Las del próximo domingo serán, sin duda, las elecciones a hermano mayor de la Macarena más participadas en los más de cuatro siglos de historia de la antigua Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza. Si hace cuatro años, en el cara a cara entre Manuel García y Juan José Morillas, se contabilizaron un total de 2.540 votos, dentro de siete días se espera que sean más de 3.000 los hermanos macarenos que acudan a su cita con las urnas, una cifra de participación inédita en los comicios de cualquier hermandad sevillana.
Más de 9.900 hermanos, de los cerca de 13.700 inscritos en la nómina de la corporación de la Madrugá, están llamados el próximo día 10 a elegir el nombre de la persona que pilotará el timón de la Esperanza en un momento clave en su historia contemporánea, como el que se vivirá el próximo año con motivo del cincuentenario de la coronación canónica de la Macarena (1964-2014), cuyo acto central será la celebración el 31 de mayo en la Plaza de España de una misa estacional presidida por el paso de palio de la Virgen de la Esperanza y a la que se espera que acudan más de 20.000 personas.
¿A quién le corresponderá el honor de portar la vara de las capillas en ese día para la historia? El actual hermano mayor, Manuel García (Sevilla, 1933), y su hasta ahora consiliario tercero, Agustín Bello-Conde (Sevilla, 1968), son los dos aspirantes. De los 15 componentes de la actual junta de gobierno macarena, García se lleva consigo a cinco oficiales, mientras que Bello-Conde incorpora a su lista a siete de sus actuales compañeros y suma además el apoyo del actual teniente de hermano mayor, Álvaro García-Carranza, quien ha prefrerido apearse del tren electoral. Uno y otro se arrogan el título de candidatura oficialista.
Las elecciones darán comienzo el próximo domingo a la conclusión del cabildo general ordinario de cuentas que secelebrará en la Basílica de la Macarena a partir de las 9.00 horas, en segunda convocatoria. Acto seguido dará comienzo en las depenencias de la casa de hermandad el cabildo general de elecciones, para cuyo desarrollo se dispondrán cinco mesas, al igual que hace cuatro años.
Más allá de los proyectos expuestos por ambos candidatos –el núcleo duro de sus propuestas ha basculado en torno a la necesaria remodelación de la casa de hermandad y las obras de adecuación de la denominada capilla chica (zona de acceso al camarín de la Virgen)–, la campaña electoral estuvo marcada en sus inicios por el reproche de Manuel García a sus oponentes de gestar su candidatura “hace un par de años” aprovechando un serio bache de salud que a punto estuvo de mandarle, según su propia expresión, al “barrio de los callaos”. Un golpe bajo de García que fue replicado desde la otra trinchera a través de una carta hecha pública por el actual teniente, Álvaro García-Carranza, en la que tachada de “inexplicables, alejadas de la realidad e injustas” las declaraciones de su hermano mayor.
Otro de los caballos de batalla de esta campaña ha girado en torno a conocer si, como ha sostenido Manuel García durante todo este tiempo, sus compañeros de junta rechazaron una supuesta petición de prórroga de un año solicitada por el hermano mayor para capitanear los actos del cincuentenario de la coronación. Ayer mismo, la candidatura de Bello-Conde hacía público un comunicado en el que, bajo el título La verdad, más cerca, ponía en evidencia un “repentino cambio de versión” de García a este respecto, ante la amenaza de algún hermano de acudir a Palacio para acceder al acta de ese cabildo y desenmascarar la verdad. Los de Bello-Conde denuncian haber sido objeto de “una campaña de desprestigio sin precedentes en la historia de nuestra querida hermandad”. “Calificados de desleales y traidores, hemos tenido que soportar que se nos retirara el saludo o que se cuestionara nuestra integridad”, aseguran, y concluyen señalando que “la hermandad de la Macarena tiene derecho a estar presidida por un hermano mayor cuya sinceridad y veracidad no se pongan en duda”.
En uno y otro bando confían en la victoria. Manolo García parece partir con ventaja en las quinielas, sobre todo después de meter esta semana a 650 hermanos en el acto de presentación de su candidatura, “mucho más de lo esperado”, e incluso cuenta con un equipo de colaboradores de más de 200 hermanos dispuesto a movilizarse al máximo a la caza del voto dentro de siete días. En el lado de Bello-Conde mantienen que hay muchos hermanos que no se han pronunciado públicamente: es el “voto del miedo”, una bolsa de votantes con la que cuentan.
Recordatorio Si la Macarena estorba, buscamos otra Madrugada