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sábado, 24 de mayo de 2014

Los macarenos impedidos y enfermos acudirán al besamanos



La semana que vivirá la Hermandad de la Esperanza Macarena y por ende todos sus hermanos desde el próximo sábado 24 de mayo, va a dejar momentos de indudable emoción en todo lo relativo a la devoción que se le profesa a la Dolorosa de San Gil.

Pero la corporación no sólo estará pendiente de todos estos actos cultuales tanto en la calle como en la Catedral, sino que atenderá también a sus hermanos mayores, esto es, aquellos que por unas causas u otras tienen más complicado poder acercarse a ver a la Virgen tanto a la ida como a la vuelta de la Catedral y la Plaza de España, como en el besamanos.

 Y es que en este último acto, que se desarrollará los días 25, 26 y 27 de mayo en la parroquia del Sagrario del Templo Metropolitano, la diputación de acción social de la Hermandad de la Madrugada va a estar muy pendiente de estos hermanos tan especiales para la corporación.

 José Antonio Fernández Cabrera, consiliario de acción social de la Macarena, señaló que la Hermandad tiene previsto, para el próximo domingo por la tarde, acercar hasta la parroquia del Sagrario a un total de 41 hermanos mayores, entre los que se encuentran ciegos y enfermos, para que así también puedan disfrutar del besamanos de Nuestra Señora de la Esperanza.

 Según Fernández Cabrera, “van a ser un total de 41 hermanos y de ellos los diez más antiguos de la Hermandad de la Macarena. Los vamos a llevar al besamanos para que también acudan como otros hermanos. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos están ciegos, otros enfermos y también los hay discapacitados, por lo que creemos que es una ocasión para acercarlos hasta la Virgen, máxime estando fuera de la basílica”.

Para ello, un total de 20 voluntarios, hermanos de la Macarena y componentes del programa “Veteranos” de la Hermandad, serán sus pies y sus manos en muchos momentos de este encuentro, porque se tiene la intención de que aquellos hermanos mayores que están ciegos puedan tocar las manos de la Virgen y sentir a la Esperanza en sus manos.

“Nosotros, a lo largo de todo el año -abunda el consiliario- llevamos a estos hermanos nuestros a la basílica a los triduos, septenarios, sabatinas... los recogemos en sus casas y luego los dejamos en ellas. Para que así puedan estar un rato con la Virgen”.

Merienda

Pero antes de que se produzca este encuentro, los voluntarios, a partir de las cinco de la tarde, llevarán a estos antiguos macarenos a merendar. “Será, por tanto -abunda el consiliario de acción social-, una tarde inolvidable para ellos. Los citaremos en Robles de la calle Alemanes, merendarán y luego iremos todos juntos a la parroquia del Sagrario. Estoy convencido de que va a ser un momento inolvidable para todos ellos y para nosotros también”.

En la parroquia del Sagrario se han reservado unos bancos para que estos macarenos veteranos “puedan estar una hora más o menos junto a la Virgen, además de besarle las manos. Y aquellos que son ciegos, puedan tocar las manos de la Virgen. Hay uno de ellos, Pedro, que me emociona cuando lo llevamos al besamanos y se planta delante, sintiendo la presencia de la Virgen y palpando y recorriendo el contorno de las manos. Es algo que estremece”.  







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