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viernes, 4 de julio de 2014

Magna Mariana: La Virgen del Rosario, coronada en la Catedral


Blas Jesús Muñoz. El 31 de octubre de 1993 era coronada Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos. Más de dos décadas después, el recuerdo de aquel día pone de manifiesto que la Estrella de san Pablo fue la primera Virgen en Coronarse en el interior de la Santa Iglesia Catedral. Más de 10000 firmas avalaron un fasto que, a continuación, les ofrecemos con la narración realizada por la propia Hermandad. Disfruten:

La exclaustración de los dominicos en la centuria decimonónica significa el inicio de la decadencia de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Gloria que llevará aparejada la postración de una devoción mariana que a lo largo de los siglos había despertado un intenso fervor. A pesar de ello, en San Pablo aun se muestra la imagen dieciochesca de Nuestra Señora del Rosario con el Niño en sus brazos en su lujoso camarín de jaspes. Ello pregona el pasado glorioso de una advocación que justifica el decreto de la Coronación Canónica a Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, digna heredera de esa secular devoción y fervor que desde tiempos inmemoriales se ha tenido en San Pablo a esta advocación mariana.

Desde que la idea partiese de la audiencia concedida por el Obispo en 1992 para dar a conocer los actos conmemorativos del 75º aniversario de la reorganización de la cofradía en San Pablo, se puso de manifiesto la conveniencia de coronar canónicamente la Imagen con el fin de avivar la fe y el compromiso cristiano y mariano. Unido a más de 10.000 firmas de apoyo, el 7 de Octubre de 1992 se aprueba y promulga el Decreto Episcopal que concede tal rango eclesiástico.

Fue el 31 de Octubre del año siguiente cuando se coronó Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, ceremonia que, por primera vez en Córdoba, se realizada en el interior de la Mezquita Catedral.

La corona fue diseñaba por el propio autor de la Imagen, Luis Álvarez Duarte y realizada por el insigne orfebre cordobés Francisco Díaz Roncero, ejecutor igualmente del paso procesional de la Virgen en los años setenta del siglo XX. Más de tres kilos de oro, 18 zafiros y 650 brillantes componen la única corona realizada en este noble material que procesiona en las calles de Córdoba en Semana Santa. Tras el acto, presidido por el propio Obispo de la diócesis José Antonio Infantes Florido, las Imágenes de la Cofradía de la Expiración volvieron a San Pablo entronizadas en sus pasos procesionales y tras la Virgen sonaron las marchas que interpretó la Banda de música del Regimiento Soria 9 de Sevilla. Hoy día sigue siendo la última Imagen dolorosa de la Semana Santa de Córdoba en recibir tal rango y tal categoría eclesiástica.




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