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jueves, 17 de julio de 2014

El día de la Virgen de los marineros


Los telediarios del mediodía anunciaban que estábamos en el día de más calor en lo que va de año. El hombre del tiempo decía que alcanzaríamos los cuarenta grados, aunque la sensación térmica y los termómetros de las calles dijeran que ese número se queda corto.

Pero el 16 de julio es uno de esos días que están marcados en el calendario de las ciudades donde se siente un cariño especial por la Virgen. El 16 de julio se celebra la festividad de la Virgen del Carmen y en Sevilla continuaron celebrándose actos y procesiones en honor a esta advocación marinera.

El arrabal de Triana es uno de los puntos en los que siente devoción carmelita. No en vano lo primero que se ve de él al cruzar el puente es una capilla que Anibal González diseñó para que sirviera como recuerdo de aquellos marineros que un día sí salieron de estas tierras. Desde Santa Ana, la Catedral de Triana, porque el barrio también tiene un catedral salía la imagen de la Virgen del Carmen, una procesión que se recuperaba después de muchos años. Y si el barrio tiene catedral también tiene banda municipal, que es como a Julio Vera, su director, le gusta que conozcan a la banda de las Tres Caídas, que iba abriendo el cortejo.

Balcones engalanados con mantones de manila como si de una mañana de Corpus se tratara. Acompañando a la Virgen desde Santa Ana todas las hermandades del barrio, desde el Viernes de Dolores hasta la tarde del día de la Hispanidad cuando en el barrio se celebra el día de la Virgen del Rosario. De hecho gracias a la generosidad de muchas hermandades pudo celebrarse esta procesión: el paso de la Madre de Dios del Rosario, los candelabros de la Pastora, o candeleros de la Esperanza de Triana formaban el conjunto que procesionó en la calurosa tarde. A las puertas de la iglesia la banda de las Cigarreras tocaba el "¡Salve, Estrella de los mares!"

El sol se iba pero el calor seguía apretando. Mucho jarrillo de lata con agua y mucho abanico fueron necesarios. A esas horas por Santa Catalina también pasaba la Virgen del Carmen. Diez años ya en el exilio, aunque la foto en esta ocasión se hacía con un amasijo de andamios y casetas, signo que el trabajo ya está empezado. La Virgen paraba junto a la torre y los costaleros aprovechaban para acercarse al bar más cercano y colocarse bajo el microclima creado por los difusores de agua.

La procesión de la Virgen salió desde San Román y paseó por la zona de Santa Catalina y San Pedro, y no era dificil escuchar a turistas preguntando "¿sabes qué es esto?". Ante la mirada sorprendida de éstos por ver una procesión con paso de palio en julio y ante las que con devoción se agarraban al paso para acompañar a su Virgen procesionó esta Gloria que retrotrae a tiempos pretéritos. Tiempos en los que los marineros echaban siempre una mirada a la Virgen en su advocación del Carmen antes de salir al mar.



Escrito por Carlos Salas para Pasión en Sevilla

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