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viernes, 4 de octubre de 2013

Entrevista al candidato no oficialista a Hermano Mayor de la Macarena. “No he dado este paso por despecho sino por sentido de la responsabilidad”

Agustín Bello-Conde, candidato a hermano mayor de la Macarena.

Asegura que ha sido leal a su hermano mayor desde el primer día y hasta el último instante. Y que sólo cuando alcanzó a vislumbrar que estaba urdiendo un “golpe de timón” en la hermandad, dejando en la cuneta a la gran mayoría de sus oficiales, se decidió a dar este paso. Agustín Bello-Conde (Sevilla, 1968) cree en la junta de gobierno como un “órgano colegiado” y repite una y otra vez que el hermano mayor de la Macarena no puede acaparar la vara de las capillas y las restantes 15. Por delante le queda una dura labor de pedagogía: convencer a sus hermanos de que su lista es la continuadora de la junta actual. El 10 de noviembre las urnas dictarán sentencia.

–¿Por qué ha dado este paso?

–Porque el hermano mayor no cuenta con su junta de gobierno y desconocemos los motivos. Ante esta situación, lo que aspiramos es a continuar el trabajo que venimos realizando, y no sólo en los últimos cuatro años. Si Manolo va a cambiar a las personas es porque va a cambiar las formas de hacer las cosas. Por nuestra parte, creemos en esta forma de hacer las cosas y es lo que pretendemos seguir manteniendo. Hay que quitarle dramatismo a esto. Los hermanos van a tener dos opciones: una, que es la forma de hacer las cosas como se vienen haciendo, y la otra, que tendrá que explicar Manolo.


–¿No teme que se les tache como la lista de los descontentos o de los expulsados?

–Nosotros ni estamos descontentos ni hacemos esto por despecho, sino por un sentido de responsabilidad. Hay compañeros que ya habían dicho públicamente que no seguían en esta junta de gobierno y que ahora se han embarcado por responsabilidad. No tenemos más interés por estar en la junta de gobierno que no sea trabajar por la hermandad de una forma humilde y honrada como se viene haciendo en la hermandad desde hace más de diez años.

–¿Y cree que los macarenos entenderán esta división en puertas de un año tan importante para la hermandad?

–Esta junta de gobierno ha sido responsable y ha tapado cualquier discrepancia que haya habido dentro de la junta. Si eso no ha salido a Sevilla es por nuestra responsabilidad y porque entendemos que así debe ser. Sé que ahora los macarenos pueden tener esa sensación, pero nuestra labor será explicarles que nuestra candidatura no responde a un tema de enfrentamientos. Estoy seguro que el 11 de noviembre, una vez pasadas las elecciones, todo volverá a la normalidad y habrá una única hermandad.

–La historia juega en su contra. En la Macarena jamás ha ganado una candidatura que no sea la oficialista…

–Aquí cambian las circunstancias. Aunque no esté el hermano mayor, la oficialidad quizás esté más de nuestra parte por el número de personas que han llevado el gobierno de la hermandad. Como siempre se dice, las estadísticas están para romperlas.

–¿Existió en el seno de la junta una pinza interna para impedir que Manolo García solicitara un año de prórroga?

–Le aseguro, y ahí están las actas de la hermandad para comprobarlo, que no ha habido lobby ninguno. Es verdad que a Manolo García se le recomienda a nivel particular que lo mejor para la hermandad era solicitar un año de prórroga. Lo único que se debatió era la forma de pedirlo y la mayoría de la junta entendió que debía ser previa autorización de los hermanos. Las personas que ahora me apoyan nunca han funcionado como un lobby. Todo se vota y a veces se ha estado de acuerdo con los planteamientos que ha hecho Manolo y otra veces al contrario.

–¿En qué errores, a su juicio, ha incurrido el hermano mayor para agriarle la que parecía su segura reelección?

–No soy nadie para señalar los errores. Sí le digo que hablando se entienden las personas y que las situaciones siempre se podían haber solucionado. El hermano mayor era el que tenía la obligación de haber cogido las riendas y haber hecho piña en momentos de división y eso sí es verdad que no lo ha hecho, independientemente de si fuera su culpa o no.

–¿Cree que se ha politizado mucho la hermandad en estos años?

–La hermandad tiene que estar por encima de los políticos. Es verdad que Manolo, por su carrera política y su vinculación al PP, tiene amistades, pero no entiendo que la hermandad se haya politizado. Es verdad que hemos recibido mucho apoyo del Ayuntamiento, ahora mismo del PP, igual que en tiempos de Juan Ruiz Cárdenas lo recibimos de un Ayuntamiento que era del PSOE. La hermandad de la Macarena tiene que estar por encima de la política sí o sí.

–¿Usted era partidario de colocar el monumento a Juan Pablo II en el atrio?

–Ese cabildo de oficiales me cogió de viaje de trabajo. La propuesta se votó y la junta, colegiadamente, no lo consideró. Si no salió es porque no habría que ponerlo.

 –Si gana las elecciones, ¿estaría dispuesto a modificar el recorrido de la hermandad por el bien de la Madrugá?

–Todo es mejorable, pero creo que en la Madrugá debemos buscar otras soluciones antes de plantearnos cambiar un recorrido. Modificar el recorrido de la Macarena es relativamente complicado. No creo que el problema de la Madrugá sea que la Macarena se mueva o no se mueva. Por lo que a nosotros respecta, intentaremos adelantar un poco la entrada.

–¿La Anunciación es innegociable?

–Para esta candidatura el renunciar a la Anunciación tendría que ser por una imposición que nos hicieran. Repito, la Madrugá puede tener otras soluciones que no sean la de mover a la Macarena.






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