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sábado, 17 de mayo de 2014

De Cerca con Rafael Palos Reyes, director de la A.M. Sagrada Cena de Córdoba


“Un verdadero maestro enseñó una vez que los retos grandes son solo para los más valientes… y esto lo es. Sólo pido a Dios que todos estemos a la altura de las circunstancias.”

Cuando abrimos la sección de historia de la página web de la Agrupación Musical Sagrada Cena de Córdoba. lo primero que aparece ante nuestros ojos es este párrafo, toda una declaración de intenciones para una joven formación cordobesa que poco a poco, con paso firme y decidido y con mucha humildad se va haciendo hueco en el corazón de los que amamos la música cofrade.

La cantera musical de Poniente surge con el auge propio de la juventud y la ilusión. Al frente de estos músicos se encuentra Rafael Palos Reyes, que amablemente nos abre su corazón y su alma para contar a todos nuestros queridos lectores cuáles son sus sensaciones y sus sentimientos cuando el horizonte de que su gente ocupe el lugar que le corresponde detrás del que derrama Fe por las calles de Poniente comienza a dejar de ser un sueño...


Para quienes no le conocen, ¿cómo se define?.

Soy un cristiano, amante de la familia, trabajador empedernido y enamorado de la Semana Santa cordobesa.  Me considero fiel a las tradiciones, amigo de mis amigos y  “padre” de los chavales de la banda, mis bandidos.

¿De dónde le viene su vocación musical?

Desde siempre me ha gustado la música. Recuerdo que en mi casa, de niño, se escuchaba todo tipo de música en un pequeño cassette Philips, desde zarzuela hasta los grupos de aquellos años 60-70. Con 8 años empecé mis estudios en el conservatorio de música de Córdoba, especializándome en guitarra clásica y música coral. Tras mi titulación como profesor elemental, formé parte como tenor del Real Centro Filarmónico de Córdoba, y dirigí un coro rociero llamado “Córdobán”. 

¿Cómo empieza su relación musical con la Agrupación de la Sagrada Cena?

Casi de manera accidental. Hace poco más de dos años, acompañando a mis dos hijos a uno de los ensayos, pude observar que el hasta entonces director, había tenido que dejar el cargo por motivos profesionales. Ante la ausencia de un responsable, hablé con Pedro Rojas, hermano mayor de la cofradía de la Sagrada Cena, para hacerme cargo temporalmente de la incipiente banda. Esa temporalidad, felizmente, llega hasta el día hoy. Han sido dos preciosos años donde he visto crecer, y no sólo musicalmente, a todos los componentes de la agrupación. 

¿Es un proyecto a largo plazo?

Eso pretendo. La línea de trabajo, el repertorio, la estructura de la banda, etc. que se está poniendo en práctica va a encaminado a que este ilusionante proyecto tenga una larga vida. Es increíble ver como sólo en este mes de mayo, hemos tenido la incorporación a la agrupación de más de 20 chicos y chicas, con lo que ese hecho, además, supone: compra de instrumentos, clases de música, iniciación al instrumento, compra de uniformes, etc. A día de hoy, y si se mantienen los actuales componentes, rondamos la cifra de 75 músicos, una cifra más que respetable para una banda de reciente creación.

¿Qué objetivos tiene marcados la Agrupación?

El primero y más importante, será acompañar al misterio de la Sagrada Cena y a Nuestro Padre Jesús de la Fe por la calles de Córdoba el Jueves Santo. No quiero poner fechas concretas, ya que todo depende del número de marchas completamente terminadas de montar, de la confección de los uniformes a los nuevos músicos, de la preparación de los componentes para un recorrido tan largo, lo que entre nosotros llamamos “hacer labio”, etc., etc. Ya hemos tenido oportunidad de acompañar a nuestra Cruz de Guía los dos últimos años, pero el nivel de exigencia es mucho menor. Sirva como detalle que en el año 2013 sólo se habían montado 15 marchas para tal fin.

¿En qué momento cree que se encuentra?

Sigue en proceso de maduración, formación y ampliación del repertorio, aunque bien es verdad que la agrupación musical está ya preparada para acompañar musicalmente a cualquier hermandad que quiera contar con nosotros. El nivel de exigencia a los componentes es muy alto, y la respuesta por parte de ellos es magnífica.  A día de hoy, se han terminado de montar más de 30 marchas, cuatro de ellas propias (Rosa de Poniente, Cristo de la Luz, Fe, Luz y Esperanza y Al Rey de Santa Marina), por lo que sin repetir, podríamos estar más de cuatro horas acompañando musicalmente a muchas cofradías de Córdoba y provincia.

¿Cuáles son los puntos fuertes de este proyecto?

Creo que son básicamente tres:

El primero, la ilusión de los componentes de la AM Sagrada Cena. No olviden que la edad media de estos chavales ronda los 16-17 años.

El segundo es el gran apoyo y esfuerzo de la hermandad de la Sagrada Cena. La Junta de Gobierno está completamente volcada en este proyecto, y bien sabe de Dios de los esfuerzos que a día de hoy han de hacer las cofradías para poder sacar un euro para poder sufragar cualquier gasto. Quiero aprovechar la ocasión para expresar públicamente mi agradecimiento a todos los miembros de la Junta de Gobierno de la hermandad por su apoyo, y sobre todo a su hermano mayor, D. Pedro Rojas Villén.

Y el tercero y no menos importante, la verdadera hermandad que se vive dentro de la agrupación. Es envidiable ver como, además de ser un grupo de jóvenes músicos que viven una misma afición, comparten amistad, ratos de ocio y deporte, etc. Son un verdadero grupo de amigos.

¿Qué le falta aún a la Agrupación?.

Tras las nuevas incorporaciones, poco más. Pero sí queda por potenciar la cuerda de bajos con la incorporación de alguna tuba, trombón o bombardino. El resto de la  agrupación está muy compensada.

¿Qué retos le plantea como director?

En el ámbito humano, mi principal reto es mantener la cohesión que existe entre los miembros de la agrupación, tratando de conservar ese ambiente de hermandad que se vive entre todos los componentes. 

Musicalmente hablando, mi objetivo es que la Agrupación Musical Sagrada Cena tenga un nivel acorde con el guión procesional que la hermandad tiene en la calle. No estoy dispuesto a salir de cualquier manera por simple hecho de tener una “banda” en la calle. Esta agrupación tiene el deber de salir acompañando al Señor de la Fe con todas las garantías de calidad musical y de saber estar, rezando con sus oraciones musicales lo que el paso de misterio de la Sagrada Cena representa: la institución de la Eucaristía.

El panorama de la música cofrade se encuentra en un momento álgido, ¿cómo lo valora?.

Muy positivamente. Decía al principio que soy un enamorado de la Semana Santa cordobesa y me gusta defender lo cordobés por encima de todo lo foráneo, por muy bueno que esto pueda ser. Y todo lo ayude a engrandecer esta Semana Santa ha de ser bienvenido y no marginado a un segundo lugar frente a otros que vienen a tocar como profesionales de la música. Considero que un músico del Rescatado, Cristo de Gracia, Redención, Salud, Coronación, Caído-Fuensanta, Amor, Esperanza, Merced, Estrella o la Cena es tan bueno como cualquier otro. Pero además, este músico, en Córdoba, toca ante su gente, sus hermanos de cofradía, su Cristo o su Virgen. ¿Quién lo va a hacer mejor que ellos?

¿Qué le sugieren los siguientes títulos?:

Amarguras: Solemnidad, oración y silencio.
Soleá dame la mano. La Virgen de las  Angustias por San Agustín, este año.
Saeta cordobesa. La banda sonara del andar de cualquier Virgen cordobesa en una callejuela estrecha.
La saeta. A mis solistas Dani y Marina. Siento la falta de modestia, pero al escuchar esta marcha, siempre pienso en ellos.
Caminando va por tientos. La ausencia de un Cristo Nazareno en la madrugada cordobesa.
Señor de San Basilio. Lógicamente, a Nuestro Padre Jesús de la Pasión, entrando a su barrio.

¿Qué le sugieren los siguientes nombres?:

Los Font. Pasado y presenta de la música cofrade.
Gómez Zarzuela. Virgen del Valle (ay, mi Esperanza del Valle).
Álvarez Beigbeder. Viernes Santo, en la Catedral, escuchando “Al pie de la Cruz”.
Barbero Rivas. Reo de muerte, o el arte de conjugar el viento y la percusión.
Moreno Pozo. Un cordobés (pontanense) que ha conquistado Sevilla.

Una marcha. Rosa de Poniente. Vuelvo a pecar de falta de modestia, pero el cariño con el que la compuse hace que se me siga encogiendo el corazón cuando la escucho.

Una Imagen. Ver al Señor de Fe entrar en la Catedral de Córdoba a los sones del Himno Eucarístico.

Un compositor. Mi buen amigo y mejor compositor CORDOBÉS Rafael Wals Dantas (Tras Tu verde manto, Vía Sacra, Esperanza de María, Virgen del Carmen….)

Un reto. Ser humildes y constantes en el trabajo diario. Ese es el camino para ser mejores personas y músicos.

Un sueño. Tocar de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección en Córdoba (¿por soñar?)











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