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lunes, 7 de abril de 2014

El Solemne Vía Crucis del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo por Miguel Ángel Badía


Excelente reportaje de nuestro colaborador Miguel Ángel Badía del Santísimo Cristo yacente de la Real Hermandad Sacramental del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, Triunfo de la Santa Cruz sobre la Muerte y María Santísima de Villaviciosa de Sevilla, conocida comúnmente como Hermandad de El Santo Entierro.



Esta imagen de Cristo muerto se atribuye con fundamento a la producción del insigne escultor de origen cordobés Juan de Mesa, y su fecha se enmarca en el primer tercio del siglo XVII.

Dicha autoría fue atribuida por Hernández Díaz en 1933 y desde entonces ha sido mantenida reiteradamente en ocasiones posteriores debido a las características estilísticas y de iconografía, y por su correspondencia con otras imágenes documentadas de este autor.



Así, es evidente el parecido estilístico que mantiene esta talla con el Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de Los Estudiantes, o con el “Descendido” del grupo de la “Virgen de las Angustias” de Córdoba. Como tema recurrente del autor, en esta talla también aparece la espina que perfora la ceja izquierda de Cristo, mostando además caracteres anatómicos que ratifican su autoría.

En el año 1810 las tropas francesas que invaden Sevilla saquean el templo donde tenía su sede la Hermandad del Santo Entierro, quedando sólo las imágenes titulares que al año siguiente fueron llevadas desde el colegio de San Laureano hasta la iglesia de San Juan de la Palma. Años más tarde, en 1818, al rehacerse el convento de la Merced la Corporación tomó su sede en este convento, aunque permaneció perdida. Sería más tarde, en 1829, cuando el Asistente de la ciudad José de Arjona reorganizaría la Hermandad y restauraría sus enseres procesionales.




Se trata de una talla de Cristo yacente realizada en madera y policromada, de 1,98 metros de altura.

Su figura aparece sobre un lecho mortuorio, en posición de decúbito supino y en actitud cadavérica, mostrando las características y las manchas hipostáticas propias del momento representado.

El rostro en actitud serena y de gran belleza evoca al citado Cristo de la Buena Muerte tallado por el propio Mesa.


Tiene su salida procesional acompañando a su Hermandad en estación de penitencia desde su sede, la Real Capilla del Santo Sepulcro y San Gregorio Magno, hasta la Santa Iglesia Catedral en la noche del Sábado Santo de la Semana Santa sevillana.

Procesiona sobre un paso realizado asimismo en estilo neogótico y tallado en 1998 por Antonio Ibáñez y Joaquín Pineda, con un diseño que se inspira en el altar mayor de la catedral hispalense. En sus esquinas figuran las imágenes de San Fernando, San Laureano, San Gregorio Magno y San Pedro Nolasco, éste último, fundador de la Orden de la Merced.

Con una fina decoración, minuciosa y exquisita, en su rico canasto se distribuyen las imágenes de los doce apóstoles y cuatro ángeles mancebos, además de cuatro cartelas pasionistas, obra de Emilio López Olmedo de 1998. Los elaborados respiraderos de este paso incluyen los escudos de la Casa Real española, de la ciudad de Sevilla, de la Orden Mercedaria y de la propia Hermandad.

Finalmente, sobre todo ello se superpone la urna procesional, trabajada en el mismo estilo neogótico y tallada por Antonia Ibáñez y Joaquín Pineda.










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