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miércoles, 23 de julio de 2014

La Saeta sube al Cielo: El mundo en guerra




Se me parte el alma cada vez que pongo el telediario en la televisión. No comprendo que puede llevar a un ser humano a quitarle la vida a otro ser humano. ¿El motivo?, el de siempre: política, afán de poder, diversidad religiosa… pero sigo sin comprenderlo.

De todos es sabido que, por ejemplo, el conflicto interminable entre israelíes y palestinos viene dado por la ocupación de un territorio. Pero desde mi punto de vista, más que por motivos políticos, esta lucha armada viene dada por cuestiones religiosas: es sencillo, para judíos y para musulmanes esas tierras son sagradas y por tanto ambos se sienten con legitimidad sobre ellas. Por eso digo que no comprendo cómo puede ser que una cuestión de diferencias religiosas de lugar a una política de Estado donde los propios civiles se toman la justicia por su mano, asesinando al que se le cruce primero por la calle sin que les importe si son niños, ancianos o quien sea.

Lo mismo ocurre con otros conflictos como el del Ulster, donde católicos y protestantes también se disputan la independencia de un territorio; o como fue la Guerra de los Balcanes, o sin ir más lejos en el tiempo a lo que acontece hoy en día en Oriente Medio. En todos los casos es muy triste que la religión sirva para identificar a los distintos bandos en lugar de ser un punto de cohesión, ya que todas las religiones se basan en la fe a una misma deidad.

Por eso me parece tal descaro que en estos temas se usen términos como el de “Guerra Santa” o “Guerra Justa” que me gustaría desmitificarlos, mostrando el verdadero rostro de la violencia que conllevan estas guerrillas armadas. No me gusta que se ponga a la religión parapetando las verdaderas causas por las que asesinan diariamente a cientos de personas, y esas verdaderas causas son que el ser humano es en muchísimas ocasiones el animal más irracional y solo el ansia de poder es capaz de desnaturalizarlo, de corromperlo y llevarlo a hacer las más increíbles de las crueldades.

No creo que ninguna Divinidad quisiera eso para su pueblo, y el que use el nombre de Dios para llevar a cabo estas atrocidades, ése ya puede quitarse la etiqueta de ser racional.

Estela García Núñez


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