La comitiva acortó el recorrido a la altura de la calle Carlos Rubio. La salida de la imagen pone fin a las fiestas de la Reina de la Plaza.
La amenaza de lluvia impidió ayer el normal desarrollo de la procesión de la Virgen del Socorro, que a mitad del recorrido tuvo que retornar a la ermita del Arco Bajo donde recibe culto.
Con unas dudosas previsiones meteorológicas, la cofradía decidió ponerse en la calle, así a las siete de la tarde la cruz parroquial estaba en la puerta de la ermita para dar comienzo la procesión gloriosa de la Virgen del Socorro.
Poco después, la Reina de la Plaza se encontraba ya rodeada de sus barrio. La Virgen lució exornada con clavel blanco salpicado de alguna vara de nardos que daba el característico olor que cada año acompaña la procesión de la Virgen.
En cuanto a la imagen, su vestidor, Eduardo Heredia, eligió un tocado de hojilla de oro que le enmarcaba el rostro, y cuyo color plomizo destacaba sobre el terno blanco que llevaba la Virgen.
A los sones de la banda de música de Nuestra Señora de la Estrella la Virgen del Socorro comenzó su caminar para cruzar un año más la plaza de la Almagra en dirección a San Pedro. Fue a la altura de la calle Carlos Rubio cuando una sutil, pero amenazante, lluvia empezó a poner nerviosos a los responsables de la corporación gloriosa que finalmente decidieron retornar a la ermita ante la posibilidad de que la lluvia pudiera cobrar intensidad.
Una dolorosa decisión, si tenemos en cuenta que la hermandad este año ha hecho un considerable esfuerzo para poder llevar a cabo la procesión de la Virgen por las calles de la ciudad.
Cabe recordar que los gastos de la misma se han sufragado con donativos de hermanos y devotos de la imagen ante la mala situación económica que desde hace algunos años atraviesa la centenaria cofradía.
Con esta accidentada procesión se pone fin al mes del Socorro que se abrió con el tradicional pregón de las fiestas que este año estuvo a cargo del subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, acto al que siguió el tradicional besamanos y triduo a la imagen.
