Hoy, 14 de junio, se cumplen 20 años de la visita del Beato Juan Pablo II a la aldea marismeña. Todo el mundo recuerda con gran ilusión el momento en el que entró al Santuario flanqueado por los Simpecaos de las Hermandades Filiales que había entonces y, se postró ante la Blanca a orar.
Se quedó tan prendado de la Imagen de Nuestra Señora y le transmitió tanta paz, que Monseñor Amigo, tuvo que interrumpirle y recordarle la apretada agenda y que la multitud esperaba, a pleno sol y abanico en mano, en la explanada de las marismas impacientes por escuchar su mensaje.
Sus palabras fueron sencillas, tan sencillas como el lirio, la amapola o el pino del coto de Doñana. Tan sencillas, que ancianos y niños las entendimos. Y fueron así, porque él llegó ante Ella como nosotros llegamos cada Pentecostés... como un peregrino más.
Pidió seguir el ejemplo de María y ofrecerle siempre nuestro corazón, para que así nos acoja para siempre y hasta la eternidad bajo su bendito manto.
Fue un día, en el que la aldea del Rocío, se volvió más cristiana y mariana si cabe.
La jornada de ese 14 de junio, siempre tendrá un lugar preferente en nuestra memoria...Los rocieros nos sentimos muy orgullosos que un papa dijera bien alto:
¡QUÉ TODO EL MUNDO SEA ROCIERO!
Juan Pablo II...fuiste, eres y serás por siempre... ¡El Papa Rociero!
Raquel Medina Rodríguez
Recordatorio Que todo el Mundo sea Rociero: Salve Rociera de la Coral Polifónica de Isla Cristina ante el Papa Juan Pablo II