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miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Poder de un Martillo

No sé como meterle mano a mis pensamientos en este artículo sin herir a nadie, porque de seguro herirá a alguien sin ser mi objetivo. Pero es que cuando las cosas se complican...

"El poder de un martillo..."; una frase que me hace pensar en lo brutalmente incultos que somos en esto de las Cofradías en este tema. Si, INCULTOS. A mis 18 añitos de trabajaderas ya he vivido muchas mentiras en este mundo del costal. Mentiras "capatazeras" las llamaré.

Conozco al capataz de toda la vida que lo deja por dignidad sabiendo que su tiempo ya ha pasado; al que aferrándose a su cargo monta y limpia de cabo a rabo "su" paso y una vez destituido se da de baja de la "Hermandad de su vida". Conozco al que sigue al pie del cañón vistiendo su túnica; al que se aprovecha de su tirón para destrozar Cabildos antes, durante y después de su nombramiento y destitución. Conozco al que sólo le ponen trabas para hacer lo que ninguno antes logró hacer por ese paso, al que se cree que es alguien por el simple hecho de ser capataz, conozco... puff mil casos... y al final siempre pasa lo mismo, con el tiempo muy pocos se acuerdan de quién fue tal señor que tuvo en su mano el llamador... pero durante sus años de influencia hacen y deshacen a su antojo aprovechándose del poder de ser el líder de un grupo de influencia de una cofradía.


Y ahí es donde somos unos incultos totales. Tiene DELITO que en una cofradía se haga lo que digan LOS costaleros. Tiene DELITO que estos tengan el poder de elegir el presente y futuro de una cofradía. Os diréis ¿y por qué somos incultos? Pues porque en una cofradía los costaleros somos una minoría ínfima, pero como el resto de hermanos "pasan" de ir a los cabildos porque al final "siempre se hace lo que dicen los costaleros"...

Mal asunto si nos fiamos de lo que determinemos un puñado de hombres guiados por el amor/odio/gusto/verdad/mentira/situación/trabajo/desidia de un capataz; mal pero mal que vamos. Parece que los costaleros tenemos el poder de unir o desunir una cofradía.

Yo lo tengo claro, NO. Me niego a ser pelele de nadie, nunca lo fuí, por eso espero que todos aquellos que lean estas lineas sepan que una cofradía se trabaja durante todo el año y ese es el trabajo que cuenta, no el de ningún capataz, por muy buena persona que creas que es, porque seguro que se podría encuadrar en uno de los ejemplos de arriba... seguro.

Así que a los costaleros que vemos peligrar el sitio debajo del paso por un cambio de capataz, no debemos dejarnos manejar, porque nuestro sitio nos lo ganamos con nuestro trabajo, en los ensayos, no con la amistad con el capataz, porque si el sitio es por amistad... retirarse es lo mejor que podemos hacer, porque entonces no servimos para esto.

Jesús Bastante



Recordatorio El Movimiento Cofrade






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