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martes, 22 de julio de 2014

¿Debe pasar por cabildo la restauración de una imagen?


¿Está bien restaurada o intervenida una imagen? Esa es la pregunta habitual que hoy día se hacen los cofrades. Parece que se tiene conocimiento de cualquier ámbito, haciendo todo tipo de comentarios al respecto y creyendo estar en el uso de la razón sobre un tema del que se habla y mucho en estos tiempos pero... ¿tienen ese criterio requerido para opinar sobre ello?

En la actualidad, el llevar a cabo la aprobación de una restauración o intervención de una imagen, suele realizarse generalmente por cabildo general de hermanos. Ahí, los hermanos deben ver si ratifican la propuesta de la junta de gobierno. Además, suelen exponerse varios informes de restauradores, donde han de decantarse por uno.

Los últimos casos los hemos tenido con las imágenes que están en el taller o las que en pocas fechas serán intervenidas. En los Panaderos o con la Encarnación de San Benito hubo que decidir entre varios. Algo mismo que sucederá en el Dulce Nombre con el informe a presentar de Pedro Manzano y Carmen Bahíma. En casos opuestos tenemos a la Hiniesta o el Valle, donde aprobaron el informe de un restaurador sin votar alguna otra propuesta.

Otro diferente es el de la Soledad de San Lorenzo. Los hermanos recibieron la noticia que será intervenida por unos días, siendo aprobado por la junta y sin pasar la votación por el cabildo general. Y aún hay otro, el de la Virgen del Rosario de Montesión, aprobada la restauración pero que aún debe la hermandad convocar a los hermanos a un nuevo cabildo y decidir entre las tres propuestas presentadas.

En Pasión en Sevilla os lanzamos la siguiente pregunta acerca de este asunto. ¿Deberían aprobar estas decisiones los hermanos o es facultad sólo de la junta de gobierno?

Tres de los más reputados profesionales de Sevilla opinan al respecto: Juan Manuel Miñarro, Pedro Manzano y Enrique Gutiérrez Carrasquilla.

Los tres coinciden: debería ser aprobado por la junta de gobierno por ser los responsables de dicha tarea. Juan Manuel Miñarro, en un reportaje de Javier Blanco publicado en la revista "Pasión en Sevilla", indicaba que "quien debe decidir es la junta de gobierno, que puede auxiliarse de asesores cualificados para tomar este tipo de decisiones delicadas. Entre estas decisiones está elegir al técnico o a los técnicos. Después lo lógico es que se les solicite los informes y que los resultados y las propuestas sean valoradas en el seno de una comisión experta asesora la junta".

Afirma a su vez que "todas las decisiones importantes serán sólo propuestas que, convenientemente argumentadas, deberán ser refrendadas por el cabildo general de hermanos, como es natural y necesario. Una restauración no debe basarse en un cabildo general de hermanos".

Por otro lado, Pedro Manzano Beltrán opina de igual manera, "es una decisión a tomar por la junta al ser la representación de la hermandad que es quién tiene la responsabilidad. No puede declinarse esas decisiones en hermanos al no tener un punto de vista objetivo sino subjetivo, tan sólo se trata el caer bien o mal sin tener en cuenta la propuesta del planteado".

También hace saber que "no quita que no se lleve la propuesta a un cabildo general para que sea aprobado pero que tan sólo sea para ratificar la aprobación de la junta con un nombre elegido y sin saber quiénes han sido los otros candidatos para no se tire por tierra el nombre de los que no han salido".

Por último, Enrique Gutiérrez Carrasquilla coincide en la opinión de los anteriores: "Debe aprobarlo la junta porque el llevarlo a cabildo general puede estropear veinte buenas propuestas. Lo único que hay que llevar a cabildo es si hay que restaurar a la imagen".







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