Que la Madrugada tiene un problema es de Perogrullo. Las diez propuestas que hay sobre la mesa para modificar esta jornada tan emblemática de la Semana Santa serán un quebradero de cabeza para los hermanos mayores y el delegado de día, Francisco Vázquez Perea, una vez pase la Semana Santa de 2014.
Pero, lo que parecía que iba a ser una Cuaresma tranquila, ha empezado con una polémica causada por la decisión unilateral de la Esperanza de Triana de recuperar su paso por Murillo y O’Donnell, en vez de por Rioja y Velázquez; mientras que el Calvario tiene previsto tirar por el mismo recorrido. Esto perjudicará al Gran Poder ya que, al tener menos espacio la Esperanza de Triana para comprimir a sus nazarenos, la hermandad de San Lorenzo quedará bloqueada para cruzar de Zaragoza a Gravina.
Para más inri, el delegado de día se remitió a la reunión que celebraron los hermanos mayores en noviembre, en la que quedó descartado cualquier cambio de recorrido. Una cita a la que faltó la Esperanza de Triana. El lío está servido.
Francisco José López de Paz opina que «el Consejo de cofradías es un organismo débil al menos en su actual configuración, y la prueba más palpable es su incapacidad para arreglar la Madrugada y otros días de la Semana Santa. Todo se quiere arreglar en los soviets de cada jornada, en los que los intereses de cada uno dificultan los acuerdos. Si este año la Madrugada no se soluciona es sencillamente por miedo, por temor. Mejor pensar así que imaginar que sea por incapacidad».
Por su parte, Javier Rubio señala que «estamos más cerca de lo que pensamos de repetir la nefasta experiencia de 1966. Y las hermandades deberían ser conscientes del abismo al que se están asomando peligrosamente. Lo último que en tales circunstancias puede esperarse son decisiones unilaterales en las que cada uno vaya pegando el tirón para su cofradía sin importarle lo que le suceda al resto de hermandades de la jornada. El Consejo tiene que ejercer un liderazgo efectivo sin apriorismos para reconducir la situación. De otro modo, la crisis está servida».
Fernando Carrasco afirma que «la decisión que ha tomado la Esperanza de Triana de retomar su itinerario anterior, pone de manifiesto, a nivel general, que la Madrugada está cogida con alfileres y en cualquier momento se puede desbordar. Es verdad que todas están haciendo un esfuerzo cada año pero también es verdad que Madrugada tras Madrugada vemos muchos retrasos. El pensamiento del delegado es buscar el equilibrio entre todas y ello va a conllevar que algunas salgan perjudicadas en determinados momentos. La solución deseable sería el bien para la mayoría. No dudo en la buena fe de todas y cada una de las hermandades del día».