Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Esperanza, María Santísima de la Concepción y San Juan Evangelista. (Silencio).
A mediados de la década de los años 50 se crea en la Parroquia de la Inmaculada Concepción la Hermandad del Silencio, tal y como es conocida popularmente. Su titular es un crucificado muerto del año 1945 realizado por los talleres de Olot (Gerona) que adoptó la advocación de Cristo de la Esperanza. Comenzó procesionando en la tarde del Viernes Santo y siempre se caracterizó por realizar una austera estación de penitencia, que propiciaba un clima de respeto en el público que asistía a ver la procesión. La cotitular de la Hermandad del Silencio llega a la ciudad en el año 1938, y aunque no se tiene constancia de su autoría ni fecha de creación, se sitúa a finales del siglo XVIII o principios del XIX. Luis Mañasco Lara, uno de los fundadores de la Hermandad, la ha restaurado dos veces (finales del siglo XVIII ó principios del XIX).
En el año 1993 cambia el día de su estación de penitencia a la madrugá del Viernes Santo, saliendo a las 00:00. Un año después traslada su residencia canónica a la Parroquia de San Pío X, donde se encuentra actualmente. En el año 1995 una imagen de San Juan Evangelista de autoría desconocida y también restaurada por Mañasco comienza a acompañar a María Santísima de la Concepción. En el año 2002 el sevillano Navarro Arteaga realiza una nueva talla de un crucificado, que sustituye a la anterior y que es la que procesiona actualmente. En 2006 la Hermandad pasa a procesionar el Lunes Santo dejando la madrugá del Viernes Santo desierta, pero completando así todas las jornadas de la Semana Santa linense.
Ni que decir cabe que ambos pasos procesionan acompañados por un trío de música de capilla y la Hermandad se caracteriza por realizar una estación de penitencia sobria y austera. Como curiosidad cabe destacar que el palio de la Virgen de la Concepción es de los denominados de cajón, y que es el único con esta característica en toda la comarca del Campo de Gibraltar.
José Barea