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viernes, 28 de junio de 2013

Fray Ricardo de Córdoba: "Las cofradías las cambian las personas, y no es siempre para mejor, ni para acertar"

Recuperamos la muy interesante entrevista realizada por Francisco Mellado a nuestro querido y admirado Fray Ricardo de Córdoba, publicada en Diario Córdoba el 14 de abril de 2011. Como solemos decir en estos casos, lean atentamente y extraigan sus propias conclusiones, ni ponemos ni quitamos comas. Tanto las preguntas como las respuestas están llenas de contenido.


Gente de Paz

Fray Ricardo de Córdoba es una de esas piezas claves para entender la Semana Santa de Córdoba. Una persona de carácter fuerte y a veces dominador que siempre ha luchado para que Córdoba tenga una Semana Santa de altura. Este carismático capuchino, amante del arte, ha pasado media vida componiendo poemas de terciopelo y oro para dar esplendor a múltiples semanas santas.



--¿Cuándo empieza fray Ricardo de Córdoba a ser cofrade?

--Hay modos de ser, estilos y carácter que le vienen a cada persona con la vida, con el aire que comienza a respirar o la luz que empieza a ver. En el entorno vital tenemos casi todo. Si no hubiera nacido dentro del cristianismo y su cultura andaluza, que es cristiana y barroca, tal vez nunca pudiera haber sido cofrade. Hay padres, hay iglesias, hay imágenes que desde niño exaltan tu imaginación y tu mirada. La catequesis plástica cristiana de enorme valor transmisor. Yo tuve esto en mi base.



--¿Qué recuerda de aquella época?

--Yo nací diez años después de la guerra, y en casi todas las otras capitales había que empezar de nuevo a confeccionar la rica e incomparable tradición religiosa barroca de España. En Córdoba capital esto no hubo que lamentarlo, porque sus iglesias y cofradías se salvaron. Sin embargo, no había de nada, y yo en casa de mis padres y abuelos, en la plaza de Colón, vi la cartilla de racionamiento, aunque luego vi, por suerte, todo ir mejorando a más.


--¿Qué recuerda, entonces, de aquellas semanas santas?

--Aquellas semanas santas las recuerdo cumpliendo cristianamente, primero con la Santa Madre Iglesia en los oficios del Jueves, Viernes y Sábado Santo, la Pascua que da sentido a todo. A mí me atraía la fiesta sagrada, pero en la vivacidad de las sagradas imágenes, que entendíamos que salían a las calles para que les rezáramos, las mirásemos pensando cantarle saetas, con dolor de corazón... ¿Era más seria que ahora? pues yo creo que sí. ¿Era pobre, más que ahora? Pues yo creo que sí. ¿Era religiosa, más que ahora? Pues yo creo que también.


--¿Qué imagen especialmente le atraía de aquella época suya infantil y luego juvenil?

--A mí me gustaban todas las imágenes y fui poco a poco coleccionándolas en aquellas estampas en blanco y negro con una plegaria escrita detrás, que a veces podíamos los niños conseguir en algunos cultos. Cuando con 14 años mis tías, que fueron a Sevilla, me trajeron una colección con 12 postales de palios en color, creí tener el cielo. Córdoba no hacía nada pero luego ya se empezó a publicar algo. La Virgen de la Esperanza en Santa Marina me gustaba mucho verla, al ir con mis padres a misa los domingos, pero en paralelo, cuando en San Cayetano oíamos misa los estudiantes del colegio el Carmen, las imágenes de Jesús Caído y la Virgen --magnífica-- del Mayor Dolor en su Soledad... me sobrecogían, me imponían otro sentimiento. Recuerdo que con 12 o 15 años le preguntaba a mi padre, que era hermano del Caído, ¿por qué lleva ruedas, si Manolete había sido hermano mayor?, ¿es que puede una cofradía tan torera ir a ruedas?, ¿torea a un toro un torero a ruedas? ¿Como era posible esto viendo en Santa Marina a la Virgen de la Esperanza salir con costaleros andando, como la que llega con gracia, pasa con gracia y se nos va con gracia?


--¿Cuándo empieza a dibujar para cofradías?

--¿Algo así de verdad? Pues cuando conocí a Rafael Zafra, José María García Escribano (tío mío), Pepe Flores y la hermandad de la Expiración de San Pablo. Nunca antes, de joven y niño, dibujé nada para una imagen grande de la Semana Santa. Mis dibujillos de hacer pasos eran para mí, para jugar en casa con mis hermanos, mis primos y amigos. Una fantasía conseguida de lápices de colores, una imagen recortada de una estampa de papel. Fue la Expiración la que "me apoderó", pero en su palio y manto se apoderó de mi mejor sueño, hasta hoy aunque el manto de la Virgen del Buen Fin para el Descendimiento, ahora en mi edad, no se queda atrás, pues el tiempo verá que si hace será el digno broche de la Semana Santa cordobesa. También tengo el encargo del diseño e imaginación para otra muy querida cofradía mía, como es la hermandad del Cerro, para su también preciosa Virgen de la Encarnación. El palio y manto de la Virgen del Rosario de la Expiración es conocido por casi toda Andalucia... Lástima que se quedaran sin hacer la saya y faldones a juego, pero las cofradías las cambian las personas, y no es siempre para mejor, ni para acertar. Con la Virgen del Rosario triunfaba Córdoba y se enriquecía, y yo digo que con palio y manto "entré por la puerta Grande", ahora saldré con lo que viene si Dios y las cofradías del Descendimiento, del Cerro y de la Merced trabajan y quieren a fray Ricardo de Córdoba, yo estoy dispuesto, y son hermandades que llevo en mi corazón siempre.


--¿Podría recordar cuántos dibujos e importantes proyectos ha realizado en su vida?

--Eso es imposible, porque muchos se han estropeado, perdido, etcétera. Podrá recordar en la exposición mía de la Merced en la Diputación la enorme cantidad de proyectos que hubo, la selección. Muchos diseños los guardo reducidos de tamaño, pero tengo rollos y rollos almacenados en distintos sitios, que tendría que buscar tiempo para reducir archivar y eliminar plantillas a su tamaño. Ya en Jerez, donde resido, tengo agobio, y estoy trabajando para cuatro palios enteros y ninguno para Córdoba concretamente.


--Con qué obra se siente más satisfecho?

--Lo mejor es lo que me han dejado crear a mi gusto. El palio de la Virgen del Rosario dolorosa, del Cristo del Perdón de Cádiz, es otra obra conjunta extraordinaria, excepcionalmente bordada en oro fino sobre terciopelo azul mediterráneo para representar la batalla de Lepanto. Este palio gaditano (aunque tengo otros) es el mejor mío de su Semana Santa y también hay que ponerlo al lado de todo lo que Cádiz posee, que no es en esto poco, si no mucho más que lo que en palios tiene Córdoba.


--¿Qué principales estrenos tiene para esta Semana Santa?

--Dos palios que yo he querido que se borden aquí en Córdoba, en el taller de Antonio Villar. Los dos destinados a la Semana Santa de Jerez. Uno de ellos es el palio de la Virgen del Refugio, que yo vinculé con mi cofradía sevillana de San Bernardo, cuya Virgen del Refugio fue la madrina y los capuchinos de Jerez hemos sido padrinos. Esta dolorosa de Jerez estrenará mío las bambalinas, con la frontal ricamente bordada entera, la saya de tisú blanco de plata bordada y perfilada en oro y el respiradero frontal, llevando en el centro del mismo, como la bambalina, dos pinturas preciosistas del cordobés Manuel Torrico, pues él pinta al óleo mucho mejor que yo y así lo decidí. En el paso de misterio que va delante de esta dolorosa, el Señor estrena una túnica roja. Pues todo lo he proyectado yo con sumo gusto y lo he ideado y dirigido, para que quede Córdoba en la Semana Santa de Jerez de la Frontera. Siguiendo en Jerez, de capuchinos, sale el palio de la Virgen de la O, una dolorosa de Luis Alvarez Duarte, a la que el año pasado le dibujé un palio morado (de cresterías de plata) y yo mismo he buscado dos mecenas que han pagado mi dibujo en la mejor calidad de oro y ejecución, estrenándose, si Dios quiere, también una saya. Todo estas piezas se han bordado en Córdoba, por el cada día mejor taller de Villar y Amelia. En Almagro, estreno terminado mi palio completo por fuera, de la cofradía de la Vera Cruz.


--¿Y en la Semana Santa de Córdoba estrena fray Ricardo alguna pieza?

--Yo en Córdoba, este año 2011 solo estreno (siendo cordobés) el bacalao de la hermandad del Cerro, el Domingo de Ramos. En la Rambla, estreno el techo de palio de la bellísima dolorosa de Francisco Romero Zafra que acompaña al Nazareno de Juan de Mesa.


--¿No cree fray Ricardo que una producción abundante puede ser contraproducente para el artista?

--Eso es como si me dice que si Plácido Domingo canta mucho es contraproducente para él, o que si por ser tan prolijos Goya, Picaso o Murillo son contraproducentes. Hay quien no trabaja en cosas de arte, porque nadie se lo pide, y hay quien hace mucho y siempre aporta ingenio, personalidad irrepetible en cada obra. Yo no tengo repeticiones, si bien lo mismo que a Goya, se lo descubre, se descubre al sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda, también se descubre lo que es de Juan de Mesa, aunque no tenga documentos de ello el dueño, por la línea de ejecución, siendo pieza distinta, en todo. Mis cosas de la Semana Santa de Córdoba son todas distintas ¿qué tienen que ver el palio del Rosario con el palio de mi Virgen de los Angeles de Capuchinos?, ¿qué el de la Merced, con la Encarnación o el de la Virgen del Buen fin? Puede haber siete chalets distintos y bellos, aunque todos estén compuestos de cemento, ladrillos, hierro. La obra artística es el todo y si hay algún extraño, un algo diferente, es cuando choca. En las cofradías hay muchos chapús de estos por falta de una tajante y única dirección artística de una única persona creadora. Todo lo mucho que hay de fray Ricardo es diferente en las posibilidades económicas que en ese instante tuvo cada hermandad y en las posibilidades siempre de lo que Córdoba quiera y quiso poner cuando se hicieron.


--Su última gran obra para Córdoba ha sido el manto de la Virgen de la Paz ¿satisfecho?

--El manto mío, precioso, de la Paz podría haber sido mejor, pero la junta de gobierno me encasilló en una idea obligada, y luego una vez dibujado por mí en el convento de Sevilla lo manipuló, la junta le quitó cosas que están en mi original, que varias veces a quien ha querido le he mostrado. No me dejaron inspirarme en lo que yo hubiera querido para esa Virgen tan popular y además mi consejo no sirvió de nada, pues dije que debería hacerse en hilo de oro pues en plata todo el mundo me dijo que se pierde el diseño a solo 9 o 10 metros. El nuevo palio no tiene nada hecho por mí, aunque se han basado en las románticas piezas que yo en Sevilla hice en el manto, pero no será palio de fray Ricardo de Córdoba. La verdad es verdad y Córdoba debe saberlo para que nadie me adjudique lo que no sea en verdad mío, de mi inspiración, e igualmente que tampoco nadie me quite lo que es mío.


--¿Cómo le gustaría que las futuras generaciones recordaran a fray Ricardo

--Como una parte de un todo dentro de Córdoba pero sin quitarme nada de lo que es mío, y con mi esfuerzo generoso y desinteresado, que siempre he demostrado por esta ciudad.





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