Se trata de ayudas económicas que deberán devolverse a la corporación sin plazo ni interés.
A necesidades nuevas, respuestas nuevas. La hermandad de los Dolores del Cerro sale al auxilio de uno de los colectivos que más están padeciendo la crisis, los estudiantes. La cofradía más joven del Martes Santo ha puesto en marcha un programa de ayuda al estudio destinado a aquellos de sus hermanos que estén cursando estudios de Primaria, Secundaria o Universitarios (se excluyen los Máster) en este curso académico y cuyas familias no puedan hacer frente al pago de sus matrículas.
De este modo, las ayudas económicas que otorgará la hermandad han sido concebidas como una subvención “puntual y reintegrable” sin intereses ni plazos de devolución, a fin de que su importe pueda ser devuelto a la corporación una vez que la disponibilidad económica de la unidad familiar sea suficiente o el beneficiario comience su vida laboral. Es decir, no se trata de becas a fondo perdido, sino que el estudiante o su familia se hacen responsables de reintegrar la ayuda. “Esta forma de proceder –explica la hermandad– obedece a la necesidad de asegurar la existencia de un capital cada vez mayor de forma que a la cantidad asignada para este programa en cada presupuesto anual de la hermandad, se puedan sumar los reintegros recibidos, de forma que el montante disponible cubra en cada convocatoria el mayor número de solicitudes posibles”, creándose lo que el hermano mayor, José de Anca, denomina “una cadena de favores”.
Para éste su primer año de funcionamiento, la junta de gobierno ha asignado una partida presupuestaria de 6.000 euros. Los solicitantes de las becas podrán presentar sus solicitudes hasta el próximo 31 de marzo y entre los requisitos de la convocatoria se exige que la familia en cuestión “acredite la situación de necesidad a través de un informe emitido a esis fectos por la Delegación de Asuntos Sociales que corresponda por situación geográfica”.
Para aspirar a estas ayudas, en los casos de Primaria, Secundaria y Bachillerato, el alumno no podrá estar repitiendo curso ni tener más de dos asignaturas suspendidas del año anterior. En el caso de Enseñanzas superiores, y a partir del segundo curso, el estudiante tendrá que haber superado el 80% de los créditos del curso anterior.
La junta de gobierno nombrará una comisión de valoración para baremar todas las solicitudes presentadas y determinar los beneficiarios de las ayudas. Entiende la hermandad que “ante una situación como la actual, en la que las familias están perdiendo sus viviendas por no poder hacer frente a los pagos y se ven obligadas a recurrir a instituciones como Cáritas, las hermandades y ONG’s para poder subsistir, es lógico que los estudios de los hijos se queden, muy a pesar de todos los miembros de esas familias, en un segundo plano, algo que a la larga pesará a toda la sociedad que puede ver como es arrastrada nuevamente a la incultura y el analfabetismo, germen este de discriminación y explotación”.
El hermano mayor del Cerro explica que su hermandad se decidió a poner en marcha este nuevo programa de acción social cuando durante el reparto de papeletas de la pasada Cuaresma “tuvimos que afrontar casos de este tipo con rostro y nombres y apellidos”. “Cuando nos percatamos de la existencia de estas necesidades inmediatamente pensamos que la hermandad tenía que apostar por el futuro de sus hermanos, sobre todo a raíz de cómo se ha puesto el tema de las becas con la nueva reforma del Gobierno”, aclara De Anca. Otra hermandad del Martes Santo, Los Estudiantes, fui pionera el curso pasado en ofrecer ayudas a universitarios en riesgo de exclusión.