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viernes, 10 de enero de 2014

Verde Esperanza: ¿Vienes a servir o a servirte?

Observo como cada vez el mundo de las Hermandades se parece cada vez más al de la sociedad, y, por ende, al de la política. Y yo me pregunto: ¿por qué hay tanta ansia en ostentar un cargo? Quienes estamos dentro de este mundo durante todo el año sabemos que –si se hace como se debe hacer- implicarse de lleno en una Cofradía quita bastante tiempo de los quehaceres diarios. ¿Qué puede llevar a una persona querer llegar a una junta de gobierno a cualquier precio? Me cuesta pensar que solamente las ganas de prestar un servicio desinteresado a la corporación muevas a una persona a comportarse como un politicucho barato de los que hoy día abundan, con programas electorales de risa y otras estrategias de medio pelo, de esas que no deberían existir en las Hermandades.

Autolucimiento, figureo, postureo… ¿Poder? Una junta tiene la obligación de tomar decisiones (beneficiosas) en pro de su Hermandad, pero… ¿poder? Una junta, un Hermano Mayor, nunca tendrá más poder que Dios, por mucho que algunos lo pretendan. 

Pertenecer a una junta de gobierno exige prestar un servicio, un sacrificio, una labor callada que ayude a la Hermandad a crecer en todos los aspectos. Los golpes de pecho no tienen cabida en ningún estrato de las Hermandades, menos aún en las juntas que las representan. Para prestarse servicio a sí mismo, recomiendo encarecidamente que vayan a cualquier otra parte de nuestra sociedad ombliguista, pero que salgan de nuestras Hermandades.

Por ello, creo que todos los directores espirituales deberían preguntarle a los nuevos dirigentes de las Hermandades: ¿vienes a servir o a servirte?  


José Barea










Recordatorio Verde Esperanza







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