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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Una celebración de Justicia

La del domingo era una celebración especial en la sede de los Hermanos de la Cruz Blanca. Las tradicionales migas navideñas tenían sabor a justicia y un nombre propio: el hermano Manolo que, tras tres años de «calvario» judicial por una acusación de abusos y malos tratos a varios de los internos del centro de la que finalmente ha sido absuelto, no podía evitar emocionarse ante las innumerables muestras de cariño y apoyo de autoridades y voluntarios que se acercaron a la sede de la congregación.

«Es hora de poner un antes y un después a todos estos años. De cerrar este capítulo. Hoy lloramos, pero de alegría y es momento de decir que el perdón hace mucho bien y que la herida está cerrada por fin, aunque haya dejado cicatriz», señaló el hermano Manolo que, con una amplia sonrisa, fue el encargado de servir el primer plato de las tradicionales migas de agradecimiento a la labor de cuidadores y voluntarios de su agrupación.

Hasta allí se desplazaron unas 200 personas que destacaron el alivio que ha supuesto el cierre del caso sin sentencias condenatorias. Entre los presentes, los socialistas Soledad Pérez, Juan Pablo Durán, Isabel Baena, Francisco Alcalde y Rosa Aguilar. Pepa Contreras, por parte de IU; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y los ediles del gobierno municipal Luis Martín, Rafael Navas, María Jesús Botella y el alcalde, José Antonio Nieto, por el PP, destacaron que «este día es importante para Córdoba no sólo para los hermanos de la Cruz Blanca. Lo hemos pasado mal y este año es motivo de doble celebración. El proceso ha finalizado como todos deseábamos con la inocencia de quienes fueron injustamente acusados. La Justicia funciona, aunque sea lenta en nuestro país», indicó Nieto.

Pese al agradecimiento por las muestras públicas de cariño, el hermano Manolo no quiso olvidarse «de todos aquéllos que han permanecido en silencio estos años y han seguido contribuyendo a la labor que se realiza en esta casa. Hablo de personas y de instituciones que han velado por el bienestar de los niños y de la obra en donde, gracias a Dios, no se ha roto nada», señaló.

«Hemos sufrido mucho. Hay que limpiar la imagen del hermano Manolo porque se lo merece tras tanto sufrimiento», indicó Miguel Ángel Caracuel, presidente de la Asociación de Amigos de la Cruz Blanca que recalcaba tanto el coste emocional como material que ha tenido este proceso judicial para la congregación. «En estos años, que han coincidido con la crisis económica, se han perdido entre un 15 y un 20% de los apoyos», dijo.

Más allá de la figura del fraile franciscano, el acto de ayer sirvió para agradecer las muestras de apoyo y solidaridad en un año difícil y para dejar detalles como los 5.000 euros recaudados en el desfile benéfico celebrado en el Círculo de la Amistad o el acuerdo con el Córdoba CF para integrar a un equipo de la Cruz Blanca en su fundación. Y es que, como recordó el hermano Manolo, lo importante es la obra y el bienestar y la tranquilidad de los «niños» del centro.










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