan los días del cielo a la tierra, del orbe a la urbe, de la ciudad a las calles, de las calles a los templos, de los templos a sus Imágenes. Es una letanía encadenada, un hálito sutil que recorre la alegría. Es la víspera del Triduo Sacro, la primavera estallando por las paredes y en la mirada de la gente que, sabe, no hay vuelta atrás. Caminamos hacia delante con las retinas posadas en otro espacio-tiempo distinto en los ojos de la Paz, mientras creeremos adivinar otra mirada cuando discurra por San Miguel , desde una esquina del cielo, sonriente la mire su “Niño”.

De los altares celestes bajarán Jesús del Calvario, la Misericordia, Pasión, Piedad y Perdón. Y nos sentimos inmersos en mitad de la vorágine sin poder –sin querer- salir de ella jamás. Mañana todo empezará a acabar, pero hoy toca henchirse las venas y el Alma.

El Cirineo: Miércoles Santo


El cielo de mi infancia era distinto al de ahora. Era más azul e intenso... Y aquella mañana, diferente a todas las demás. En aquel tiempo no había misa de nazarenos sin túnicas ni olor a incienso y todo era mucho más íntimo. Era una mañana de extraña quietud, de reunión familiar, de terminar de preparar los últimos detalles de todo. La túnica blanca, inmaculada, perfecta, colgada de una percha en un lugar preferente del cuarto. Y mi madre de aquí para allá acabándolo todo al mismo tiempo. Luego llegaba la hora del descanso antes de la multitud... era inútil, ¿quién podía conciliar el sueño en aquellos momentos?. Lentamente las manecillas del reloj nos iban aproximando a la hora de la Gloria. Y poníamos rumbo a la Tierra Prometida. Las calles de la ciudad se iban tiñendo poco a poco de túnicas blancas. Para cuando llegábamos a Colón, una auténtica marea de Paz y Esperanza se dirigía al altar de piedra al que reza toda Córdoba entre los ocho faroles de nuestra idiosincrasia… callada y silenciosamente.

La Voz de la Inexperiencia: Anclada a ti, recuerdo eterno


Ya estamos a Miércoles Santo, ecuador de nuestra Semana, y por más que intento concienciarme y disfrutar de lo que queda, aún sigo anclada al recuerdo de mi Domingo de Ramos. 

Y es que veo una rosa y me refugio en las jarras de mi Candelaria, un calvario de flores burdeos y regreso a mi andadura tras el Amarrado, y como no podía ser de otra manera, ayer salió otro olivo, y perdónenme pero el roce del olivo hortelano en el dintel de la puerta de San Francisco es uno de los momento más mágicos que he vivido. A contraluz desde dentro de la iglesia, observaba como rama por rama le iban ganando la batalla al arco que se resistía al paso de las mismas. Y así, “más poco a poco”, sentí un cálido abrazo de aplausos, eran muchas personas las que nos arropaban ese día. 

Fui feliz, por más que me emocioné al hablar con Él momentos previos a la salida, por más que traté de aguantar las lágrimas, por más cansada que me encontrase, fui feliz. Ese momento ya no me lo quitará nadie nunca. Me sentí en el corazón de mi Hermandad, en el epicentro, un eje, un núcleo. 

El Cirineo: El pueblo lo sabe


Mi infancia es un humilde palio de malla inundando el cielo estrellado de la noche del Miércoles Santo, y una sencilla candelería cuyos rescoldos aún perduran a la orilla de la calle Tesoro... y Tú, siempre Tú...

Luego llegó el palio de mi adolescencia, el que derramaba palomas por las esquinas de San Zoilo y recortaba el ansia de grandeza de quien crea que sólo el hilo de plata otorga prestigio a tu reino, como si hiciesen falta añadidos artificiales a tu Divina Majestad... y en el centro de todo Tú... siempre Tú.

Y ahora regresa la arrogancia del nombre propio al Paraíso, la soberbia que manejaba con férrea mano el timón de tu navío, la que gobernaba tu casa como si de un cortijo se tratase, para iluminarnos de nuevo, con su vasta sabiduría, con su especial sensibilidad; el ego que vino a salvarnos de lo que él mismo nos dejó en herencia hace apenas un cuarto de siglo y que de repente no era digno de tu magnificencia... olvidando en su infinita ignorancia, que la Gloria eres Tú, la Magia eres Tú, el Cielo eres Tú... siempre Tú y sólo Tú... que eres el Alfa y la Omega de nuestra existencia y que no eres ni más bella ni más pura ni más excelsa que hace tres días por obra y gracia del hombre, de ningún hombre, porque no se puede mejorar la excelencia...que nadie crea ser la causa de tus maravillas porque Tú ya eras maravillosa... y el pueblo lo sabe...

Encontró toda Córdoba tu mirada mucho antes de que amurallasen el hogar de mi memoria y la seguirá hallando, entre el blanco y oro de mi infancia o rebuscándote en el mar de plata en que ahora te bañas, por muchas tempestades que azoten tu calma... por los siglos de los siglos...

El Cirineo: Lejos de tu Humildad


El mundo ha cambiado... ayer todo era ilusión y lágrimas cirineas... y emociones a flor de piel.

Un día enclaustré mi hábito nazareno para vestir faja y costal de penitencia. Sentí que me llamabas en la penumbra de Capuchinos; a mí que siempre poblé tu orilla en silencio lejos de las luces y el gentío. De repente, sin haberlo pretendido, un sueño casi adolescente inundó mi corazón y me abracé a tu trabajadera, para compartir con mis hermanos el mayor de los regalos que pudiste darme, y ser uno más de los humildes granos de arena que configuran la playa de los que te rezan caminando. Jamás me sentí más cerca del Cielo que cuando tu paso se levantaba al tercer golpe de martillo y tu Divina Majestad inundaba al mundo entero con tu maravillosa gloria.

Pero nada es eterno salvo Tú... lentamente el río de mis emociones cansadas se fue quedando huérfano, hasta consumirse completamente... y se marchitaron mis deseos de trabajar con los míos, fluyendo en mis entrañas la fuerza de tu esencia y el calor de tu grandeza... y decidí no habitar bajo tus andas ni ser de los que te acompañan por las esquinas de la devoción del universo...

Y no volví a preparar mi ropa, ni a calzar mis zapatillas, ni a ceñirme el costal... y mi faja quedó dormida en un rincón del baúl de mis recuerdos... soñando un nuevo sol, una nueva ilusión y una nueva primavera... preñada de Humildad como ayer...

En el candelero: El Prendimiento a pie de calle

Magnífico Martes Santo con el astro rey gobernando el firmamento, cofradías tomando posesión de la ciudad y elevado nivel musical en algunas de las formaciones que hemos tenido el placer de disfrutar. Un rosario de detalles para atesorar en nuestra memoria...



Sevilla: Y 1.475 días después… rebrotó el Martes Santo


La última vez que las cofradías del Martes Santo salieron a la calle Bergoglio era un desconocido cardenal bonaerense, en Sevilla gobernaba Monteseirín, las setas seguían en obras y Zapatero todavía se negaba a reconocer la crisis en España. ¡Qué tiempos aquellos, verdad! Ha habido que esperar 1.475 días exactamente, los transcurridos desde un ya lejano 30 de marzo de 2010, para que se rompiera el maleficio y Sevilla volviera a paladear en toda su plenitud un pletórico Martes Santo en el que los paraguas se trocaron por abanicos y los llantos de desconsuelo por sonrisas de ilusión.

El telón de la jornada se descorría en el Cerro del Águila. Nada ni nadie podía robarle ayer al Cerro el Martes Santo de sus bodas de plata como hermandad de penitencia. Tanta es la contagiosa emoción con la que el barrio aguardaba la salida de la cofradía que todo lo que sucedió desde que la Cruz de Guía asomó a las calles, entre grandes muestras de júbilo, parecía mil veces ensayado. Y los balcones lucieron sus mejores galas, y todo el barrio se volvió a echar a la calle en comitiva itinerante hasta el Centro, y de nuevo volvió a sonar el himno de Andalucía, y 26 palomas sobrevolaron el palio de la Virgen de los Dolores, vestida ayer igual que aquel Martes Santo de 1989 cuando bajo un palio huérfano de bordados se acercó por vez primera a la Campana. Llamó la atención la nueva estampa del misterio del Cristo del Desamparo y Abandono tras el enriquecimiento del canasto con molduras de plata, una apuesta artística arriesgada que parece sujeta todavía a un reajuste final.

Diario Córdoba: María Santísima del Rocío y Lágrimas del Perdón saldrá con un manto prestado tras sufrir un ataque


Según informa en su sitio web, por medio de J.M. Niza, la junta de gobierno de la hermandad del Perdón ha confirmado a Diario CÓRDOBA el ataque sufrido en el manto de la Virgen del Rocío y Lágrimas con un líquido abrasivo, posiblemente lejía, que lo ha dejado inservible para la salida procesional de mañana. Pese a todo, la hermandad procesionará con normalidad tras prestarle la hermandad del Rescatado un antiguo manto de la Virgen de la Amargura, de características parecida al enser dañado. Los responsables de la hermandad se han mostrado tan abatidos como indignados por la agresión, aunque se había decidido no hacer declaraciones públicas formales sobre el ataque hasta una vez concluida la Semana Santa del 2014.

Desde Gente de Paz queremos mostrar nuestra adhesión y apoyo a la corporación del Miércoles Santo en caso de confirmarse el lamentable incidente.





Estrenos, luto, misereres y silencio cofrade


Una jornada de estrenos, de oración, silencio, oraciones, luto y tambores roncos. Las localidades de la provincia disfrutaron de un Lunes Santo espléndido, marcado por la oración y por el buen hacer de hermanos, costaleros y bandas de música, en la que la demostraron que la tradición cofrade se mantiene viva. 

Cabra 

Mucha expectación en la plaza de Aguilar y Eslava para contemplar la salida de la hermandad del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora del Rosario, que estrenó una nueva canastilla para su paso de misterio realizada en madera de cedro real por los talleres de Antonio Alcántara, de Montemayor. Tras él, el paso de palio de la Virgen del Rosario, ópera prima del imaginero y restaurador egabrense Salvador Guzmán, portada con buen hacer por los hombres que comanda Rafael Mérida. Digna de reseña fue la parte musical de este paso ofrecida por la banda sinfónica municipal de Ogíjares (Granada), joven formación musical que interpretó de manera magistral una selección de marchas muy cuidada y adecuada al estilo de esta dolorosa del Lunes Santo. Los contrastes de la Semana Mayor quedan patentes en esta jornada puesto que, tras la elegancia y el sonido intenso percibido en la collación de los Remedios, los cofrades egabrenses se pasan al luto, el rigor y el rezo del vía crucis de una hermandad de negro. Se trata del Santísimo Cristo de la Sangre, que desde la parroquia de la Asunción y Ángeles realizó su estación de penitencia a través de las empedradas y vetustas calles del viejo barrio del Cerro. Un silencio sólo roto por los 33 tambores enlutaos que acompañan al cortejo y el incisivo sonido del cornetín que anunció cada una de las estaciones del rezo doloroso. 

Aucorsa implanta servicios especiales para Semana Santa



Los días centrales de la Semana Santa movilizan a gran parte de la población en torno a las cofradías. Es por ello que el sector servicios se moviliza en estos días para ofrecer tanto a cofrades como ciudadanos en general una atención personalizada. De esta manera, la empresa municipal de transporte urbano (AUCORSA) organizará un servicio especial de cara tanto a la madrugada del Miércoles al Jueves Santo como a la del Jueves al Viernes Santo.

Así pues, las principales áreas urbanas estarán conectadas con el centro de la ciudad a través de cinco líneas de bus. Las mismas iniciarán todas su recorrido en las paradas de Avenida Ronda de los Tejares (esquina con C/ Cruz Conde y esquina con C/ Doce de Octubre), donde tendrá lugar la subida de viajeros, quedando el resto de paradas del recorrido como puntos de bajada de viajeros. Como excepción, se habilitará la subida de viajeros en la parada Ollerías (Puerta del Colodro) para los especiales de Levante - Fátima, Fuensanta - Cañero - Fidiana, y la parada de Medina Azahara (esquina con Avda. República Argentina) para el especial de Poniente-Cruz Conde-Sector Sur.

Las cinco líneas especiales que ha dado a conocer la empresa de transporte público son las siguientes:

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