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viernes, 14 de marzo de 2014

Una Semana Santa por descubrir


Ayer se presentó en Sevilla un libro sobre la fiesta en Córdoba.

Un publicación muy completa para conocer la Semana Santa de Córdoba. Historia y Vida de la Semana Santa de Córdoba (Abec Editores) se presentó anoche en la iglesia de San Gregorio, sede de la Hermandad del Santo Entierro. Su autor, David Simón Pinto Sáez es una amplio conocedor de la Semana Santa cordobesa. Es capataz y hermano de las cofradías del Huerto, la Buena Muerte y el Calvario. Toda una vida como cofrade, siete años de investigaciones y uno de redacción, han sido necesarios para desarrollar este libro que narra la historia de las cofradías de la ciudad de la Mezquita, las salpica de anécdotas y testimonios de protagonistas, descubre nuevos datos y aporta numerosas fotografías inéditas sobre sus procesiones. 

Muchos sevillanos se desplazaron hasta Córdoba para disfrutar del Vía Crucis que se organizó en septiembre con motivo del Año de la Fe. Allí pudieron descubrir las peculiaridades de algunas de sus hermandades. La Semana Santa de Córdoba tiene sus propias peculiaridades, aunque también tiene influencias sevillanas, como explica el autor del libro: "El cordobés no vive la Semana Santa como el sevillano, aunque cada vez lo hace más. Desde el Obispado también se está promoviendo la creación de nuevas hermandades en los barrios. Es una Semana Santa en crecimiento. Hay que tener en cuenta que, por el decreto del obispo Trevilla, no hay Semana Santa durante buena parte del XIX. Es el Ayuntamiento el que, por criterio económico, reorganiza la Semana Santa en 1849". 

En la Semana Santa cordobesa procesionan 37 hermandades. Las imágenes que gozan de mayor devoción son la Virgen de los Dolores y el Rescatado. La hermandad más antigua, de 1558, es la de las Angustias. El autor de sus imágenes es Juan de Mesa, quien no las había terminado cuando falleció. Pinto Sáez cuenta un dato importante en su libro sobre la figura del imaginero cordobés: "Se dice que Juan de Mesa cuando muere cae en el olvido. En su testamento dice que está obligado a entregar la Virgen y da el nombre del padre agustino encargado de la orden. Los agustinos, un siglo después de fallecer, tratan de hacerse con la propiedad de la imagen. La hermandad defendió con las cartas de pago su propiedad. El nombre de Mesa estuvo oculto durante mucho tiempo, pero habría que restar un siglo a este tiempo porque su nombre aparece en este pleito que, además tuvo mucha repercusión en Sevilla". 

En Córdoba hay mucha imaginería del siglo XVII, aunque en su mayor parte es anónima. "No ha habido investigadores que hayan dado con las autorías. Hay varias tallas de la escuela granadina". Los Reyes Católicos fueros hermanos, según relata, de la Hermandad del Señor de la Caridad. La Virgen de la Encarnación fue la primera en tener una cuadrilla de costaleras. Su Castillo Lastrucci es Juan Martínez Cerrillo, autor de mucha tallas contemporáneas, como la Sentencia o Paz y Esperanza. 

La única hermandad que procesiona en la Madrugada es la de la Buena Muerte. Sus imágenes, el Cristo de la Buena Muerte y la Reina de los Mártires son de Castillo Lastrucci. A pesar de ser una hermandad de silencio cuenta con dos magníficas marchas dedicadas por Gámez Laserna: Saeta cordobesa y Salve Regina Martyrum. 

Sevilla, cuando la Semana Santa de Córdoba empezó a resurgir, sirvió de modelo en algunas cuestiones: "En 1912 la Hermandad de los Dolores hace un cabildo para hacer nuevas túnicas y estatutos. Deciden ir a Sevilla para ver qué había. En 1862, tras una pelea entre el clero y los escribanos públicos para ver el orden que debían ocupar en el Santo Entierro, el Ayuntamiento decide llamar a Sevilla para ver cómo lo hacían". Córdoba también cuenta con marchas dedicadas a las imágenes cuando en Sevilla se tocaban piezas clásicas antes de la llegada de los Font. 

Sin duda, una gran obra para descubrir una Semana Santa con algunas semejanza pero también con grandes y bellas y antiguas particularidades.









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