Y nunca mejor dicho. Tontos de capirote. Es que cuando pensábamos que no saldrían más, van y se superan una y otra vez y cada vez a ver quien supera al anterior, y esto es un devenir continuo.
Ahora, como no son capaces de arreglar los problemas de nuestra comunidad, se inventan la tontería de la Catedral de Córdoba para desviar la atención, se creen los políticos que los ciudadanos son igual de tontos de capirote que ellos.
Yo, si fuese simpatizante de su partido político, o si lo hubiese votado, estaría diciendo como este hombre puede representar a una parte de cordobeses que pueden tener en sus creencias y encima de lo que se llevan ya, quieren trincar también de la explotación de la Catedral de Córdoba.
Para seguir chupando del frasco, carrasco. Es lo que tenemos y así nos va.
Bueno a todo esto que poco queda. Empiezan ya apretar los primeros rayos del sol, la "caló", los naranjos tienen sus nuevos retoños y el azahar empieza a asomar sus primeras esencias. Los cultos, ensayos, tabernas, conciertos, besamanos, estrenos, incienso, orfebrerías, gladiolos, tulipas, tambores, bambalinas, túnicas, papeletas de sitio, capirotes, zapatillas de esparto, bordados, camisetas de tirantes, costales, cornetas, corbatas negras, medallas, flecos de bellota, estandartes, via crucis, pregones, nazarenos, varas, incensarios, carbón, clavel, conferencias, programas de radio, carteles, fotos, mantilla, jartibles, peinas, medias...
Que ganas hay de que esto llegue ya. No tenemos hartura. Al final nosotros somos tontos de capirote pero por que vivimos nuestras vidas cofrades con una ilusión que se renueva día a día.
A 21 días de que el cancel de San Lorenzo se abra y los niños hebreos empiecen a desfilar con su ilusión y palmas en el año del Señor.
Pachi Giraldo
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Recordatorio En mi Huerto de los olivos: Valores y Compromiso