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jueves, 16 de enero de 2014

Sevilla: Intentan robar, otra vez, en la parroquia de San Bernardo

La parroquia de San Bernardo fue objeto en la noche del martes de un intento de robo, que no llegó a mayores gracias a que el cura pilló in fraganti al ladrón, que había forzado la puerta de uno de los despachos. La Policía Nacional, tras ser avisada por el párroco, detuvo a J. L. M., de 23 años, acusado de intento de robo. Fuentes policiales ha informado que el sacerdote conocía al presunto autor del robo, vecino de la zona, que había utilizado herramientas de su padre, y que el propio progenitor identificó como suyas cuando los agentes detuvieron a su hijo.

El párroco, que se encontraba cerrando el templo, escuchó ruidos y voces en la planta baja y sorprendió junto a la puerta de acceso al exterior a un joven conocido del barrio que le manifestó que había entrado al baño y se quedó encerrado. Pero el sacerdote comprobó que una de las puertas del despacho que se encontraba en esa zona estaba forzada y había restos de sangre en la misma, observando igualmente que el joven también sangraba en una de sus manos.

Al preguntarle sobre si tenía conocimiento de quién había podido forzar la puerta, el joven, «muy nervioso y de manera incongruente», según el relato policial, manifestó no saber nada de lo sucedido, por lo que el religioso le dejó marchar al conocer quién era y saber dónde vivía. Tras la marcha del joven, el párroco efectuó una llamada al 091 para dar conocimiento de los hechos a la Policía, personándose en el lugar una patrulla que tras una primera inspección ocular comprobó que se había intentado cometer un robo en lugar donde además encontraron varias herramientas utilizadas para el mismo como dos llaves de distinta clase, concretamente una grifa y otra de bujía.


El joven, al que no le constaban antecedentes policiales previos, fue puesto a disposición de la autoridad judicial como presunto autor de un delito intentado de robo con fuerza. 

Robo sacrílego en 2011

La parroquia de San Bernardo fue también objeto de robo en abril de 2011, en el que profanaron el sagrario de la capilla sacramental, sustrayendo dos cálices y dejando desparramadas las Formas Consagradas por el suelo. Aquel robo se produjo de madrugada, el fin de semana del besapiés al Santísimo Cristo de la Salud, a pocos días de la Semana Santa. Como confirmó a ABC un miembro de la hermandad, «han ido directamente al sagrario y no han tocado nada más».

Tres días después, la Policía recuperó los cálices robados y detuvo a un mendigo de la zona, que había escondido las piezas en un descampado. Se trataba de una persona que solía frecuentar la parroquia para pedir limosna y que el mismo día de los hechos mostró una actitud violenta hacia el párroco.











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