Anoche cuando dormía
tuve un sueño tan hermoso,
que no quería despertarme
del mundo maravilloso
que se creaba en mi mente,
quise ponerle un cerrojo
para que no se escapara
cuando se abrieran mis ojos.
Dios había nacido en los corazones
y echó las tristezas
sembrando sólo ilusiones;
y la buena gente de todos los pueblos
aclamó cantándole un villancico
al Rey de los Cielos.
Canta que ya es Nochebuena,
es Nochebuena de amor,
olvida hermano tus penas
que ha nacido el Redentor;
risas, fiesta y alegría
y sentimientos de Paz,
que surjan de todo el mundo,
vive conmigo la Navidad.
Lo parió María bajo nuestro cielo,
en aquél pesebre
dormido está mi lucero;
y los Reyes Magos, Señores de Oriente,
y muchos pastores con sus presentes
fueron a verle.
Que suenen por los rincones
canciones de Navidad,
que el niño de mis amores
no quiere vernos callar.
Guillermo Rodríguez