La resiliencia, es según el diccionario de la RAE la “capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación”, y también la define como “capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”.
Resiliencia es la capacidad que tiene un varal, para una vez flexionado por el golpe al costero realizado por los costaleros al andar, y una vez emprendido el movimiento hacia el lado contrario, la capacidad que tiene el mismo para volver a enderezarse y prepararse para repetir la acción en el lado contrario.
Los herreros antiguos, para probar la capacidad de un material a la resiliencia lo sometían a un contundente golpe contra el yunque, si se “quejaba”, por fractura, se decía que tenia mucha resistencia pero poca resiliencia.
Sin saberlo he dado un golpe en el yunque, y lo que se ha partido ha sido el yunque, y ahora ya no se si será resistencia o resiliencia.
Aquí es donde me embargan muchas más dudas, ¿Seré resistencia?, voy y leo nuevamente en el diccionario, que resistencia es “Conjunto de personas que, clandestinamente de ordinario, se oponen con violencia a los invasores de un territorio o a una dictadura”
La tranquilidad me inunda de nuevo, no soy clandestino, ni ordinario, no creo en la violencia, ni en las medidas de presión, luego, no voy a ser resistencia.
Entonces… ¡Ya se lo que soy!, soy un hombre con la capacidad de hacer realidad muchos de sus sueños, no soy solo yo, son muchos los hombres que soñamos, y todos absolutamente todos, queremos que nuestros sueños se hagan realidad.
Quiero que mi sueño de igualdad entre hermanos sea la realidad única de mi “hermandad”, y quiero que creyendo, como crees, que te veo como enemigo, te des cuenta de que te veo mucho mejor, te veo como hermano, y que en lugar de ese odio que guardas en el corazón y en la cabeza, te inunde la paz y el amor por tu prójimo, por tu hermano, el mismo que yo siento por ti.
Quiero que no tengas sueños llenos de desencantos, llenos de amenazas, llenos de falsos líderes que disponen de tu pluma, ni llenos de eternas e inútiles campañas de captación de simpatizantes, no quiero que vivas en esa eterna pesadilla.
Vente a este lado de la vida, que es más real, aquí puedes hacer lo que de verdad te dicte tu voz interna, es más hasta podemos discutir los dos, sin necesidad de que nuestros abogados estén presentes, parece increíble, pero es del todo cierto.
En este lado puedes escribir con libertad sobre lo que te guste, no has de dar mil vueltas para llegar a ningún punto, no has de amenazar a nadie, puedes contar con tus iguales, con todos y cada uno de tus hermanos, puedes pedir y dar ayuda, ¡Qué bueno!, todo gratis sin necesidad de tributo alguno, tiene esto también sus cosas malas, no hay varas de metal, ni cargos, ni brillos, ni poltronas, ni súbditos, en fin, el mundo real es otra cosa, vente.
Te dejo que te entrometas en mis papeles, en mis ideas, en mis acciones, en todo, en todo, menos en mi libertad, ven y verás como te aumentan tres cosas: la resiliencia, la tranquilidad y la libertad.
Antonio Alcántara
Recordatorio El Viejo Costal