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martes, 10 de diciembre de 2013

Apertura del año Jubilar: Consolación de Utrera ya recibe a los peregrinos

Coincidiendo con la festividad de la Inmaculada, el santuario de Consolación de Utrera ha acogido la solemne apertura del Año Jubilar Consolación 2014, que se extenderá hasta el 8 de diciembre del próximo año. El jubileo ha sido concedido por la Santa Sede para celebrar el 50º aniversario de la coronación canónica de la patrona de Utrera, que tuvo lugar el 1 de mayo de 1964 en la Plaza del Altozano.

De esta manera a partir de las 17.00 horas las miradas se concentraban en el santuario de Consolación, donde se celebraba el pontifical de apertura, que ha sido presidido por el arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo. La ceremonia comenzaba a las puertas del propio templo, donde el hermano mayor de la hermandad de la Virgen de Consolación, Salvador de Quinta era el encargado de dar lectura al decreto a través del cual la Santa Sede ha otorgado el Año Jubilar a Utrera. Seguidamente llegaba uno de los momentos más simbólicos de la tarde, cuando Asenjo golpeaba con su báculo las puertas del santuario, que se abrían de par en par para comenzar la eucaristía.

En el pontifical han estado presentes numerosas autoridades civiles, militares y eclesiásticas entre las que se encontraban el vicario episcopal de la zona este, los párrocos de Utrera, el coronel jefe de la base área de Morón de la Frontera, el jefe de la comandancia de la Marina de Sevilla, el alcalde de Utrera y miembros de la corporación municipal, así como hermanos mayores de las hermandades de Utrera, representantes del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y los hermanos mayores de las hermandades sevillanas de La Macarena y La Sed.


La eucaristía, que ha contado con el acompañamiento del Coro Auxilium, ha tenido muchas partes cantadas y ha sido en la homilía, cuando el arzobispo de Sevilla ha dedicado unas cariñosas palabras al Año Jubilar y a la propia Virgen de Consolación. «Estamos convocados a renovar nuestra fe en Cristo en este Año Jubilar. María es la nube que nos conduce de día, es la luz que alumbra nuestras oscuridades interiores, es la señal magnífica y deslumbrante, María nos guía a Cristo».

Juan José Asenjo aseguró que «la Virgen de Consolación contempla esta tarde con dulzura a sus hijos, vela por nosotros. Que la Virgen de Consolación sea el centro de nuestros pensamientos, el norte de nuestros anhelos, el apoyo de nuestras luchas y el bálsamo de nuestros sufrimientos». También le pidió a la patrona de Utrera por «la Iglesia, por el Papa, sus prelados, por nuestras familias, por los ancianos, para que aliente al alcalde y su corporación en estos momentos difíciles y por Utrera para que el Año Jubilar convierta vuestros corazones».

Una ceremonia que también ha contado con el encendido de la famosa lámpara de Consolación y en la que el arzobispo despedía a todos los fieles afirmando que «la finalidad del Año Jubilar no es que Utrera consiga fama, la tiene ya suficientemente acreditada en la comarca. No buscamos intereses turísticos ni económicos, lo que buscamos ante todo es nuestra conversión, que seamos mejores cristianos».

El final de la tarde llegaba con otro de los momentos más bonitos de este inicio del Año Jubilar, cuando Enrique Montoya «Candela», a los pies del altar de la patrona de Utrera, ayudado solo por las cuerdas de su guitarra y su voz, deleitó a los presentes con una preciosa «zambra», dedicada a la Virgen de Consolación, obra del músico Francisco Guerrero, músico que también compuso la melodía del himno de la coronación del año 1964.

De esta manera se ha dado el pistoletazo de salida a un Año Jubilar que traerá intensos momentos para el pueblo de Utrera, ya que de nuevo será el santuario de Consolación el lugar que se convertirá en el centro de todas las miradas, recibiendo a cientos de peregrinos que se acercarán en búsqueda de la indulgencia plenaria. 

Ceremonia de apertura de la puerta








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