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viernes, 20 de junio de 2014

La Custodia del Corpus de Granada


Historia, arte y devoción se funden en la Custodia del Santísimo Corpus Christi, una maravillosa obra que regalara la reina Isabel la Católica a la ciudad y que cada año sale a las calles en el Jueves de Corpus y en el día de la Octava. Desde el año 1992 la Custodia se sitúa sobre el paso que realizara el artista granadino Miguel Moreno Romera.

La Custodia es la obra de arte más destacada de entre las dedicadas al culto del Santísimo Sacramento, siendo el elemento principal de la procesión del Corpus. La Custodia de la Catedral granadina, -que sale a la calle tanto el jueves de Corpus como el domingo último de feria en la procesión de la Octava-, es un precioso y singular regalo que la Reina Isabel la Católica le hizo a la ciudad de Granada. Tal vez su estilo no sea el monumental de las obras similares realizadas por la familia de los Arfe para otras importantes ciudades españolas, pero su elegancia y belleza son altamente destacadas.

Se divide en tres cuerpos, siendo cada uno de épocas distintas. El primero, y más antiguo, está dominado por su sentido arquitectónico decorado con cardinas, cresterías, pináculos y una preciosa filigrana de gusto gótico. El segundo data ya del siglo XVII y es un cuidado trabajo del platero Juan Serrano en el que aparecen representados flores, niños, plumajes y hasta águilas. Por último el tercer cuerpo es del siglo XVIII, con predominio de óvales con motivos eucarísticos, niños, cortinajes y guirnaldas.


La Custodia se sitúa sobre un paso realizado por el orfebre granadino Miguel Moreno Romera, quien lo calificó como la obra cumbre de su trayectoria artística. La intención de realizar un basamento para la Custodia venía gestándose ya desde la década de los años cincuenta, aunque no fue hasta 1992 cuando pudo verse realizado. Desde que en 1952 el Deán de la Catedral, D. Paulino Cobo, impulsara el proyecto se tuvo que esperar mucho tiempo para verlo convertido en una realidad. El entonces Deán catedralicio comparaba el esplendor que estaba dándose a la Semana Santa con novedosos y ricos pasos con “la pobreza” que tenía el trono de la Custodia, contraste aún más llamativo si hablamos de que la procesión del Corpus granadino es una de las más solemnes y esplendorosas de España. A partir de esto los granadinos comenzaron a volcarse entregando donativos para hacer un trono, llegándose a recoger hasta 200 kilos de plata. Pero la realización del esperado trono se prolongó en demasía, hasta medio siglo.

En 1989 comienza a tallarse el paso en el estudio de Miguel Moreno, quien había presentado al Cabildo Catedralicio dos proyectos, “uno mantenía un clasismo sencillo y en el otro prevalecía una idea valiente, con aspectos novedosos en cuanto a orfebrería se refiere”, detallaba. El Cabildo aprobó éste último, que era también el favorito del orfebre quien lo había concebido como un “basamento monumental para la Eucaristía”. Es de planta cuadrada con las esquinas achaflanadas en forma de cuevas donde aparecen los cuatro evangelistas. En el frontal aparecen las figuras de una Inmaculada -inspirada en la famosa de Alonso Cano-, San Pedro y San Pablo y en los laterales las de los Apóstoles. Todas ellas están realizadas en chapa de metal latón, presentando un novedoso aspecto en el que se rompen las formas y volúmenes. Una original y asombrosa obra de arte, donde incluso aparecen representadas las fachadas de templos como las iglesias romanas de San Pedro y San Pablo extramuros, y las granadinas de la Catedral, la Virgen de las Angustias, Santa Ana, Santo Domingo y paisajes de la Alhambra y el Albaycín. Medallones con símbolos eucarísticos, y los bustos de los Reyes Católicos, San Cecilio y San Juan de Dios completan el paso, que se ilumina con cuatro candelabros y embellece con jarras plateadas.

Entre las piezas de arte que acompañan a la Custodia cada año en la procesión del Corpus destaca también el palio blanco de preciosa tela con pequeñas campanillas, así como algunas casullas y capas fluviales de finas sedas y elegantes bordados que visten los representantes eclesiásticos en la comitiva. Sin lugar a dudas una amplia representación artística que cada año se pone en las calles de la ciudad y en la que a veces no se repara lo suficiente.






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