Hasta 90 personas contribuirán a que el paso de las hermandades y el cumplimiento de horarios sea el correcto, a tenor de lo proyectado desde la Agrupación de Cofradías, que colocará a 18 colaboradores en los cortejos, los cuales llevarán además «entre tres y cuatro personas» de la propia corporación que estarán coordinados con el resto con «walkies» según explicó a ABC uno de los vocales de Estación de Penitencia de la Agrupación, Antonio Galán.
Todas estas personas estarán coordinadas a su vez por un jefe de grupo, cada uno de los cuales tendrá a su cargo a varias cofradías, y contarán con el apoyo tanto en la Cruz del Rastro como a la entrada y salida de la Catedral de otras dos personas que tendrán capacidad para resolver conflictos.
Cumplimiento de horarios
Sobre el cumplimiento de los horarios Galán reconoció que «ése es el gran problema que tenemos» ya que controlar a 18 cortejos no es como hacerlo con los cinco o seis. Por ello, apeló al «compromiso» de las hermandades por cumplir a rajatabla lo establecido. «Siempre puede haber algún problema pero tengamos buena fe. Nosotros queremos ser puntuales», añadió. En cualquier caso, de producirse algún retraso, será comunicado a todas las hermandades para que actúen conforme sea necesario para evitarles grandes parones.
Precisamente en este punto y en las calles previas es donde más necesaria se hará la colaboración de los servidores que irán con cada hermandad. Y es que antes de entrar al itinerario oficial las cofradías deberán desprenderse de los hermanos de luz que excedan de los veinte permitidos y de las bandas. Para evitar una gran aglomeración en la Cruz del Rastro, se ha acordado que todos ellos abandonen la procesión en tres puntos distintos. Las bandas y hermanos de luz «sobrantes» de las hermandades que lleguen por Cardenal González se irán a la altura de la calle Rey Heredia; los de las cofradías que bajen por San Fernando abandonarán los cortejos en el Arco del Portillo, mientras que los que lleguen por Lucano se retirarán en la plaza del Potro.
Por otro lado, la Agrupación tendrá cien metros reservados en la Ronda de Isasa a partir de la Cruz del Rastro para organizar el cortejo del Via Crucis. A este recinto no entrarán público alguno aunque sí los costaleros de refresco, que harán aquí los pertinentes relevos.
Un aspecto de difícil cumplimiento será la salida de la Catedral de una hermandad cada cuatro minutos, como está previsto. Para conseguirlo, Galán indicó que los pasos se colocarán en el interior del templo según orden de salida y que a la derecha de donde estén las imágenes se formarán sus cortejos para evitar retrasos (cortejos de veinte cirios). Otro caso peliagudo será la reincorporación de los hermanos de luz que no hayan podido entrar a la Catedral y que se unirán a sus hermandades una vez que éstas salgan ya a la calle y hayan pasado unos metros de las Puertas del Perdón y Santa Catalina.
Para facilitar todo este flujo así como controlar el acceso del público a los lugares reservados habrá unos veinte trabajadores de seguridad privada que ha contratado la Agrupación y que apoyarán a los agentes policiales.