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viernes, 26 de septiembre de 2014

Dos coronaciones en dos días


La devoción de la ciudad de Sevilla por la figura de la Virgen María es algo innegable. Desde el escudo, en el que aparece el título de mariana, hasta cualquier esquina de cualquier mercado de abastos con una foto de la Macarena queda patente la especial devoción que los sevillanos sienten por la madre de Jesús. Ello ha provocado que la historia de la ciudad esté llena de capítulos relacionados con la Virgen, como puede ser el voto de sangre de los hermanos del Silencio en defensa de la Inmaculada Concepción mucho antes que la Iglesia lo reconociera como Dogma o el gran número de coronaciones canónicas que en la ciudad han tenido lugar. De hecho, es Sevilla una de las ciudades en las que más imágenes de la Virgen han sido coronadas. Hasta 23 imágenes de María están coronadas, entre imágenes dolorosas, de gloria y hasta una pintura mural.

Si bien es cierto que las coronaciones se han distribuyendo con más o menos distancia de años a lo largo de todo el siglo XX, hubo un fin de semana en el que se coronaron dos imágenes. Una cercanía inédita en este tipo de ceremonias dentro de una Archidiócesis. En cualquier caso hablamos de coronaciones que en el momento de realizarse no fueron canónicas, sino de coronaciones litúrgicas. Fueron los días 23 y 24 de septiembre de 1972. En aquel año fue sábado y domingo. Y esos días fueron coronadas la Virgen de las Mercedes de la hermandad de Santa Genoveva y la Virgen de las Mercedes de la Puerta Real. La misma advocación en imagen de penitencia y de gloria a las que se les imponía una corona con motivo de la festividad de la Merced. A ambas imágenes les impuso la corona el arzobispo por aquel entonces, José María Bueno Monreal.

En el Tiro de Línea

El sábado 23 se celebró la imposición de la corona a la Virgen de las Mercedes de la hermandad de Santa Genoveva. Ésta había sido pagada por suscripción popular, es decir, por los vecinos del barrio. Los padrinos de esta coronación fueron el alcalde de la ciudad, Juan Fernández Rodríguez García del Busto, y la camarera de la Virgen, Carmen Calderón.

En el Museo

A las puertas del Museo de Bellas Artes tenía lugar al día siguiente, el domingo 24, la otra ceremonia de coronación. De nuevo una corona de oro donada por los fieles y de nuevo el Arzobispo Bueno Monreal. La Virgen de las Mercedes, de la Puerta Real era coronada, “rodeada de la más ferviente devoción popular”, como recoge el ABC de Sevilla de unos días después. En un fin de semana la ciudad había coronado a dos imágenes de la Virgen.

Durante el pontificado del Cardenal Amigo Vallejo a ambas imágenes se le reconoció estas coronaciones como canónicas. Concretamente el decreto de la Virgen de las Mercedes se dio a conocer a los hermanos de Santa Genoveva en el XXV aniversario de la ceremonia, en 1997. Ese día la dolorosa procesionó de forma extraordinaria por las calles de su barrio, al igual que lo hiciera el propio día de la coronación. Curiosamente esta elevación al rango de canónica causó sorpresa en la hermandad, ya que ésta no lo había solicitado. Sí lo hizo en cambio la corporación letífica de la Puerta Real, que vio sus deseos cumplidos el 15 de octubre del 1998, fecha desde la cual se reconoce la coronación canónica de la Virgen de las Mercedes.











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