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domingo, 18 de mayo de 2014

De Cerca con Juan Bautista Villalba: "Hay personajillos que han creído que la Agrupación era una ONG para su beneficio personal"


"Estamos pendientes de cualquier evolución para manifestarnos o llevar a cabo las acciones que en derecho correspondan para defender nuestro honor"

Acababa de concluir la Semana Santa de 2008 cuando conocía a Juan Villalba. Desde aquel día a 2012 compartimos largas horas de esfuerzo, trabajo, sacrificio y, por qué no decirlo, críticas que en más de una ocasión no tenían -en apariencia- mayor motivo que el ataque personal. Aun con todo y con la gente que, por desgracia, quedó por el camino, los frutos de esos cuatro años fueron muchos para las cofradías cordobesas -algunos de ellos se explican en las siguientes líneas.

Políticos (alcaldesas y más de un concejal), cofrades -por así llamarlos- y algún reverendo vieron en su figura a un personaje demasiado íncómodo. Antes de dejarle con esta entrevista después de casi dos años de silencio, he de decirle -querido lector- que, al menos desde mi opinión y la de muchos que en su día lo votaron, si algo define a Juan B. Villalba es su persistencia, perseverancia e insistencia en que nuestras cofradías ocupen el lugar que es suyo y se merecen.

Los encantos personales son para los actores. Disfruten



Blas Jesús Muñoz


Su labor como cofrade es notoria ¿Qué señalaría de Juan Bautista Villalba fuera del ámbito de las hermandades?

Soy un afortunado abuelo y padre jubilado que disfruta de la vida familiar y agradece cada día a Nuestro Señor cuantos dones me ha regalado.

Su trayectoria como cofrade ha sido intensa, ¿qué destacaría de la misma?

Desde mi incorporación directa al mundo de las hermandades, tuve la obsesión de profundizar en la proyección externa de mi hermandad, siendo desde la Agrupación de Cofradías donde intento que la misma se generalice hacia una sociedad que nunca ha entendido nuestro mensaje. La formación, imprescindible entre los cofrades, especialmente entre aquellos que pertenecen a Juntas de Gobierno, ha sido uno de los objetivos primordiales de mi forma de entender las cofradías. Jamás he pretendido obtener beneficios de mi labor, creándome problemas personales con instituciones y personas de lo cual no he de arrepentirme. He sido una persona incómoda al poder, porque he sido intransigente defendiendo los intereses de los demás, especialmente, desde la Agrupación de Cofradías, los de las hermandades a las que representaba.

Durante siete años fue Hermano Mayor del Calvario, ¿cómo valora esa etapa?

Fundamentalmente como una preciosa etapa en la que viví en familia, con un espíritu solidario de todos cuantos formaban parte de la misma, siguiendo una ruta previamente diseñada por los anteriores hermanos mayores, de integración y en la que todos ellos formaron parte de mi Junta de Gobierno. Gracias a ese impulso, que comenzó al acceder al cargo de Hermano Mayor, nuestro querido y añorado José Mª Gutiérrez, adalid del progreso y unión de la Hermandad,  se consiguió el espectacular avance patrimonial y humano que llegó a ser el centro de las miradas de muchos cofrades cordobeses.

¿Cuál es su mejor recuerdo de ese periodo? 

Son muchas batallas vividas y grandes momentos de hermandad, cohesión y experiencias. Sin embargo, creo que no hemos de circunscribirnos a mi etapa de Hermano Mayor, sino a todo el periodo transcurrido desde la incorporación de ese grupo joven que se hizo cargo de la hermandad en 1980. La convivencia entre todos, la contratación del nuevo paso del Señor, el estreno del mismo totalmente dorado, las vivencias en nuestra caseta de feria, son emotivos y significativos episodios dignos de recordar.

En dos etapas, durante más de una década ha sido Presidente de la Agrupación de Cofradías ¿Qué subrayaría de ese tiempo?

En el primer periodo he de destacar la importante proyección social de nuestras hermandades en la ciudad gracias a la labor realizada desde la Agrupación de Cofradías y el intenso trabajo llevado a cabo por un buen número de cofrades que de manera totalmente desinteresada fueron capaces de elevar la estimación general de los ciudadanos. Fruto de ese trabajo intenso, el Ayuntamiento, concedió por unanimidad de todos los grupos, la Medalla de Oro de la ciudad a la institución y la nominación de la Plaza Agrupación de Cofradías. Desde luego, el mayor hito tras nombrar Patrona de las Hermandades a Ntra. Sra. de la Fuensanta, era conseguir su Coronación Canónica, deseo ferviente de miles de devotos a lo largo de los siglos. Con gran desinterés general, se fue trabajando para conseguir, en un maravilloso acto, coronar a la Patrona de Córdoba con una brillantez que no se ha repetido en nuestra ciudad. También, la cesión de uso del Gran Teatro para el Pregón de Semana Santa y el concierto de Cuaresma.

La creación de la revista “Córdoba Cofrade”, el concurso infantil, los conciertos cuaresmales, concurso de belenes con premio para todos los participantes, las ediciones de libros sobre nuestra Semana Santa, grabación dos dobles CD´s de marchas procesionales cordobesas, la brillante celebración del cincuentenario de la institución editando una obra que recopilaba ese periodo,  la habilitación en la feria del Arenal de caseta para todas las cofradías así como la negociación llevada a cabo para la adquisición de módulos y toldos de manera gratuita para las hermandades. El homenaje al ya Santo, Juan Pablo II y por último la exposición “La Pasión de la Virgen”, un hito histórico con las mejores tallas pasionales de la Diócesis en el interior de la Santa Iglesia Catedral. En definitiva, ocho años productivos que han de enorgullecer a todos los cofrades pero, especialmente al numeroso grupo que tuve el orgullo y satisfacción de integrar en mi equipo.



¿Y, más concretamente, en el periodo, 2008-2012?

En estos años, nuestra labor ha ido encaminada particularmente en la proyección externa, dando a conocer a la sociedad los beneficios socio-económicos que las hermandades aportan a nuestra ciudad, a la modificación estructural de la revista, la potenciación de la música procesional con bandas cordobesas, la realización de una Obra Social conjunta de todas las cofradías que sirva para dar sentido a nuestra pertenencia a la Iglesia siguiendo la senda marcada por Jesucristo. Y, de un modo prioritario, incidir en la formación de los miembros de Junta de Gobierno para que así, puedan llevar a cabo la misión evangelizadora que las hermandades tienen encomendada. Pero no siendo suficiente, se hacía necesario también llevar a cabo  actividades  socio-culturales que entrelazaran la vida de las cofradías con la sociedad actual. 

De esos cuatro años (en los que pude participar como miembro de su junta de gobierno), ¿con qué logro se queda sobre los demás?

Es difícil elegir uno solo por la complejidad e importancia de cada una de las acciones llevadas a cabo durante el mandato, pero sí podríamos  reseñar alguno de los retos y correspondientes objetivos alcanzados. El estudio de impacto socio-económico realizado, aun no igualado en otra ciudad, dejó patente la importancia que el fenómeno de la Semana Santa representa para nuestra ciudad. Los beneficios económicos que a través del trabajo de los cofrades y su dedicación suponen para Córdoba, con un importe de 42 millones de euros, que revierten en riqueza económica y de bienestar entre nuestros conciudadanos. A pesar de ello, la respuesta de la ciudad, y de las propias hermandades que no han sabido explotar estas virtudes, dejan de manifiesto la singularidad y la desidia de esta Córdoba tan dada a envidiar a los demás y minusvalorar su propia riqueza.  

Desde que dejó de ser presidente hasta hoy, ¿cómo ve la situación actual de nuestras cofradías?

Con preocupación que nunca oculté respecto al presente y futuro de las hermandades en el seno de la Iglesia. La ingente cantidad de jóvenes que afluyen a las cofradías, formando los cortejos de nazarenos, en su mayoría integrados por adolescentes, como a través de la música o el costal, son una joya que nuestra Iglesia, por desconocimiento o desidia, no está aprovechando. Esto, se traduce en que los jóvenes entran en estos ámbitos de igual manera que salen dos o tres años después sin conocer los fundamentos religiosos de nuestras corporaciones. 

¿Cree que se valora suficientemente la importancia de nuestras hermandades en la ciudad?

En absoluto. Pero no solo es responsabilidad de la sociedad que nos mira con recelo. También las cofradías son responsables de no trabajar unidas, mirando casi en exclusiva sus intereses particulares sin apoyar a la institución que las representa, sean quienes sean las personas que tengan la responsabilidad en la Agrupación.

¿Las instituciones son conscientes del papel relevante de las cofradías?

Las instituciones conocen sin duda la importante labor que desarrollan las hermandades, pero ello no supone que la valoren adecuadamente. Las distintas formaciones políticas, especialmente en época de más actividad cofrade, y cuando se acercan las elecciones, pululan alrededor de nuestras actividades comprometiéndose en algunos casos a  llevar a cabo acciones a nuestro favor que nunca tuvieron intención de cumplir. La adecuación de los importes asignados a las hermandades por las distintas instituciones, suponen un agravio comparativo con el resto de asociaciones y entidades sin ánimo de lucro de la ciudad.

¿Qué opinión le merece la postura de determinados movimientos y partidos respecto a la propiedad de la Mezquita-Catedral?

Me parece que estos movimientos y partidos, en algunos casos, de claro comportamiento anticlerical y laicista, que mantienen su actividad gracias al erario público, deberían mostrar más interés por conocer la historia. La Catedral de Córdoba es propiedad de la Iglesia desde la primera parte del siglo XIII como está debidamente acreditado documentalmente. Otra cosa es que a determinados grupos políticos les convenga levantar falsas polémicas para que los ciudadanos no estén pendientes de vergonzosas actitudes respecto a la corrupción o las condonaciones de créditos de las entidades bancarias. En todo caso, desde siempre he mantenido, y así lo he manifestado personal y públicamente, que la Catedral de Córdoba ha de formar parte de la Carrera Oficial de nuestra Semana Santa para evitar de una vez estos vaivenes interesados. Lo que comenzó con leves reivindicaciones de rezo musulmán en el templo, está pasando a ser un frente islamista al que se suman todos los que odian a la institución que más trabaja en favor de la sociedad y que no olvidemos, aún mantiene los más importantes monumentos españoles, aportando una riqueza que ninguna otra institución realiza.

¿Qué opinión le mereció el Vía Crucis de la Fe?

Entendiendo el interés de la Diócesis por llevar a cabo una manifestación de fe singular, en líneas generales, considero positiva su realización. Sin embargo, la organización de un acontecimiento de este tipo, con repercusión para la imagen exterior de nuestras hermandades y de la propia ciudad, hubiera requerido más atención de los organizadores. No es de recibo duplicar localidades, impedir el acceso a personas a su propia localidad, no planificar adecuadamente la llegada de las hermandades al punto de inicio en la Cruz del Rastro provocando una avalancha de personas que no encontraban salida y que afortunadamente no ocasionó males mayores. La larga espera para el comienzo del acto no tiene justificación alguna, salvo la impericia e ineptitud de los responsables. Pero lo que no se justifica es que posteriormente no se haya realizado una asunción de responsabilidades y se culpe a la policía local y nacional de tan deficiente organización sin asumir los errores propios. Nunca ha sido el estilo de la Agrupación de Cofradías a lo largo de su historia. No es la modestia una virtud de estos organizadores.

Desde que dejó su cargo al frente de las hermandades de Córdoba se ha cuestionado su gestión ¿Por qué ha guardado silencio durante casi dos años?

En primer lugar, he de manifestar que oficialmente no se han dirigido a ningún miembro de la anterior Junta de Gobierno y tampoco a mí, para mostrar ningún desacuerdo con nuestra labor. En segundo lugar, con fecha 3 de octubre de 2012, se procede a la firma de entrega de documentación, cuentas y bienes tras las previas comprobaciones. Este documento de conformidad, lo firman los respectivos Presidente, Secretario y Tesorero de ambas Juntas de Gobierno, la saliente y la entrante. A pesar de ello, la Asamblea General desaprueba las cuentas sin razones objetivas ya que no se aporta una sola prueba para ello. Por último, nuestro comportamiento desde ese día ha sido y sigue siendo de prudencia y actitud cristiana porque entendemos que en la Iglesia no caben comportamientos de ese tipo y así nos lo reconoció la propia autoridad eclesiástica. Si existiera alguna diferencia, ha de resolverse en una mesa  dialogando y presentando las dudas que se consideren. Desde el Obispado se ofrecieron preparar este encuentro que indudablemente estábamos dispuestos a llevar a cabo, pero la actual Junta de Gobierno de la Agrupación, haciendo oídos sordos a las recomendaciones de la Autoridad Eclesiástica, se negó a reunirse con nosotros. Toda la documentación contable incluido el documento de entrega antes reseñado, fue enviada a  los hermanos Mayores con fecha 20 de febrero de este año  para que fuese conocida por las Juntas de Gobierno, poniéndonos a su disposición para aclarar cualquier duda. A día de hoy, deben tenerlo claro puesto que no hemos recibido ninguna pregunta. Obviamente, estamos pendientes de cualquier evolución para manifestarnos o llevar a cabo las acciones que en derecho correspondan para defender nuestro honor. 

De todo cuanto se ha dicho, ¿qué es lo que más le ha dolido?

Sin la menor duda, el daño moral a una serie de personas honestas y comprometidas con la Iglesia, componentes de mi Junta de Gobierno, sin razón alguna que justifique los ataques cobardes deslizando calumnias y falsedades sin atreverse a acusarnos directamente al no poseer prueba alguna contra nuestro comportamiento ético. Es inadmisible esta actitud en la Iglesia, la cual,  no ha actuado como corresponde a quien ha de velar por el entendimiento, el diálogo y el sentido cristiano entre todos cuantos componemos esta familia. Un problema en una institución eclesial ha de resolverse dentro de ella, interviniendo la Autoridad correspondiente para evitar daños colaterales y deterioro de la imagen pública de la misma.

¿Cree que ha habido una campaña de desprestigio contra Juan Villalba? ¿Por qué?

No tengo la menor duda. En este mundillo cofrade se mueven determinados intereses que jamás he permitido me acompañen cuando he tenido conocimiento de su existencia. Así, hay personajillos que han creído que la Agrupación era una ONG para su beneficio personal y desde luego, ni personalmente, ni tampoco ninguno de los miembros de mis Juntas de Gobierno, hemos permitido estas licencias. El trato por igual a las hermandades, ya sean de un día determinado o de otro, ha provocado la alianza de personas con intereses contrapuestos en lo cofrade, pero que tenían el objetivo común de salvar su lucro personal, ajeno a los intereses de la institución.

¿Perjudica todo esto a nuestras hermandades?

Esto supone un deterioro para las cofradías porque da motivo a aquellos que por unos u otros motivos recelan de lo eclesial para menospreciar injustificadamente la labor de todas y cada una de las hermandades.

Durante los últimos meses hemos asistido a lo que parece es la supresión de la procesión de la Fuensanta, así como la eliminación de la conmemoración de su coronación ¿Cómo lo valora?

No existe ninguna razón objetiva salvo el desprecio a todo lo realizado por las Juntas de Gobierno que presidí durante doce años. Nuestra Patrona merece salir cada año en procesión y solo hay una entidad con todas las garantías y jerarquía para hacerlo, la Agrupación de Cofradías, que ha de velar por realzar la devoción de su Patrona ayudando con ello a nuestra Iglesia para que su fiesta, convertida por intereses políticos en la loa a un caimán, sea verdaderamente una festividad religiosa. Hijos desafectos son los que no celebran la onomástica de su madre y, en este caso, esa Madre es la que representa una devoción popular que hay que ayudar a acrecentar y preservar. Si la hora no es adecuada, se estudia una mejor. Si no hay apoyo popular, se buscan incentivos y fórmulas para que  se vuelva a convertir en tradición como lo es en la mayor parte de pueblos y ciudades de España. Es un reto que está obligado a afrontar la Agrupación de Cofradías. 



Durante su mandato se produjo una labor comunicativa bastante amplia, ¿cree que se ha descuidado esa faceta?

No conozco las razones por las que se ha podido descuidar el tema, pero entiendo que se dispone hoy en día de unos medios propios para que sirvan de proyección de la vida de nuestras cofradías. Otra cosa es que existan intereses encontrados que impidan ese trabajo. Uno de ellos es el seguimiento en GPS de las cofradías, primero habilitado en Semana Santa que ha pasado a otras manos por razones que desconozco pero que puedo intuir. La actualización de la página web de la Agrupación es una prueba de que alguien no quiere que la actualidad de nuestras cofradías sea transmitida en tiempo y forma por el ente responsable y representante de ellas.

De quienes lo acompañaron en esa andadura al frente de las cofradías cordobesas, ¿qué resaltaría?

De todas y cada una de las personas que han formado parte en algún periodo de mis Juntas de Gobierno, incluso aquellos que por motivos personales, de discrepancias puntuales, de salud, familiares o profesionales dejaron su responsabilidad, tengo que reseñar su espíritu solidario, su compromiso personal por defender los intereses de las hermandades y su capacidad de trabajo. Para mí ha sido un honor que me acompañaran en una tarea poco reconocida, muy criticada  a veces, pero que tiene un importante valor al tener que compatibilizar su trabajo con el de su propia hermandad, en algunos casos como máximos responsables, y con la familia y el trabajo profesional.  Quedaré para siempre agradecido a su entrega y actitud.

Como cofrade, ¿qué retos le quedan a Juan Villalba?

Tras tantos años en la Agrupación, solo me queda a mi edad, ser útil a mi hermandad para cuanto sea necesario tanto de asesoramiento como apoyo en determinadas acciones puntuales. Ya llegó la hora de los más jóvenes, con más inquietudes e ideas que servirán para enaltecer la vida de las hermandades.

¿Una Imagen?

Ntro. Padre Jesús del Calvario.

¿Una marcha?

La Madrugá de Abel Moreno.

¿Un cofrade?

José Mª Gutiérrez, ejemplo de una vida entregada a su hermandad.

¿Un pregón?

El de Fco. José Mellado Lucena en el año 1985 que me dejó marcado en mi vida cofrade.

¿Un sueño?

Que aquellos que ostentan cualquier responsabilidad cofrade, la lleven a cabo con honradez y espíritu de servicio, postergando intereses personales y ambiciones alejadas del comportamiento que como cristianos han de tener y que tanto daño hacen a nuestro colectivo. También que con una formación adecuada, las cofradías sean germen de cristianos comprometidos con la sociedad en el seno de la Iglesia.













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