Todo preparado, los Titulares, los pasos, las insignias. Hoy es día grande junto al Bailío y ningún condicionante externo impedirá que el pueblo de Córdoba rinda pleitesía al Humilde Rey de Capuchinos y a su Bendita Madre. Ni siquiera una túnica que no es la que corresponde a un Miércoles Santo, ni el absurdo de hacer salir al cortejo desde la Iglesia después de haber erradicado esta arcaica costumbre que se logró dejar atrás a principios de los noventa.
Ni los intentos de hacernos retroceder en el tiempo treinta años ni el secretismo alrededor de un palio que todo el pueblo de Córdoba sabía desde hace semanas que estaría en perfecto estado de revista para lo que de verdad importa, hacer Estación de Penitencia por primera vez en la historia en San Miguel; Hoy sólo importan Ellos, y todo lo demás pasa a un segundo plano. Todo y todos. Porque las personas pasan y Ellos permanecen, gracias al Cielo. Tomen buena nota.
Guillermo Rodríguez