Las hermandades del Caído, la Soledad, Santiago Apóstol y la Columna regresan a su sede canónica.
Tarde de Semana Santa a primeros de 2014. Esa fue la sensación que vivieron los lucentinos y vecinos de otros puntos de la comarca que se desplazaron hasta la localidad para asistir al magno traslado que protagonizaron en la tarde de ayer las cuatro hermandades que radican canónicamente en la parroquia de Santiago Apóstol. Una intervención de urgencia acometida en julio en las centenarias naves de este templo gótico-mudéjar obligaron a que las imágenes titulares del Caído, la Columna, Santiago Apóstol y la Soledad tuvieran que buscar refugio en el Convento de Madre de Dios -las dos primeras-, la capilla de las Filipensas y el Sagrario barroco de la parroquia de San Mateo durante la ejecución de esta obra.
Pero ya pasó todo y la Lucena santera y cofrade, como acostumbra, estuvo a la altura de este acontecimiento. O, al menos, así lo parecía tras comprobar el gran ambiente que se respiraba en las calles del centro tan sólo horas antes de la primera salida. La calle Ancha fue testigo del adiós de la hermandad de Santiago Apóstol a la que ha sido su casa durante el último medio año, donde ha podido compartir capilla y vecindad con la cofradía del Encuentro. De traje oscuro y corbata con los colores corporativos, al igual que sucedió en los otros cinco pasos que salieron en procesión, la cuadrilla partió presta hasta el centro de la calle para buscar, posteriormente, Flores de Negrón y la zona centro hasta conectar con el resto de hermandades que, un poco más tarde, se incorporarían a este extraordinario cortejo de regreso.
El sonido del tambor y el movimiento característico de los pasos de la Columna o la Soledad hicieron las delicias del público, que en ningún momento quiso dejar sola a la comitiva. Las cuadrillas repitieron experiencia en algunos casos, pero en otros sirvieron para que algunos jóvenes santeros tuvieran su primera vivencia bajo la madera. Los desfiles, además, dejaron curiosas estampas, pues en algunas calles aún había adornos navideños.
Según comentó el concejal de Turismo de Lucena, Manuel Lara (PSOE), esta actividad no sólo estaba dirigida al público local sino también "a toda la comarca" ya que, dentro de las iniciativas que promueve la red turística Caminos de Pasión se realiza una labor de "desestacionalización de la Semana Santa" por medio de actos relacionados con esta manifestación cultural y religiosa en épocas distintas a la primavera. Ello supone un recurso turístico capaz de congregar en cualquier localidad a gran cantidad de personas ávidas de conocer la Semana Santa de cada pueblo. Y así sucedió ayer.
Tras un recorrido conjunto por las principales calles del centro, el cortejo se aproximó al templo por las calles Ballesteros, Ancha y Santiago hasta llegar a la plaza del barrio donde, ordenadamente, materializaron la definitiva vuelta a casa. Pese a que las obras en el templo parroquial ya concluyeron, la deuda que aún mantiene con entidades bancarias asciende a 72.000 euros, tal y como explicó el párroco, Francisco de Asís Roldán. El montante global de la intervención superó los 116.000 euros.
Tarde de Semana Santa a primeros de 2014. Esa fue la sensación que vivieron los lucentinos y vecinos de otros puntos de la comarca que se desplazaron hasta la localidad para asistir al magno traslado que protagonizaron en la tarde de ayer las cuatro hermandades que radican canónicamente en la parroquia de Santiago Apóstol. Una intervención de urgencia acometida en julio en las centenarias naves de este templo gótico-mudéjar obligaron a que las imágenes titulares del Caído, la Columna, Santiago Apóstol y la Soledad tuvieran que buscar refugio en el Convento de Madre de Dios -las dos primeras-, la capilla de las Filipensas y el Sagrario barroco de la parroquia de San Mateo durante la ejecución de esta obra.
Pero ya pasó todo y la Lucena santera y cofrade, como acostumbra, estuvo a la altura de este acontecimiento. O, al menos, así lo parecía tras comprobar el gran ambiente que se respiraba en las calles del centro tan sólo horas antes de la primera salida. La calle Ancha fue testigo del adiós de la hermandad de Santiago Apóstol a la que ha sido su casa durante el último medio año, donde ha podido compartir capilla y vecindad con la cofradía del Encuentro. De traje oscuro y corbata con los colores corporativos, al igual que sucedió en los otros cinco pasos que salieron en procesión, la cuadrilla partió presta hasta el centro de la calle para buscar, posteriormente, Flores de Negrón y la zona centro hasta conectar con el resto de hermandades que, un poco más tarde, se incorporarían a este extraordinario cortejo de regreso.
El sonido del tambor y el movimiento característico de los pasos de la Columna o la Soledad hicieron las delicias del público, que en ningún momento quiso dejar sola a la comitiva. Las cuadrillas repitieron experiencia en algunos casos, pero en otros sirvieron para que algunos jóvenes santeros tuvieran su primera vivencia bajo la madera. Los desfiles, además, dejaron curiosas estampas, pues en algunas calles aún había adornos navideños.
Según comentó el concejal de Turismo de Lucena, Manuel Lara (PSOE), esta actividad no sólo estaba dirigida al público local sino también "a toda la comarca" ya que, dentro de las iniciativas que promueve la red turística Caminos de Pasión se realiza una labor de "desestacionalización de la Semana Santa" por medio de actos relacionados con esta manifestación cultural y religiosa en épocas distintas a la primavera. Ello supone un recurso turístico capaz de congregar en cualquier localidad a gran cantidad de personas ávidas de conocer la Semana Santa de cada pueblo. Y así sucedió ayer.
Tras un recorrido conjunto por las principales calles del centro, el cortejo se aproximó al templo por las calles Ballesteros, Ancha y Santiago hasta llegar a la plaza del barrio donde, ordenadamente, materializaron la definitiva vuelta a casa. Pese a que las obras en el templo parroquial ya concluyeron, la deuda que aún mantiene con entidades bancarias asciende a 72.000 euros, tal y como explicó el párroco, Francisco de Asís Roldán. El montante global de la intervención superó los 116.000 euros.
Fotografía Jesús Ruiz Jiménez
Recordatorio Lucena