Corría el mes de mayo de 2009 cuando José Cretario escribía en Pasión en Sevilla el artículo que les ofrecemos a continuación. En el mismo se recogen unas declaraciones de Luis Álvarez Duarte acerca de la autoría de la Esperanza de Triana. Disfruten:
El imaginero que policromó a la Esperanza de Triana hace veinte años ha ofrecido en estos días datos contundentes que vienen a aclarar la incertidumbre histórica en torno a la autoría de la Imagen. Durante una conferencia ofrecida dentro del programa de actos de la conmemoración, Álvarez Duarte fue tajante al afirmar que “La Esperanza de Triana no es de Castillo Lastrucci”.
Esta aseveración se basa en los trabajos realizados en 1989 cuando retiró la policromía de la imagen y la resanó. Entonces, al retirarle los oleos y la capa de preparación, el imaginero se encontró con un rostro formado por dos mitades ensambladas y una pieza independiente desde el labio a la barbilla.
“Si un imaginero –vino a decir Álvarez Duarte- realiza una mascarilla nueva no la hace por mitades sino entera”. Además en los trabajos encontró restos chamuscados de madera (lo que indica que ésta fue la Virgen que sufrió el incendio de 1898 en San Jacinto y no una nueva) así como algunas vendas que reforzaban el modelado en algunas zonas, algo poco habitual en una Imagen nueva.
Álvarez Duarte se ha aventurado a asegurar que el origen de la actual Esperanza de Triana puede estar en el XVII por la estructura de algunos aspectos de su construcción aunque estos datos no pasan de ser una hipótesis. Otra interesante en la que lanza Vicente Acosta en su libro de reciente aparición. Según los datos que ha manejado el que fuera hermano mayor de la corporación, Gumersindo Jiménez Astorga no restauró sino que hizo una mascarilla nueva tras el incendio de 1898 pero José Ordóñez recuperó la original en la restauración de 1913. La revista “Pasión en Sevilla” del próximo jueves 4 de junio ofrecerá un reportaje con más datos de la apasionante historia de la Esperanza de Triana.
