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martes, 17 de junio de 2014

Carlos Bourrellier: "Es imposible que la Madrugá crezca por delante; no puede meterse en el Jueves"


A continuación reproducimos la entrevista realizada por José Gómez Palas, para El Correo de Andalucía, a Carlos Borrellier, Presidente del Consejo de Hermandades hispalense.

El presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, establece la hoja de ruta para que las hermandades redistribuyan los tiempos de paso de forma equitativa.

Pregunta (P): ¿Reducir la Semana Santa a números y estadísticas no es correr el peligro de trivializarla?

Respuesta (R): La Semana Santa no se ha reducido a simples números en ningún momento. Lo único que se ha pretendido es tener un documento de trabajo para que las hermandades vieran reflejado el tiempo de paso de que disponen y cuál es la forma en que pasan por Carrera Oficial. El estudio es muy exhaustivo y es algo que debíamos de hacer porque estábamos viendo que cada vez había más problemas. Hay hermandades que se sacrifican más que otras, que andan más rápidas, y debe imperar un principio de justicia que sólo se consigue con un reparto equitativo de los tiempos.

(P): ¿Por qué no se ha hecho público el informe? ¿Qué había que temer?

Aunque sabíamos que iba a ir saliendo a la prensa, hemos pretendido que primero lo conocieran los hermanos mayores porque ese estudio se ha hecho para ellos. Era un documento de trabajo interno para los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno, por eso no se ha entregado directamente a la prensa. Las hermandades deberán ahora analizar cuál es su comportamiento dentro de la jornada y, a la vuelta de vacaciones, cada delegado se reunirá con los hermanos mayores de su día para sacar las conclusiones oportunas. Pretendemos que sean los propios hermanos mayores los que negocien el reparto equitativo del tiempo de paso dentro de un principio de justicia, y no que unas pasen desahogadas y otras que sufran cierta asfixia. No podemos esperar a que pasen diez años, ocho años o seis años y nos enfrentemos a problemas realmente graves. Hay que poner los medios ahora para que en el futuro no nos tengamos que arrepentir de no haberlo hecho a tiempo. Queremos que para la próxima Semana Santa este problema esté resuelto.

(P): ¿Básicamente, qué ha demostrado este conteo?

(R): Que hay hermandades que han crecido mucho y hay otras que han decrecido o se han mantenido, por lo que los tiempos de paso no están ahora equitativamente repartidos.

(P): ¿Se ha llevado alguna sorpresa?

(R): Sí, me he llevado sorpresas con algunas hemandades que últimamente estaban creciendo y han tenido un estancamiento y otras que parecía que estaban estancadas y  han explotado en estos años y han crecido de una forma importante. El número de participantes globales de la SemanaSanta ha aumentado casi un 20% desde el último conteo. Eso quiere decir que la Semana Santa está viva y que los hermanos participan de una forma efectiva en la salida de sus hermandades.

(P): El crecimiento de la Macarena ha sido espectacular…

(R): Sí, sí. Es espectacular, de lo cual nos alegramos. De una forma general, todas las hermandades de la Madrugá han aumentado sus nazarenos, lo que nos obligará a trabajar aún más para arreglar sus problemas. El estudio pretende en definitiva una redistribución de los tiempos de paso. La Madrugá es un día muy díficil porque ya no puede ampliarse más por delante –por supuesto, no nos podemos meter en el Jueves, ya está lo suficientemente adelantada la Madrugá– y para que el día crezca por detrás habría que contar con la anuencia de la hermandad de los Gitanos. En un principio el tiempo que hay es el que hay y ése es el tiempo que tienen que repartirse.

(P): Descartan, entonces, ampliar la Madrugá por delante…

(R): La Madrugá por delante es imposible que crezca. Ya ha avanzado todo lo que tenía que avanzar y no se puede meter más en el Jueves Santo. Y por detrás es algo que atañe a Los Gitanos.

(P): ¿Establecerá el Consejo un calendario de reuniones a partir de septiembre?

(R): No. Serán los días los que autónomamente establezcan su propia agenda de reuniones y resuelvan sus problemas. Tenemos un principio de no imponer nada a nadie.  Sí tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones y de que el tiempo que hay es el que hay. No podemos eternizar la Carrera Oficial y que empiecen a pasar nazarenos a las tres de la tarde y estén hasta las doce de la noche. Eso no puede ser. El tiempo a repartir es el que hay, no se puede estirar como un chicle.

(P): ¿Y habrá consignas establecidas para computar los tiempos de paso asignables, por ejemplo, en el caso de las bandas?

(R): En un principio no. Si vemos en un futuro que es necesario, lo estudiaríamos. La única consigna que tienen los delegados es escuchar a sus hermanos mayores y las propuestas que de ellos salgan.

(P): Y a la vista de la disparidad de componentes de las bandas, ¿no sería más justo  asignar un tiempo de paso fijo por banda?

(R): Es posible, pero eso tendrán que decidirlo las hermandades. Hay bandas con músicos hermanos –que incluso entran en la Catedral haciendo su estación de penitencia– y otras que no.  El tratamiento de esas bandas debe ser distinto. A lo mejor, lo más lógico sería que tengan un tiempo de paso fijo. Nosotros, en todo caso, no somos partidarios de desmembrar las bandas en Carrera Oficial. Eso tiene que ser decisión de la propia hermandad. Desde el Consejo no habrá consignas en ese sentido.

(P): ¿Y si una hermandad se negara a reajustar sus horarios, qué pasaría entonces?

(R): Pues si hay ocho hermandades que están de acuerdo y una sola que no está dispuesta a ceder su tiempo, serán los propios hermanos mayores los que deban intentar convencerla. Si la negativa persiste, se echará mano de los estatutos y se obrará en consecuencia. Indudablemente que costará trabajo, porque a nadie le gusta soltar tiempo, pero si se ve que es una necesidad, tendrá que soltarlo.

(P): Pese a todo, hay quien piensa que este estudio sólo servirá, como otros, para que coja polvo dentro de algún cajón.

(R): Quien dice eso puede ser, como se suele decir, un cofrade de taberna. Lo que hay que estar es más implicado, hablar menos en los bares y trabajar más en su hermandad. Esta junta está intentando cambiar muchas cosas que eran tabú en el Consejo. Estamos decididos a coger el toro por los cuernos y a mí no me importa la crítica. Ahora es el momento de arreglar este asunto y no podemos dejar pasar página.

(P): Los holgados tiempos de paso de los que gozan las hermandades de ciertos días, ¿abren la puerta a la incorporación de alguna nueva hermandad?

(R): Ahora mismo, tal y como está configurada la Semana Santa, no hay cabida para nuevas hermandades de vísperas. Primero hay que resolver los problemas de la nómina actual. Una vez que veamos el nuevo reparto de tiempos que pueda haber, a lo mejor se vería si hay algún hueco y se estudiaría. Pero hoy por hoy, con este modelo de Semana Santa, creo que la nómina ha alcanzado su tope.





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