Ocho cofradías participaron en el evento para celebrar en la calle el Año de la Fe.
Una tarde de pasión y oración. Miles de personas llenaron el sábado las calles de La Rambla para participar en el Via Crucis Magno que congregó a un total de ocho hermandades de Semana Santa. El Paseo de España convirtió al municipio en una particular Jerusalén alfarera que contempló sin descanso a las imágenes de su devoción.
Jesús Nazareno y el Santísimo Cristo de la Expiración, las imágenes que despiertan un mayor fervor popular en la población, llegaron juntas al paseo. El Nazareno, obra de Juan de Mesa, había salido de su templo en torno a las cinco de la tarde y arrastraba tras de sí a un inmenso gentío. Por su parte, el Cristo salió tan sólo media hora después desde el convento de los Trinitarios. Esta talla ha podido pasear por su pueblo después de tres años sin realizar estación de penitencia el Viernes Santo por la noche por culpa de la lluvia.
Poco a poco en un incesante goteo de sensaciones y miradas terminaron de llenar el recinto las imágenes del Amarrado a la Columna, la Virgen del Desconsuelo, Jesús de la Humildad, el Cristo Yacente y el Resucitado.
La última imagen en llegar fue la del Santísimo Cristo de los Remedios de la hermandad de La Caridad. Esta talla se encargó de marcar el rezo del Santo Vía Crucis.
Música y recogimiento
Aunque el recogimiento y el rezo fue la nota dominante durante el Via Crucis, en los recorridos de ida y vuelta hasta el paseo hubo tiempo para el deleite cofrade con esplendidas «chicotás» por cada uno de los bellos rincones del entramado urbano de la ciudad alfarera.
La nota musical la pusieron las bandas de cornetas y tambores Humildad y Soledad (Santaella-La Rambla) y Santo Rostro de Santaella, la banda municipal Maestro Paco Tenorio de Arriate (Málaga), las agrupaciones musicales Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santísimo Cristo de la Expiración (La Rambla) o la Escolanía San Juan de Ávila de Montilla.
Sin duda, un día para la historia marcado a fuego alfarero en el corazón de los rambleños.
El Nazareno de la Rambla de Juan de Mesa |