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miércoles, 1 de enero de 2014

Balcones del cielo son los ojos de la Esperanza Macarena

La hermandad de la Macarena presenta la película realizada por Colón y Valera con motivo del aniversario de la coronación.

Una película sustentada en la devoción universal a una imagen: la Virgen de la Esperanza. La Hermandad de la Macarena ha querido regalar a sus hermanos y devotos por el aniversario de la coronación canónica una obra audiovisual que pasará a formar parte de su inmenso tesoro artístico. Los nombres de Carlos Colón, director y guionista, y Carlos Valera, editor y realizador, deben quedar indeleblemente unidos a los de Juan Manuel, Elena Caro, Braña, Gámez, Marmolejo, Landa, Bautista, Fernández, Lorca, Sierra, Murube, Buzón, Laffón, Grosso, o García Ramos, Pérez Calvo, Garduño... todos grandes artistas que han contribuido a engrandecer la devoción de la imagen más universal de la ciudad. Esperanza Macarena, Puerta del Cielo viene a engrosar esa colección de obras de primer nivel. 

La película, realizada en alta definición, cuenta en 85 minutos la historia y la leyenda de la hermandad a lo largo de sus cinco siglos, la procesión de la Madrugada, o la devoción de un barrio y una ciudad. Son ocho las partes que componen el DVD, además de una obertura y un final, aunque no están diferenciadas ni por rótulos, ni de ninguna otra manera. "Tiene un orden emocional. Hemos procurado que no tenga un desarrollo lógico", explica Colón. De hecho, el comienzo es la entrada de la cofradía en la basílica de la pasada Semana Santa. Imágenes de la cofradía desecha, en el templo y en la casas, túnicas en las sillas, papeletas de sitio que ya han cumplido su función, plumas de armaos que se guardan... "Es el milagro de la Esperanza. Nada acaba aquí. Todo empieza siempre". El primer capítulo, tras esta obertura, es la Invocación. En ella, el discurso narrativo, puramente emocional, se centra en explicar lo que representa la Virgen para sus devotos. "Hay una forma macarena de vivir la vida: vivirla con esperanza. Hay una forma macarena de enfrentarse a la realidad que da la vuelta a las situaciones peores hasta encontrar siquiera un atisbo de presencia de Dios en ellas, un reflejo de su luz. A esta luz capaz de cambiarlo todo sin que aparentemente haya cambiado nada; a esta luz capaz de convertir las sentencias de muerte en promesas de vida; a esta luz capaz de alumbrar la oscuridad cuando todas las otras luces se han apagado, en Sevilla le llamamos Macarena". 

Nanas del Rosario narra la historia de la corporación. La fusión con la Hermandad del Rosario. La historia como la recogen los libros y la leyenda. Esa que dice que la Virgen del Rosario nació de las lágrimas de la Macarena para recordarle a su hijo, en la hora de su muerte, la ternura de la madre acunándolo en sus brazos, mientras de fondo suena una canción de cuna de Manuel de Falla. Siempre tu barrio te guarde explica el nacimiento de la cofradía, su arraigo, el Hospital de la Sangre y los Basilios, "el milagro creado por el genio de un bordador y el sueño de un barrio. O quizás por el sueño de un bordador y el genio de un barrio". Uno de los dos textos que no es de Carlos Colón, un poema del recordado Juan Sierra, da pie a enseñar cómo un barrio humilde ofrendó lo que no tenía a la Virgen de la Esperanza. 

El Sueño de Juan Manuel son treinta años, los que van del manto de malla (1930) al de tisú (1930), en los que la cofradía y la ciudad se van construyendo a la vez. La que cura toda herida recuerda la labor asistencial a la hermandad. Una vuelta a sus orígenes cuando los basilios fundan la hermandad para llevar esperanza a los enfermos del Hospital de la Sangre. Más de cuatro siglos después, la hermandad vuelve a ese comienzo con la visita que cada Jueves Santo hacen los armaos al hospital. O con la última visita de la Dolorosa, tras la beatificación de Madre María de la Purísima, con la llamada de Antonio Santiago en la que habla del pasado. También se hace un homenaje en estos minutos a los fotógrafos que la han retratado, como Sánchez del Pando, Serrano, Garduño, Haretón, Dihor o Emilio Sáenz. 

El corazón de la película es Balcones del Cielo son los ojos de la Esperanza. Un niño escribió en el libro de devotos, tras pasar por el besamanos de la Esperanza: "Dale un beso a papá". "Nadie ha expresado mejor quien es la Esperanza que ese niño al que la vida hirió demasiado pronto". A través de los ojos de la Esperanza están presentes todos los que se fueron. "Son ventanas de la eternidad a las que quienes nos quisieron se asoman para anunciarnos la gloria en la que viven y nos guardan". Las fotografías de macarenos anónimos, benefactores, artistas, o hermanos mayores, se funden en los ojos de la Virgen. Un texto de Romero Murube cierra esta parte. El séptimo capítulo es Corona, y aporta imágenes inéditas de la coronación canónica. El breve pontificio es leído por el sacerdote Calero de los Ríos. El octavo capítulo es Letanía. El culmen es el amanecer mientras suena El amor brujo. 

Han sido muchas horas de trabajo que se han extendido hasta la última procesión de la Virgen del Rosario. Muchas horas a solas con la Virgen para realizar, por primera vez, un completo estudio de la Esperanza con imágenes en movimiento, utilizando distintas luces que ofrecen unas perspectivas inéditas. Antonio García Barbeito narra los textos con su habitual maestría. Carlos Valera presenta unas imágenes espectaculares y una fotografía muy cuidada, y Carlos Colón firma, una vez más, un guión excepcional. Todo ello queda resumido en esa frase que el niño dirige a la Virgen, sobre la que gira todo: "Dale un beso a papa". Todo eso es la Macarena. Una Virgen con una atracción irresistible.






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