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martes, 10 de junio de 2014

Doñana: El Rocío despierta de su sueño



Cuatro días ha durado en la aldea del Rocío el sueño más esperado por los rocieros, el que cada año, coincidiendo con el Lunes de Pentecostés, se torna real con la celebración de la Romería de la Virgen del Rocío que les brinda la oportunidad de verla en su paseo a hombros de los almonteños. Después de la presentación de las 114 hermandades filiales ante la Hermandad Matriz de Almonte entre el viernes y sábado, la Misa de Romeros el domingo y el rezo del Santo Rosario al inicio de la madrugada, el momento culmen de la romería se producía a las 3.13 horas del lunes, cuando el simpecado de la Matriz llegaba al santuario desatando el fervor de todos los que esperan en su interior y se producía el "salto de la reja".

De este momento singular, mezcla de emoción y entusiasmo, son protagonistas cada año los almonteños más jóvenes que no esperan a que se abra la verja tras la que se encuentra la Virgen y la saltan adelantándose para bajar a la imagen de su presbiterio y hacerse con sus andas para poder dar inicio a la procesión. Algo ha sido este año diferente: hasta la llegada del simpecado la calma y la organización reinaban en la ermita, pero la salida de la Virgen desde el altar hasta el dintel se ha prolongado durante 25 minutos, cuando en otros años se hacía apenas en tres, debido a la gran cantidad de gente que se agolpaba en el interior que ha impedido mantener libre la planta central del Santuario.


Con esfuerzo y trabajo los almonteños lograban, tras varios intentos, cargarse el paso a los hombros y dirigirse hacia la explanada lateral de la iglesia, esa que se funde con la marisma de Doñana, para permitir a la Virgen del Rocío encontrarse con sus fieles, y devolver la visita a todas y cada una de las 114 filiales, comenzando por la de Huévar (Sevilla).

Un recorrido en el que la virgen ha recibido numerosas muestras de amor hechas emoción, plegarias y canción, en el que los vivas, las palmas y rezos que comenzaban aún con la noche sobre la aldea continuaron con las primeras claras del día y prosiguieron hasta las 12.53 horas, momento en el que, después de que el cielo se llenara de color como consecuencia de la lluvia de pétalos de la Hermandad Matriz de Almonte, la Virgen volvía a su santuario.

Además, desde ayer, más de una treintena de hermandades filiales, principalmente de las provincias de Sevilla y Cádiz, emprenden su camino de vuelta a sus lugares de origen tras el fin de la procesión de la Blanca Paloma. El Plan Romero se traslada a los caminos para prevenir incidentes e intervenir ante cualquier emergencia.





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