La próxima madrugá cumplirán 35. Quizá por eso han sido nombrados Trianeros del año. La banda de las Tres Caídas se ha convertido en uno de los embajadores más importantes del barrio por toda España. Llevan su música y su nombre por cientos de localidades avalados por la marca del éxito que han conseguido en sus más de tres décadas de música procesional.
Julio Vera es su director desde el año 1987. Aunque ya formaba parte de aquellos primeros «locos» que decidieron poner su música al Señor de las Tres Caídas. «El comienzo fue muy difícil, había que contentar a la gente y trabajamos bajo mucha presión. Teníamos que demostrar a todo el mundo que estábamos capacitados para acompañar al Señor y tras mucho esfuerzo y sacrificio lo conseguimos», afirma. Su puesta de largo en el barrio fue un día de Corpus del 79. Desde ese día comenzó el trabajo intensó que acabaría en la madrugá del Viernes Santo del año siguiente. Y desde aquella madrugá del año 80 la banda comenzó a crear uno de los binomios más reconocidos de la Semana Santa de Sevilla: el Señor de las Tres Caídas y su banda.
Pero, ¿cuál es el elemento que los hace distintos? Julio Vera asegura que lo más importante desde el principio, desde la creación de la banda fue el saber estar. Saber adaptarse al lugar en el que están aunque siempre conservando su estilo. «Desde los inicios hemos tenido muchos cambios, pero eso se ha mantenido, nunca hemos perdido el saber estar, el adaptarnos al lugar donde estamos tocando. Somos además muy críticos con nosotros mismos y eso es bueno» asegura el director. Y es que es la versatilidad de la banda una de las características más conocidas, y su capacidad de adaptación. El paradigma de ello sea quizá la comparación Domingo de Ramos-Madrugá: la banda acompañando al misterio del Desprecio de Herodes es muy distinta a la que lo hace con el Señor de las Tres Caídas. Es un ejemplo de adaptación, en este caso, a la hermandad a la que acompañan estos músicos.
35 años, 8 discos y cientos de contratos después de su inicio la banda, en palabras de su director la única meta que se plantean es seguir creciendo como personas. Para Vera crecer como músico se consigue con trabajo y esfuerzo y «eso ya lo hacemos». «Tenemos que seguir creciendo como seres humanos, ayudando a cualquier compañero en paro o echando una mano al que lo necesite». Es esta actitud una de las que Vera más destaca del colectivo que dirige: «aquí todos nos echamos una mano».
En la actualidad la banda vive un periodo de estabilidad, avalado por sus numerosos contratos y compromisos dentro y fuera de Sevilla y por la fuerte demanda que tiene de nuevos músicos que quieren incorporarse a sus filas. Es la de San Juan Evangelista, conocida como la banda «chica» la que sirve en la mayoría de los casos a los nuevos músicos. ¿Y cuántos integrantes son? Para Julio Vera son «150 en la tierra y 4 en el cielo, que esos también cuentan».
Vera asegura sentir sorpresa, orgullo y honor ante la distinción que acaba de recibir. «Es como sentirse profeta en su tierra», asegura. Y es que la banda participa en numerosos actos del barrio, desde la cabalgata de reyes hasta el Corpus. De ahí que al director le guste denominarse «la municipal de Triana». Una denominación que le hace a él, y a todos los músicos de la banda sentirse más que orgullosos.
