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martes, 17 de septiembre de 2013

La Pasión según la Mezquita

Ha desbordado todas las previsiones. Cuando la Agrupación de Cofradías de Córdoba aprobó el pasado 14 de mayo celebrar un Vía Crucis con motivo de la declaración del Año de la Fe por el Papa Benedicto XVI poco se imaginaba que tendría la repercusión que ha tenido para la ciudad, no sólo a nivel religioso y cultural sino también económico y turístico. La procesión magna celebrada este sábado en esta capital andaluza ha supuesto un acontecimiento único y extraordinario no sólo por lo histórico de la cita sino también por los pingües beneficios que de ella han obtenido el sector hostelero y los comerciantes.

Los hoteles han colgado el cartel de ‘No hay habitaciones’ este fin de semana. Y ello a pesar de que las previsiones meteorológicas iniciales no eran nada halagüeñas. Los días previos, la previsión era de tormentas y auguraban una probabilidad de lluvia del 75 por ciento, que se fue reduciendo hasta el punto de que no ha caído una sola gota y, además, ha hecho un calor sofocante. El tiempo, por tanto, ha acompañado a las cofradías participantes a regodearse como no lo hicieron la pasada Semana Santa, cuando la lluvia deslució los días grandes.

Con la llegada de 200 autobuses a Córdoba no sólo de las ocho provincias de Andalucía sino de toda España y una previsión de visitas en el entorno de la Mezquita –que es por donde, de forma excepcional ha discurrido la carrera oficial- de 180.000 personas, al Ayuntamiento no le quedó más remedio que aprobar un plan especial de seguridad y movilidad.

Unos 300 efectivos entre policías, bomberos y miembros de protección civil velaron por la seguridad durante el mayor acontecimiento ciudadano celebrado en la capital hasta la fecha. Prueba de ello es que el Ayuntamiento de Córdoba autorizó a los bares y restaurantes a mantenerse abiertos hasta dos horas más del horario habitual. La carrera oficial se cortó totalmente al tránsito de coches y personas. De hecho, los vehículos no podían circular por ella desde horas antes de la entrada de la primera cofradía.


El sector de la hostelería ha sido el gran beneficiado, pues ha podido recuperar parte de las ganancias perdidas durante la pasada Semana Santa, cuando la lluvia caída mermó sus economías. También la propia Agrupación de Cofradías ha obtenido ingresos por la organización de este Vía Crucis tras instalar unas 8.000 sillas en el recorrido oficial que ha vendido en su totalidad.

Y es que en principio solo los que pagaron (entre seis y diez euros) podían ver la secuencia completa de la Pasión de Cristo, desde la Oración en el Huerto hasta el Señor Resucitado, a través de 18 pasos colocados en orden cronológico. Sin embargo, el cortejo llevaba cierto retraso con respecto al horario marcado por la Agrupación de Cofradías, al parecer, según dicha institución, porque se colaron personas en el recorrido común ocasionando problemas con las sillas alquiladas. Hubo personas que se quejaron de que los sitios que habían comprado estaban ocupados.

Retraso en el regreso

El resto de personas que no alquilaron sillas o se colaron tuvieron que conformarse con presenciar los traslados de las hermandades desde sus templos de origen o desde las iglesias desde las que salieron en procesión. El cortejo cofrade estuvo compuesto por más de 3.000 personas.

El Vía Crucis comenzó cuando todos los pasos se encontraron en el entorno de la Puerta del Puente y el rezo estuvo dirigido por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Una vez estuvieron todas las cofradías participantes en el interior de la Mezquita Catedral, el prelado cordobés pronunció una homilía, tras lo cual, cada hermandad inició el regreso a su templo, con cierto retraso.

Las hermandades han llevado acompañamiento musical durante su recorrido, pero tuvieron que prescindir de él durante el recorrido oficial, con la excepción del Cristo del Remedio de Ánimas, que sí pudo realizarlo con el coro de hermanos entonando el Miserere, y también Nuestra Señora Reina de los Mártires, única Dolorosa bajo palio de la magna procesión. Precisamente antes de iniciarse el rezo del Vía Crucis tuvo lugar una ceremonia en honor de los Santos Mártires.

Todo ello fue cubierto informativamente por unos 80 medios de comunicación acreditados y pudo seguirse en directo a través de varias televisiones, entre ellas María Visión, permitiendo así que el Vía Crucis Magno de Córdoba pudiera seguirse en Estados Unidos y Latinoamérica. Córdoba se ha convertido en epicentro de la Exaltación este fin de semana, donde se han celebrado actividades paralelas, como un pasacalles de una treintena de bandas de música y agrupaciones musicales.


Escrito por Toñi Caravaca para El Mundo







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