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viernes, 31 de mayo de 2013

Miles de personas arropan a la Custodia por las calles de Toledo

En la calle ha sido recibida por salvas reales, el toque de campanas de la Catedral y emocionados aplausos.

El sol ha lucido este jueves con más fuerza que nunca y miles de toledanos y turistas recibieron a la Custodia de Arfe por las estrechas calles del Casco. La procesión del Corpus Christi, ha salido por la Puerta Llana de la Catedral Primada para iniciar el recorrido procesional en torno a las 11.50 horas, fiel a su tradición.

En la calle ha sido recibida por salvas reales, el toque de campanas de la Catedral y emocionados aplausos y vivas de los asistentes, así como el himno de España.

En su tradicional homilia, el arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, aseguró ante cientos de fieles congregados en la Plaza de Zocodover de Toledo y ante la Custodia de Arfe, que no está dispuesto «a que aquellos que tengan más medios económicos sean más favorecidos y, además, acallen sus conciencias, si es que les acusan por mal comportamiento en su vida social o cristiana».

«Es verdad que nos dicen que nosotros, tu Iglesia, únicamente hemos de tener una tarea en esta sociedad: atender a los pobres en su sustento material. Y olvidemos lo demás, que ya no interesa a nuestros contemporáneos», comentó el arzobispo en el inicio de sus palabras, admitiendo que no se puede descuidar el servicio de la caridad. Asimismo, citando a San Justino, recalcó que «para la Iglesia, la caridad no es una especie de actualidad de asistencia social que también se podría dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es manifestación irrenunciable de su propia esencia».

La Caridad
«Veo, que el anuncio de la Palabra, la celebración de los Sacramentos y el servicio de la Caridad son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse la una de las otras», manifestó. Dicho esto, reconocióque en la Iglesia «cuesta vivir como familia de Dios en el mundo» y considera que «en esta familia no debe haber nadie que sufra por falta de lo necesario». «Tal vez no lo hacemos del todo bien. Quizá por ello nos dicen que hoy lo que se necesita no es la caridad --ni Cáritas?, se preguntó- sino la justicia», dijo.

«Que la caridad - añadió- la utiliza tu Iglesia, Señor, como un modo de que los ricos eludan la instauración de la justicia y acallen su conciencia, conservando su propia posición social y despojando a los pobres de sus derechos. Que lo que hay que hacer es crear un orden justo, en el que todos reciban su parte de los bienes del mundo y, por tanto, no necesitan ya obras de caridad». Pero, mientras llega o se instale un orden justo, siempre necesario, se ha preguntado si acaso «hemos resuelto los problemas, por poner más o menos ideología y contemplar la crisis desde el punto de vista sólo economicista» y si no es mejor introducir «la dimensión moral, ética».

Según indicó, «lo que contemplamos, por el contrario es que la mayoría de hombres y mujeres de nuestro tiempo siguen viviendo precariamente en nuestro planeta». «¿Seremos capaces, unos y otros de entender que la crisis, su crudeza y persistencia es también de naturaliza ética y moral?», se ha preguntado.







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