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sábado, 27 de julio de 2013

25 años del Señor de la Humildad y Paciencia de Hinojosa del Duque

Aún recuerdo, como si fuera ayer mismo, aquella noche de julio, cuando yo era un niño, cuando mi madre me dijo: “vamos pal Convento, que hoy bendicen un Cristo que han traído pa la Cofradía”. Y recuerdo una Iglesia del Carmen abarrotá, y a los carmelitas que aquí siempre habitaron: el padre Tarsicio, el padre Jurado, fray Manuel, fray Simón, … y recuerdo, como cada amanecer desde entonces, tu mirada serena y profunda, tu paso firme, tu esencia cautivadora, tu dulce nombre: Señor de la Humildad y Paciencia. Recuerdo tu silueta bailando en el aire entre nubes de incienso. Te recuerdo vestido de morado porque así te trajeron. Sobre una pequeña parihuela, al terminar la eucaristía de tu bendición, te recuerdo paseando por las calles de nuestra parroquia carmelita de S. Sebastián.


Desde aquel julio, ¡cuántas estaciones de penitencia!, veinticinco ni más ni menos, un sinfín de mágicos recuerdos, de lágrimas en los ojos al contemplarte por las calles de Hinojosa, ¡cuántas oraciones hemos depositado en tu mirada alzando nuestros ojos al Cielo!.

Recuerdo que te vistieron de blanco cada Miércoles Santo, y se llenaron las calles de capirotes blancos a las diez de la noche. Y recuerdo aquel Martes Santo de 2005, cuando por fin los hermanos nazarenos del Convento recibimos el escapulario del Carmen como insignia y emblema de nuestra espiritualidad, y desde entonces Tú también llevas el escapulario del Carmen en tu pecho.


Desde aquella primera vez, cada año más y más niños, más y más nazarenos te acompañan en la estación de penitencia los Miércoles Santos, hasta la luna quiere ser tu nazarena blanca.

Y, como no podía ser de otra manera, en el mes carmelita, en el julio de Nuestra Madre del Carmelo, saldrás a las calles para bendecir a tus hijos e hijas de Hinojosa, visitarás a los ancianos de la Residencia de Jesús Nazareno, confortarás a nuestros enfermos al pasar. Te pediremos la Paz para nuestro mundo, el consuelo y el trabajo para nuestros parados, el alimento para nuestros pobres, la serenidad para afrontar nuestros problemas, la solidaridad para compartir nuestros bienes, la salud para nuestras familias, y la Esperanza de un futuro mejor para nuestro planeta.


Nos vemos todos el próximo sábado, 27 de julio, a las 10 de la noche, por las calles de Hinojosa del Duque. Será una noche mágica. Será la noche del Cautivo, del Señor de la Humildad y Paciencia.

Os espero entre nubes de incienso y al compás de marchas de Semana Santa.




Fernando Barbero García,
un hermano de la Misericordia.






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