Durante la semana pasada asistimos a intensos cambios, a nivel musical, en varias hermandades.
Dos corporaciones del Miércoles Santo han destacado, especialmente. Por un lado, la cofradía de la Paz ha realizado una modificación sustancial en su acompañamiento musical, al cambiar de agrupación a cornetas. El Señor de la Humildad irá así bajo los sones de Rosario de Linares, mientras que la Paloma de Capuchinos lo hará con la banda de Pilas.
Por otro lado, pese a los desmentidos, Pasión ha firmado con Santo Tomás de Villanueva que, hasta el presente 2014, acompañaba al citado Señor Humilde.
La Oliva de Vejer y la banda de música de la Estrella sufren pues las consecuencias de unos cambios que requieren de un análisis reposado que vaya más allá del mero enfado para ir en busca de los motivos que, a la postre, es la mejor forma no solo de encontrarlos, sino de solucionarlos. Las formaciones cordobesas atesoran calidad, si bien parece que ha llegado el momento de analizar pasado y presente a fin de forjar el futuro prometedor que ostentan.
Por otro lado, se tornan insistentes los rumores de cambio en otras hermandades, aunque aun no parece, vayan a concretarse rápidamente en algún caso. No obstante, otra corporación del Miércoles Santo podría estar buscando en tierras onubenses una formación, con vínculos en Córdoba, que sustituyese a la actual.
Un verano intenso y un otoño que puede llegar a serlo. En especial, en la citada jornada del Miércoles Santo, donde otros rumores sitúan a una banda de música que toca ese día en otra formación. El tiempo dará o quitará razón a la continua rumorología que parece haberse desatado.
Blas Jesús Muñoz