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martes, 16 de septiembre de 2014

Con nombre propio: El primer Núñez de Herrera


"Baste decir que Jesucristo en la ciudad es un amigo cordial y prestigioso. Y las Vírgenes, mocitas. Bellas mocitas de los barrios. Y los santos, los mejores santos que anduvieron en torno a la tragedia nazarena, amigos concretos, cariñosos e inmediatos amigos". Antonio Núñez de Herrera describe así para los lectores del periódico madrileño La Libertad la Semana Santa de Sevilla de 1931, tres años antes de la publicación del libro Teoría y realidad.

Se trata de un texto desconocido de Núñez de Herrera, inédito desde entonces, revelador por lo que tiene de germen del volumen citado, acaso el mejor sobre la fiesta. El relato periodístico posee ya el tono socarrón, la aguda mirada social y la metáfora iluminadora. Por ejemplo: "Nazarenos blancos en la noche como la hipérbole de una sublevación de colmillos". Pero no es lo único que queda por descubrir de él, sostiene el editor de Almuzara, David González Romero, que ha hallado el artículo en la preparación de un volumen con toda la producción del escritor.

En concreto, Núñez de Herrera publicó dos textos -cinco estampas, en total- sobre la Semana Santa en La Libertad, periódico de enorme difusión en Madrid. El primero, el 18 de abril de 1930 y el segundo, al año siguiente, el 3 de abril. Los dos, en Viernes Santo, y en la misma sección de título rimbombante, muy propio de la época: 'Crónicas e informaciones de las provincias españolas'. Sólo el de 1930 está ilustrado por Juan Luis Domínguez, pintor de abanicos y dibujante habitual de El Noticiero Sevillano, quien firmaba sus creaciones como Juan Luis.

El autor de Sevilla: Teoría y realidad de la Semana Santa -éste es el título original del libro- inicia sus colaboraciones con el rotativo madrileño el 13 de noviembre de 1929. Saluda a sus lectores con el artículo 'Esta ciudad desconocida', que no tiene desperdicio: "Sevilla es una ciudad blindada por la literatura (...) Sucesivas capas de maquillaje, escayolas literarias e hipérboles disfrazan la ciudad -albayalde, colorines y piruetas-, como un clown dicharachero, en la pista propicia que redondea el circo de la pandereta".

E insiste Núñez de Herrera: "Pero ya es oportunidad de que Sevilla sea tratada como fenómeno químico. Lo más honrado sería descenderla desde el poema al ensayo para conocer así la viva entraña y la contradictoria de estas reiteradas apariencias de la gentil ciudad. Y escribir sobre Sevilla sinceramente. Éste sería, sin duda, el más útil homenaje a esta gran ciudad, maltratada por las letras y los letreros y convertida por los altavoces de la Fama en una especie de sello internacional para quitar las penas".

Luego parece lógico que, tras asumir la tarea de "escribir sobre Sevilla en La Libertad", Núñez de Herrera aborde la Semana Santa, pero lo hace con una mirada radicalmente nueva, acaso explorada ya por Chaves Nogales en 1922, en busca de claves para explicar el fenómeno. "Necesita el sevillano buscarse un punto de apoyo a sus numerosas aficiones; y así precisa por lo menos un equipo de fútbol, un compadre, una querida, un torero y un santo por quien pelearse", puede leerse en la pieza 'La afición'.

Como sostiene David González Romero, quien prepara en colaboración con la familia de De Herrera la edición definitiva de los textos del escritor para el próximo otoño (Sevilla: Teoría y realidad de la Semana Santa y otras prosas sevillanas), "Núñez de Herrera diseña aquí el tratamiento que le quiere dar a la ciudad". Así, los textos periodísticos son el campo de pruebas, el laboratorio de Teoría y realidad, en el que llega a incluir fragmentos completos de los publicados en La Libertad, como se comprueba en la pieza dedicada a Pilatos.

"Los textos en sí están llenos de la verdadera 'gracia' de Núñez de Herrera", afirma González Romero, quien añade que el escritor acierta al elaborar "ensayitos de antropología viviencial y biopolítica, que explican, por ejemplo, cómo en su afán por disfrazarse en una fila de nazarenos 'no triunfó jamás en Sevilla ni tuvo preponderancia el Carnaval'; por qué los vestidores de las Vírgenes 'son los más pulidos de la ciudad', o cómo los sevillanos, en su afecto, que no devoción, a las imágenes, 'alguna vez se guasean de ellas como de sus mejores amigos'".

Como acertadamente dijo Juan Sierra, fue Núñez de Herrera el que se dio cuenta de que lo importante era "el popularismo, la vivencia momentánea". "Al lado de la pasión de Jesús está la pasión, y el apasionamiento del sevillano. El devoto polariza, sin buscarse problemas, lo natural y lo sobrenatural, el cielo y la tierra, su cariño y su fe", anota el escritor en uno de los textos publicados en La Libertad, donde remata: "Y no se mete en política porque el sevillano necesita puntos de apoyo; pero puntos fijos, y no estos políticos de Sevilla que son sellos móviles del Estado".


La fecha real de su muerte: 23 de julio de 1935

José Luis Ortiz de Lanzagorta, a quien se debe el mérito del rescate de Teoría y realidad, sostiene en el prólogo a la edición que realizó en 1981 que Núñez de Herrera murió en el verano de 1936. "Parece presentirse la catástofre", relata en relación a la inminente Guerra Civil. Ni las ediciones posteriores del libro (1993, 2006) ni las innumerables antologías que contienen algún fragmento del mismo rectifican el dato, dado por bueno durante años. Pero Núñez de Herrera falleció el 23 de julio de 1935. Así aparece en varios periódicos localizados por el editor de Almuzara, David González Romero. El Siglo Futuro, por ejemplo, publica ese mismo día un cable urgente: "Ha fallecido en Montegordo (Portugal) el periodista y escritor sevillano Antonio Núñez Herrera (sic)". Otra muestra: Abc recoge al día siguiente (24 de julio de 1935, página 33, edición Andalucía) la noticia a través de la reacción del alcalde Isacio Contreras. "El Sr. Contreras se mostró muy afectado por tan sensible e inesperada desgracia y elogió la probidad y competencia del finado". La información se cierra con una semblanza, donde se destaca su labor en pro de la apertura de la Hemeroteca, "que no desmerece a las mejores de España".











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