LO ÚLTIMO

viernes, 6 de diciembre de 2013

Verde Esperanza: La magia de un palio sobrio

Un callejón a oscuras, sólo iluminado por la luz de la candelería. Un palio de cajón arriado entre la poca gente que cabe en las aceras. Aroma de incienso que anuncia la llegada del paso. Suena el llamador, levantá al cielo que rompe el silencio de la noche. Comienza el redoble de los tambores destemplados, y el palio rompe a andar con el izquierdo. Suenan los primeros compases de Virgen del Valle… Y, lo más importante: Ella, María caminando entre varales.

¿Se imaginan este bello cuadro que les he bocetado? Cuánta hermosura… Siempre digo que los palios encierran una poesía, una magia especial. Ese vaivén de los varales y las caídas del palio, la música dulce, los rosarios chocando contra el metal… Magia.

Los palios de cajón son, en muchas ocasiones, los grandes olvidados en la Semana Santa. No hay mucha gente que aprecie una escena como la descrita en el primer párrafo de este artículo. Los “cofrades” prefieren el bombo y el platillo, el llanto de la corneta desgarrada y el solo de trompeta más largo posible. La riqueza de las Hermandades y Cofradías exige la presencia de palios de este estilo, no se me ocurre una manera más hermosa de transmitir el dolor, la soledad, la tristeza de María que un palio de cajón que vaya como debe ir.



 La riqueza es algo primordial en la Semana Santa desde mi punto de vista. Por definición, la Semana Santa pretende evangelizar al pueblo, llevarle la Pasión de Cristo y el dolor y la esperanza de María. De modo que no podemos ni debemos quedarnos sin que nos llegue el dolor de la Madre de Dios. Y, como comenté anteriormente, no se me ocurre una mejor forma que con palios sobrios, con repertorio musical adecuado para el momento de María que quiere transmitirse. La pena es que el público suele preferir los aplausos, las marchas alegres, el jolgorio de un palio inundando las calles de algarabía. Ojo, que esto no está de más, por supuesto. ¿Qué les voy a contar yo si mi Virgen tiene la advocación de Esperanza? Pero en la contraposición está la riqueza, y tan necesario es el palio alegre como el fúnebre para que nos llegue lo más completo posible la Pasión de Cristo desde la perspectiva de la Virgen María. Por ello, considero imprescindible y amo disfrutar de todos los tipos de palio. He ahí la magia de la Semana Santa: el contraste es riqueza. Y la riqueza es necesaria.

Me declaro un enamorado de los palios de cajón, para muestra un vídeo que se aproxima bastante a lo descrito al comienzo de este artículo. Disfrútenlo, que merece la pena. Seguro que ustedes también se enamoran.


José Barea









Recordatorio Verde Esperanza





Hoy en GdP