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miércoles, 6 de agosto de 2014

El Candil: El Santo Cristo de Bacares


En esta época estival de vacaciones me vienen a la memoria evocaciones de la infancia de la que se guardan los mejores recuerdos, tal vez por ser propios de una edad en la que el ser humano recorre su estado más puro e inocente, tal vez por ser aquellos que se atesoran con más ternura.


Este candil de hoy que ilumina mi relato me traslada a esos veranos en la provincia de Almería, tierra de mi familia paterna, que tanto disfruté siendo una niña. Cuando llegaba cada año a casa de mis abuelos en la pequeña aldea de “Los Porteros” que fundara mi bisabuelo en el término municipal de Tíjola, el tiempo se detenía: el cielo y el aire, el olor y el sabor, todo era distinto y mágico… Mi admiración por la naturaleza y mi pasión por los animales y los libros eran acontecimientos decisivos en mi niñez.

Lo más probable es que nuestra infancia haya marcado en algún espacio lo que somos hoy en día, dejando huellas  que continúan vigentes y rememorar buenos momentos nos concede unos minutos de nostalgia y afecto que nos equilibra y llena de ánimos.

Y recordando esos veranos no puedo dejar de mencionar al Santísimo Cristo del Bosque de Bacares, municipio también de la provincia de Almería situado en la comarca del Valle del Almanzora, que no procesiona en Semana Santa  pero es tal su trasfondo histórico y devocional que bien merece una referencia.

 Miles de personas se dan cita cada 14 de septiembre para ver procesionar a su Cristo y acompañarlo hasta ese espléndido paraje que denominan “El Bosque”, lugar donde, según cuenta la tradición, apareció la imagen divina y donde se ubica la ermita.

La leyenda cuenta como esta imagen apareció en un lugar alejado de la villa, en medio del bosque. Algunos autores señalan que la escultura original pudiera ser de Alonso Cano pero fue destruida casi en su totalidad en la Guerra Civil Española, conservándose actualmente solamente el brazo izquierdo. La reproducción guarda gran parecido con la talla original, integrando dicho brazo. Según algunos testimonios de la época fueron artesanos imagineros de Baza quienes a mediados del siglo XX realizaron la nueva talla. Según el pergamino encontrado en la escultura al proceder a su restauración, hecha por el escultor José de Almunia en 1866, el autor es Juan Ladrón Freila, entre 1622 y 1627. La talla es de estilo barroco.

La iglesia de Santa María, donde se venera, fue construida entre los años1502 a 1505 por el marqués de Bacares, don Gutierre de Cárdenas, y su esposa doña Teresa Enríquez. Fue quemada por los moriscos y restaurada por los hijos del Marqués en 1581. Su artesonado, recientemente restaurado, es mudéjar, de gran belleza. El templo aparecía con paredes totalmente desnudas y blancas, que hacían resaltar la figura morena del Cristo.

Es grande su fama de curar enfermedades y atender peticiones personales de sus devotos, de proteger a sus vecinos de las inclemencias meteorológicas y de satisfacerlos con lluvia en época de sequía.

Unos peregrinos llegan caminando desde rincones muy lejanos para cumplir sus promesas, otros lo hacen en vehículos para pasar toda la noche rezándole a su Señor y otros se afanan por llegar a tiempo a fin de situarse en el mejor sitio para ver ese momento tan mágico en el que los fieles sacan a hombros al Santo Cristo del templo.

El Santo Cristo del Bosque de Bacares sigue siendo un fenómeno social y una manifestación de fe que une y congrega a cientos de personas. En el municipio de la Sierra de Los Filabres se da el encuentro que aúna lo religioso, artístico, social y lo lúdico festivo, sin llegar a alterar el sentido piadoso de quienes en silencio, descalzos o acompañando a algún enfermo que recibió la ayuda del santo admirado, cumplen la tradición y ruegan la bendición del Santo Cristo.

Un icono sacro que junto al Cristo de la Luz de Dalías es, sin duda, el más venerado de la geografía almeriense.

Mª del Carmen Hinojo Rojas












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