Verán, siempre he sido de una opinión. Más allá de que cada persona tenga una dosis mayor o menor de humildad, vanidad, orgullo, ganas de protagonismo, etc, etc, etc, creo, que lo que principal ha de tener un cofrade, no el bueno, ni el mejor, sino "el cofrade", el de toda la vida, es la educación pertinente. Educación cofrade, claro está.
Hay muchas cosas que me enseñaron mis padres y los que me rodearon en mi niñez, niñez cofrade. De entre todas ellas, hay una que no tuvieron que enseñarme.
Claro está que el cofrade, "como el arbolito, desde pequeñito". Y que el cofrade no puede estar, y más en su niñez, ni ciego, ni sordo. Hay cosas que no se enseñan, que se ven, se aprenden por sí mismo. Pueden darte mil consejos, pero también, hay personas a las que siempre ponen como ejemplo.
Con mis padres, en tertulias cofrades con amigos, han salido muchísimas veces las formas de hacer las cosas de algún que otro Hermano Mayor, persona destacada de esta o aquella Junta de Gobierno, o simplemente, HERMANO con mayúsculas.
Hay HERMANOS, que han donado todo tipo de enseres a su Hermandad.
Hay HERMANOS, que han aportado inyecciones monetarias, y si a nadie se le ha ido la lengua, sólo los allegados de la Junta, el mismo donador y los Titulares, han sido los que se han enterado de este hecho, esta obra.
Qué común era esto en tiempos pasados. Hablo de pasados, y pensarán que no sé lo que pasa en el presente, pero permítanse ustedes observar a su alrededor, seguramente, si han pasado solamente un minuto pensando en salvadores monetarios, o grandes protectores que vienen a traer de su bolsillo mantos dorados, casas de Hermandad como palacios, y muchas más cosas, les han venido a la mente cuatro, cinco, seis... Personas "cofrades" que aparecen como Don Manuel Ruiz de Lopera en sus tiempos de mesías en el Real Betis sevillano.
Antiguamente había Hermandades, recuerdo el ejemplo del Hermano Mayor que fue de la Paz y Esperanza, Don Salvador Hurtado, con unos enseres que necesitaba la Hermandad para su palio, hace ya muchísimos años, en los que pidió una ayuda económica a la gente de la Junta de Gobierno o allegada a la misma para poder sufragar estos. Se pusieron el nombre de dichos donantes en aquellos enseres, que como podemos ver, es un bonito recuerdo, y es un buen ejemplo que podrían tomar hoy en día las Hermandades que pasan por una dura situación económica. Todos juntos, ayudando con lo que se pudiera.
Hoy vemos como hay personas, que nunca en la vida serán recordadas como por ejemplo los Font de Anta. Que creo que, si no nos queman las Iglesias y por supuesto a nuestros Titulares, los nietos de mis nietos, podrán escuchar marchas de estos compositores detrás de algún palio, por una supongo, ya futurista ciudad. No sólo de Córdoba, sino de cualquier parte.
Nunca podrán estas personas ser recordadas por haber realizado ninguna talla policromada, ningún cirial, ninguna naveta, ningún bordado, sea en palio o faldón, ni nada artístico por el estilo.
Hay personas que compran su nombre a base de talonario. Más triste, el que quiere mandar en nuestros grupos cofrades en base a eso mismo, manda mi bolsillo, y como tal, mando yo. Qué peligroso sería esto en nuestros grupos cristianos, donde lo que se predica es la palabra del Señor, que nos enseña que lo único importante es compartir con los demás, y que el dinero, es tan triste cuando no se utiliza para ayudar y hacer el bien al prójimo...
No quiero entrar, en aquellos que son "compositores" de marchas, jugando como dice el gran compositor sevillano Alejando Blanco, jugando con la lenteja en algún programa informático, ni quiero entrar tampoco, en aquellos que quieren ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro. Estas personas, que saben de todo, hacen de todo, y lo único que hacen es hacer quedar mal a su Hermandad por meterse en camisas de no once, sino para ellos casi cien varas, hablan en nombre de Hermandades y luego quedan las Hermandades como quedan.
¡Que es muy importante, que veamos qué emisarios y qué representantes de la Hermandad exportamos al exterior de la misma señores Hermanos Mayores, que pueden dejar a la Hermandad a la altura de una alpargata!
Haz el bien... Y cuéntaselo a mil cien, es el lema de estas personas. Yo he visto en Hermandades, hasta a algunos que han donado formaciones musicales, flores y demás, simplemente por ellos ir de capataces, o tener algún que otro trasfondo para esta donación tan "desinteresada" (a simple vista, claro).
No todo se compra con dinero, y si hay algo que está claro que no es la educación cofrade, porque el que no es cofrade y sólo quiere mandar, se ve a la legua. Nosotros seremos participes y culpables si dejamos que sigan mangoneando a sus anchas en nuestras hermandades. Nosotros, que no se nos olvide.
O los animamos a fundar una peña de pesca o mal nos irá a todos.
Sigamos teniendo como ejemplo para nuestros hijos y amigos a esas personas que siempre dieron por su Hermandad, sin pedir ni querer reconocimientos. Esos son los verdaderos cofrades. Los verdaderos ejemplos que recordaremos todos, verdaderos HERMANOS.
Fernando Blancas Muñoz
Recordatorio La Chicotá de Nandel