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jueves, 28 de agosto de 2014

Antonio Bejarano: «Ojalá cada hermandad tuviese un vestidor hermano»


Excelente entrevista realizada por Esteban Romera para Pasión en Sevilla al vestidor Antonio Bejarano que reproducimos íntegramente. No dejen de leerla, contiene reflexiones sumamente interesantes.


Antonio Bejarano es vestidor de muchas dolorosas en Sevilla y otras provincias como Huelva, Córdoba o Cádiz. Su forma de vestir, dedicación y personalidad ha hecho de este cofrade toda una referencia de la forma de vestir.


En la capital hispalense viste a las dolorosas de las Tristezas de Vera Cruz, Angustias de Los Gitanos, Guadalupe y Mayor Dolor de la cofradía de Las Aguas, Virgen de los Dolores de San José Obrero, Patrocinio del Cachorro y Montserrat. También viste a la imagen gloriosa de la Divina Pastora de las Almas de Capuchinos.

Es hermano de la Macarena, Servitas, Pastora de Capuchinos, Silencio de Sanlúcar de Barrameda y San José Obrero. En la actualildad trabaja en Sevilla Fútbol Radio, como director del magazine diario "Estilo Sevilla". Estuvimos con este cofrade que no expresó su experiencia en el arte del vestir. 

¿Que supone ser vestidor de imágenes sagradas?

Principalmente un privilegio y una gran responsabilidad. No es sólo colocar unos encajes sobre un rostro. Hay que intentar sacar "partido" a la Imagen, darle un toque personal y un sello a cada una dependiendo en la hermandad en la que se encuentre. También hay un trabajo de seguridad de todo lo que se coloca para procesionar. No sólo debe estar bien puesto, también debe estar seguro y que no se caiga nada. Es demasiada responsabilidad. Si se suelta una jarra, un candelero o cualquier otra cosa, queda en la anécdota. Si se cayese una corona, por ejemplo, hoy día sería una noticia destacada en la prensa al día siguiente.

¿Puede ser vestidor alguna persona no creyente?

Pues nunca me lo he planteado, pero pienso que una persona con nociones "artísticas" podría vestir una imagen, no como la Madre de Dios, quizá como la terminación de una obra de arte. Supongo que el ser creyente ayuda a darle un toque especial por lo que representa para nosotros. Pero tampoco por ser muy creyente se puede vestir... o al menos vestir medianamente bien. Creo que es un conjunto de circunstancias y valores.

¿Cual fue la primera imagen que vistió?

La primera fue mi Pastora de Capuchinos. Sólo la mantilla para un besamanos. En otra ocasión el manto para el paso, otra para la novena, y así poco a poco hasta que las Hermanas de la Cruz dejaron de venir. La primera dolorosa fue la Esperanza de Bollullos del Condado. Donde llevo de forma ininterrumpida casi 20 años. Son una auténtica familia para mi. 

Posteriormente, en distintos años, llegaron Mi Virgen del Amor, la Virgen de los Dolores y la Virgen de la Esperanza, todas de Sanlúcar de Barrameda. La primera dolorosa de Sevilla es la Virgen de los Dolores de mi Hermandad de San José Obrero. Otra de mis grandes familias.

Virgen de Guadalupe

¿El momento litúrgico siempre debe imperar para vestir a las imágenes?

Es una moda que se ha impuesto en las últimas décadas de forma casi obligatoria. Hay tiempos y colores que no están "muy litúrgicos", pero casi que podríamos decir que se ha creado una liturgia propia para el ornamento de las Imágenes de la Virgen. Yo preferiría antes que vestir por "obligación" de todos esos colores "litúrgicos", colocar a la Virgen ropa de mejor calidad y no hacer tantos cambios.

Hay una revolución con Juan Manuel Rodriguez Ojeda no sólo en el tema de vestir, sino en la concepción global de la Semana Santa. Quizá en el vestir, por ejemplo cuando vistió por vez primera a la Hiniesta de hebrea con papeles de seda. Una auténtica revolución. Los tocados de la Virgen de las Aguas y la Piedad de la Sagrada Mortaja; el tocado de bullones creado por "Fernand" para la Hiniesta; las rosas de Pepe Garduño; el refregador de Fernando Morillo; los tocados de Antonio Garduño...

¿Debe haber entendimiento entre la priostía y el vestidor? ¿Qué opinión debe prevalecer?

Como siempre digo, debe ser un equipo. Conocer todas las partes en la Hermandad en la que se encuentra la Imagen, el tipo de Imagen que tenemos delante y lo que mejor le favorece. Las camareras deben cumplir su función ordenando, cuidando y colocando las enaguas e incluso la saya. El prioste elegir la saya, manto, toca, corona y el tipo de tocado. Y el vestidor, que en definitiva es el que da "la cara" pública, colocar de la mejor forma posible lo elegido. Aunque hay de todo.

¿Es verdaderamente un arte el vestir imágenes sagradas?

Yo no sé si es un arte o no. En mi caso, lo que pretendo es potenciar la belleza o la fisonomía de la Virgen. A mi tiene que ilusionarme lo que hago. Sin ilusión no estaría. Además, hay un factor importante: La creatividad. Pretendemos vestir a cada una de forma distinta para intentar crearle un sello personal y que no parezcan repetidas. Aunque lógicamente, no siempre se consigue. Tampoco se puede cambiar cada ocasión y sorprender con algo distinto, puesto que son motivo de rezo y a veces se puede distraer de lo verdaderamente importante. Pienso que hay una evolución constante sobre lo creado. Se hacen interpretaciones y recreaciones, pero creo que ya está todo inventado.

¿Sevilla sigue siendo referencia?

Sevilla, por suerte o por desgracia ha sido la referencia en el último siglo. Eso es indiscutible. No podemos ni olvidarnos de eso ni mirarnos el ombligo. En el término medio está la virtud. Hay Hermandades, enseres, Cristos y Vírgenes de una calidad suprema no sólo en nuestra provincia, sino en todas las provincias y capitales andaluzas. Hay que salir fuera, conocer otras cosas pero sin comparar. No me perece correcto ni el sevillano que sólo ve por los ojos de Sevilla, como el sevillano que todo lo nuestro le parece mal. A mi parecer son dos ópticas muy pobres.

¿Puede relacionar alguna imagen que no vista usted que le gusta como está vestida? ¿Y algún vestidor de referencia que ya no está entre nosotros?

Hay muchas... muchísimas. Y no sólo en Sevilla. Hay grandes vestidores. Adoro a Pepe Asián, gran cofrade, vestidor, diseñador, artista y ante todo amigo. Admiro a Pepe Garduño, inmenso creador y un revolucionario en el vestir. Y de los que ya no están: Fernando Morillo, Gamero, Paco Morillo, Percio, Antonio Garduño, Amians, Antonio Adriano y el gran Antonio Fernández "Fernand". 

Curiosamente, Antonio "Fernand", magnífico fotógrafo, me comentó en cierta ocasión que él se hizo vestidor cuando las imágenes que iba a fotografiar no le gustaban como estaban vestidas y comenzó a retocarlas para que en las fotos pudiesen dar de sí todo lo que la Virgen pudiese. Ahora Antonio está de moda de nuevo por sus fotos, pero las cofradías de Sevilla, tan injustas en tantas ocasiones, no estuvieron a la altura de las circunstancias cuando Antonio faltó. Él, que tanto hizo por las Hermandades, debería estar en alguna de sus capillas y no donde está.

Se habla de la retirada de Garduño en la Macarena ¿Vestiría usted a la Esperanza Macarena? ¿Es su sueño?

Pepe Garduño hizo pública su retirada de la Virgen de la Esperanza hace tiempo con motivo del cincuentenario de la Coronación, celebrado como todos sabemos el pasado 31 de mayo. Los rumores y comentarios cofrades es cierto que "proponen" muchos nombres y luego la prensa da forma de noticia a esos rumores.

¿Como ve el mundo del vestir imágenes sagradas en estos momentos?

Sinceramente lo veo demasiado mediatizado. Hace una década no había ni una sola mesa redonda de vestidores. Hoy muchas semanas de la juventud proponen una sobre "el arte del vestir a la Virgen" invitando a vestidores para que cuenten su experiencia. No me parece mal, pero sólo reflejo que hace diez años era impensable e incluso un tema que no era de interés.

Con las redes sociales y los foros hoy se viste una imagen y a los cinco minutos ya es cuestión de debate en twitter, facebook, etc. Da un poco de vértigo. También por supuesto en el ámbito de las bandas, el mundo del costal y los talleres de arte religioso.

De ser una labor de unos pocos hoy día hay cientos de vestidores. Ojalá cada Hermandad tuviese un vestidor hermano que pudiese vestir a las Imágenes de su devoción y tener una vida plena de entrega en su Hermandad.

Pepe Garduño vistiendo a la Macarena










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