La hermandad se ha ocupado de eliminar la grieta que apareció por unas obras próximas.
Muchos buscaban todavía a Jesús Caído y a la Virgen de la Soledad en su amplia capilla barroca, a la izquierda del crucero, y todos, desde 2004 hacia aquí, se encontraban un espacio acotado, sin imágenes, y con grietas bien visibles. Desde ayer esa imagen pasa a la historia y se recupera la tradicional. Las imágenes titulares de la popular cofradía de San Cayetano volvieron ayer a su capilla histórica, que habitan desde el siglo XVIII, nueve años después de que tuvieran que dejarla por la profunda grieta que había aparecido como consecuencia de unas obras en un edificio contiguo.
Una misa solemne sirvió para celebrar la reposición de las imágenes en su espacio tradicional, gracias a unos trabajos de restauración financiados sobre todo por la cofradía de Jesús Caído, cuyos hermanos mostraron ayer su satisfacción por ver a sus titulares en su lugar.
De hecho, en los últimos presupuestos se dedicó el 90% del presupuesto de la cofradía a este trabajo, que tiene dos fases. La primera es la que ahora acaba de terminar, y que ha consistido en afianzar la estructura, tapar las grietas existentes y restituir la mayoría de los elementos perdidos. Con esta actuación, que garantiza la seguridad de la zona, las imágenes han podido volver a la capilla, bendecida en 1736 y completada en 1742 con el retablo que se hizo ex profeso para la imagen de Nuestro Padre Jesús Caído.
Para una segunda fase quedará la parte artística de la restauración, es decir, la restauración de los muros, retablos, yeserías y pinturas, que forman una de las capillas más hermosas de aquellas que cobijan a titulares de las cofradías cordobesas.
Se cierra así un capítulo que comenzó hace nueve años con unas obras en un solar próximo a la capilla, para construir bloques de viviendas y dos sótanos de cocheras. El terreno cedió levemente y ello provocó las grietas y pequeños desprendimientos que obligaron al traslado de las imágenes a otra capilla.
La empresa que se encargó de aquellas obras, con sede en Marbella, terminó por desaparecer y es la cofradía quien ha tenido que ocuparse de financiar la restauración.
Recordatorio La tercera caída