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miércoles, 7 de mayo de 2014

Lucena se vuelca con la Virgen de Araceli en el día central de sus fiestas



Lucena se vistió con sus mejores galas para recibir a turistas y vecinos y mostrarles en todo su esplendor las fiestas que se celebran en honor a la Virgen de Araceli, patrona de los lucentinos y del campo andaluz, unos actos declarados de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Aunque el programa arrancó el viernes, hasta ayer domingo no llegaba el día más importante para todos los lucentinos, cuando María Santísima de Araceli salió del altar que la cobija en su estancia en el centro de la ciudad para pasearse y acercarse hasta los distintos barrios que la veneran durante todo el año.

La procesión vino precedida en una calurosa y soleada mañana de domingo por una solemne función religiosa oficiada en la parroquia de San Mateo por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y donde un año más la Coral Lucentina interpretó majestuosamente, acompañada por la orquesta del conservatorio profesional de música Maestro Chicano Muñoz, la Misa del Campo Andaluz, obra de Antonio Villa. Este acto volvió a congregar a cientos de lucentinos, entre representantes de la corporación municipal, miembros de la Real Archicofradía y de diferentes cofradías de pasión y gloria de la ciudad, vecinos y representantes del tejido asociativo y cultural del municipio de la Subbética.

Y por fin, a las ocho de la tarde y con el ensordecedor repicar de las campanas sobre un cielo primaveral que animaba a echarse a la calle y reencontrarse con la patrona, miles de personas se agolpaban en la plaza Nueva para ver a María Santísima, que en una tarde maravillosa salía en procesión a hombros de sus santeros, mandados por el manijero Juan Carlos García. Orgulloso y al mismo tiempo con humildad, recordó a todos aquellos devotos que no han tenido la oportunidad de sentir el peso de la patrona.

La santería de Araceli, que lució en este día el manto verde combinado con la saya de color rojo a juego con su Hijo, fue calma, respetuosa y elegante. A su paso por distintas calles de la ciudad, se entonaron fandangos propios del sentir de los vecinos, que muchos dedicaron con sus promesas y su fe durante todo el recorrido a su Virgen, esa que los escucha a diario, que atiende sus peticiones y consuela sus almas cuando lo necesitan.

El cortejo, encabezado un año más por la agrupación musical Santa María Magdalena del Arahal de Sevilla, estuvo compuesto, además, por un cuerpo de acólitos formado por seis ciriales según corresponde a una virgen coronada, y su pertiguero, una formación que la cofradía espera que en años sucesivos se forme de manera estable para acompañar a la Virgen en la procesión.

Pasadas las 23:30, María Santísima de Araceli aparecía de nuevo en la plaza Nueva, de vuelta ya a San Mateo. Fue un momento de esplendor, con el templo iluminado por unos pórticos de led que se apagaron cuando la procesión alcanzaba el centro de este espacio urbano. En ese momento, comenzaba el espectáculo piromusical que cada año hace las delicias de locales y visitantes por el gran número de fuegos que se tiran durante el mismo y que un año más ha corrido a cargo de la empresa Pirotecnia Zaragozana.

Aquí se entonaba, entonces, el himno aracelitano compuesto por José María Pemán y Luis de Aramburu, que junto a ese juego de cohetes despedía a la patrona del campo andaluz de las calles de su pueblo, en esta ocasión, hasta el próximo 25 de mayo. Ese día, se celebrará un traslado extraordinario de la patrona de Lucena hasta San Pedro Mártir, un templo dominico recientemente rehabilitado y consagrado para la celebración de cultos.

La fiesta local continúa en la jornada de hoy lunes con el séptimo paseo de vehículos clásicos Virgen de Araceli, un acto en el que tampoco faltará la Corte Aracelitana. La comitiva saldrá desde el paseo de Rojas y concluirá en el recinto ferial, donde las casetas permanecerán abiertas hasta la media noche.

Las Fiestas Aracelitanas arrancaron el viernes, con la proclamación de la Aracelitana Mayor 2014, Isabel Vigo, y su Corte de Honor, conformada en esta ocasión por Araceli González, Carolina Osuna, Carmen González y María Vigo. Otro momento significativo fue el pregón. En esta ocasión, el encargado de cantar las Glorias de María Santísima de Araceli ha sido el cofrade lucentino Agustín Antrás Roldán; fue presentado en la parroquia de San Mateo por Fray Joaquín Pacheco. El pregón -uno de los momentos cumbres de estos festejos, que se realizada ininterrumpidamente desde 1958- ensalzó la figura de la Virgen como mujer y madre y su importancia dentro del cristianismo. Fueron unas palabras emotivas, pero a su vez documentadas, que reflejaron el peso de estas fiestas en la vida, cultura y religiosidad de los lucentinos.


Escrito por Gema Moreno para El Día de Córdoba
Fuente Fotográfica



Recrdatorio Lucena: Espléndida ofrenda floral a la Virgen de Araceli



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